‘Venom: el último baile' – Sony vuelve a fallar
Mencionar títulos como ‘Morbius’ y ‘Madame Web’ trae los peores presagios respecto al contenido que podemos esperar en un producto de la mano de Sony y el temible Avi Arad. En este caso el “final” de la trilogía del simbionte más famoso de Marvel, Venom, que en la versión de Sony ha dejado mucho que desear; nos prometía que este último baile sería espectacular...
Lea también | 'Juego del calamar': revelan de qué tratará la trama de la esperada segunda temporada
El filme fue el debut de Kelly Marcel, guionista de las dos entregas anteriores (culpable de desaprovechar a Carnage), ahora, tras las cámaras, muestra una ligera mejoría en cuanto al manejo de las secuencias de acción, adoptando con mayor firmeza la fórmula noventera de explosiones y persecuciones; esto causa un efecto a su favor ya que provoca que el público olvide por un momento el nivel de superficialidad supremo de los personajes y se concentre más en la sucesión de efectos visuales que buscan el asombro.
En el apartado de los personajes solo se destaca el trabajo de Tom Hardy que en esta versión de un Eddie Brock, sin Spiderman, logra que su relación con el simbionte Venom se convierta en una entretenida "buddy movie", con todos los tópicos de este género: viajes por diversas locaciones, persecuciones, sentido de amistad y sacrificio de por medio.
Todas las fórmulas típicas se encuentran en el tratamiento de la relación entre Eddie y Venom; pero gracias a que hemos tenido dos películas para afianzar dicha relación, en este último baile, alcanzan momentos memorables. Por ejemplo: cuando Venom canta el clásico 'Space Oddity', el baile en Las Vegas y las frases rápidas a modo de gags que surgen en las escenas de acción y discusiones, estos factores son los que realmente salvan la película.
Sony volvió a equivocarse de sobremanera en cómo promociona un filme de superhéroes, no es posible que en el tráiler te den prácticamente todo lo que sería una de las “sorpresas” del filme, es incoherente que la emoción que se busca en las escenas poscréditos, tan características de los filmes basados en personajes de Marvel; ahora no causan nada. En el avance final de Venom ya anunciaban quién saldría en una de las “tan esperadas” escenas.
Un factor positivo es que existen algunos planteamientos que dan pauta a elementos interesantes de los cómics, como la presencia de otros simbiontes, que, si bien tienen su propia adaptación, son atisbos de lo que ojalá sea lo que quieren lograr: la aparente adaptación de ‘King in Black’, uno de los arcos del universo de Venom más interesantes de los últimos años.
A esto se suma las pinceladas del multiverso que Marvel busca revivir puesto que esta saga ha estado llena de fracasos y dudas; pero a pesar de las superficialidades del guion, sí hay algunos puntos interesantes que ojalá no queden en simples ideas y logren conectarse con el Spiderverso que tanto anhelamos ver.
También se destaca un factor que en las anteriores entregas estaba bastante disperso y es el aspecto emotivo. En varios momentos, sobre todo en los diálogos entre Eddie y Venom, se logra una verdadera conexión con el público. Por ejemplo, durante su conversación sobre paternidad o en su transitar por New York hasta su despedida, el tratamiento de estos momentos logra emocionar al espectador.
Lea también | 'See You Yesterday': Crítica social y viajes en el tiempo
En definitiva, ‘Venom: el último baile’ no aporta nada nuevo, posee las mismas fallas que todas las otras producciones de Sony-Marvel; pero consigue entretener y, a pesar que no pasa de ser una película de sábado por la tarde para pasar el rato; parece sembrar la idea de que algo más grande está por venir y que, posiblemente, por fin podría estar conectado con el universo de Spiderman. El tiempo lo dirá.