Un ecuatoriano lidera en Snapchat
Calcular el tiempo que harás de un lugar a otro en Quito, a veces, resulta imposible. Tráfico, clima y otras situaciones, pueden cambiar las cosas en un segundo. Para Juan David Borrero no. El tiempo no es solo un tema de respeto sino el génesis de su éxito.
En Conquito, la Agencia de Promoción Económica del Distrito Metropolitano de Quito donde fue la sesión fotográfica, llegó antes de lo acordado. Posó ante la mirada de su novia, Jasmine Tooks, quien le dio algunos consejos (es una de las ‘Angels’ de la marca Victoria Secret); y también ante varios emprendedores, que lo observaban disimuladamente, sin saber que ese ecuatoriano es uno de los altos directivos de una empresa que creció en un ecosistema similar al de ellos, pero que hoy es una de las más grandes de capital abierto (cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York) en el mundo, según Forbes.
Borrero es el gerente de Alianzas de Snap Inc., la empresa ‘tech’ dueña de la plataforma multimedia Snapchat, creada en 2010 por Evan Spiegel, Bobby Murphy y Reggie Brown, estudiantes de Stanford. Ésta es una aplicación que permite a los usuarios tomar fotografías, grabar videos, añadir textos y dibujos, y enviarlos a sus contactos. Cada persona puede controlar el tiempo que ese contenido puede ser visto.
Un año después de poner en marcha esa idea, los fundadores crearon la compañía Snap Inc., donde se incluyó a Snapchat como producto principal, y al que se han agregado otros como Spectacles, Zenly y Bitmoji. Esta última, una aplicación de calcomanías que adquirieron en 2016, junto a Snapchat fueron las dos ‘apps’ más descargadas el año pasado en iOS (sistema operativo de Apple).
¿Buenas calificaciones?
Abanderado en el Colegio Menor San Francisco de Quito, a Juan David Borrero le quedó una lección muy clara al dar sus primeros pasos en la Universidad de Stanford: “Llegué a un mundo donde tener excelentes notas no era suficiente. Había gente que a los 18 años ya tenía empresas, hablaba múltiples idiomas, tenía medallas Olímpicas, publicaron libros… Así que en mis primeras clases, mis calificaciones dejaron de ser la tradicional A del colegio”.
Borrero recuerda que al principio sintió que el mundo se le vino abajo. “Luego entendí que hay mucho más que notas, que lo que aprendes en la universidad no se iba a ver reflejado solo en exámenes, sino también en las actividades en las que participaba y en los amigos que haría”.
Justo en Stanford, que es la segunda universidad más prestigiosa del mundo de acuerdo al ranking internacional QS, conoció a Evan Spiegel, el creador de Snapchat. Específicamente, Evan y Juan David fueron compañeros de habitación en el edificio de residencias; “en segundo año, él ya tomaba clases en la Escuela de Negocios donde solo aceptaban a gente que hacía su maestría, y ya trabajaba en Intuit (compañía de software de negocios y finanzas”.
Luego, cuenta Borrero, su amigo Evan empezó una compañía con Bobby (Murphy, el otro creador de Snapchat) llamada Future Freshman, en la que ayudaban a estudiantes de secundaria a aplicar a la universidad. “Y ya en nuestro tercer año ellos empezaron a trabajar en Picaboo, que eventualmente se convirtió en Snapchat”.
De Stanford salió en 2012 con dos títulos (en Economía y en Relaciones Internacionales con una especialización en Ciencias Políticas), y tomó un camino distinto a Spiegel, quien daba sus primeros pasos con Snapchat: Borrero fue al Bank of America Merrill Lynch, en Nueva York.
No pasó mucho tiempo y, luego de descargar la app de Snapchat y usarla con sus amigos y familia en Ecuador, Borrero habló con Spiegel y Murphy. “Los convencí de que me dejaran ir a Los Ángeles para ayudarles con lo que estaban haciendo. Sentí que iba a ser una oportunidad única”.
Llegó a la empresa cuando eran 25 personas, la mayoría diseñadores o ingenieros de sistemas. Hoy Snap Inc. tiene más de 3 mil colaboradores. “Hice de todo un poco: atención al cliente, traduje la ‘app’ al español, hice presentaciones para la Junta Directiva e inversionistas. Fui como una especie de navaja suiza ayudando en varios proyectos, y a medida de que la compañía crecía, mi rol se iba adaptando también”.
Hoy lidera el área de desarrollo de nuevos negocios, con un equipo que gestiona contratos con todo tipo de empresas en las áreas de deportes, música y entretenimiento. “Por ejemplo, en la ‘app’ podías ver las Olimpiadas y la Copa del Mundo, o usar filtros que te convierten en Minnie Mouse y Hello Kitty”.