La crisis climática está tiñendo de verde a la Antártida

Redacción
Foto tomada en 2018 y publicada por la Universidad de Cambridge el 20 de mayo de 2020 que muestra algas de nieve multicolores en la isla Anchorage, en la Antártida. (Foto AFP PHOTO / Dr Matt Davey - Universidad de Cambridge / SAMS)

La Antártida evoca la estampa de un desierto blanco sin fin, pero la proliferación de algas está dando a partes del continente helado un tinte cada vez más verde. Su presencia fue advertida hace mucho tiempo por diversas expediciones, aunque recién los científicos realizaron un mapeo que encontró 1.679 floraciones.
 
Según una reciente investigación, el aumento de las temperaturas provocado por el cambio climático está ayudando a la formación y la propagación de la “nieve verde”, que se está volviendo tan abundante en algunos lugares que incluso es visible desde el espacio.
 
La Antártida alberga varios tipos de algas, que crecen en la nieve fangosa y absorben dióxido de carbono del aire. Musgos y líquenes están considerados los organismos fotosintéticos dominantes en la Antártida, pero el nuevo mapeo constituyen un componente clave en la capacidad del continente para capturar el dióxido de carbono de la atmósfera. “Aunque los números son relativamente pequeños a escala mundial, en la Antártida, donde hay una cantidad tan pequeña de vida vegetal, esa cantidad de biomasa es muy significativa”dijo a Reuters Matt Davey, del Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de Cambridge.
 
El equipo calculó que las algas en la península actualmente absorben niveles de CO2 equivalentes a 875,000 viajes promedio en automóvil.“Parece mucho, pero en términos del presupuesto de carbono mundial es insignificante", dijo Davey. 
 
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Los investigadores también descubrieron que la mayoría de las floraciones de algas estaban a menos de cinco kilómetros de una colonia de pingüinos, ya que el excremento de las aves es un excelente fertilizante.
 
Las regiones polares se están calentando mucho más rápido que otras partes del planeta y el equipo predijo que las zonas costeras bajas de la Antártida pronto estarían libres de algas ya que experimentarían veranos sin nieve.
 
Si bien más algas significa que se absorbe más CO2, las plantas podrían tener un impacto pequeño pero adverso en el albedo local: la cantidad de calor del Sol que se refleja desde la superficie de la Tierra.Mientras que la nieve blanca refleja el 80 por ciento de la radiación que la golpea, para la nieve verde esa cifra está más cerca del 45 por ciento.
 
Sin embargo, el equipo dijo que es poco probable que el albedo reducido afecte el clima de la Antártida en una escala significativa.