1 de noviembre, Día Mundial de Veganismo

Conozca algunos puntos a favor y otros que tomar en consideración desde el punto de vista nutricional sobre esta forma de alimentación que gana cada vez más seguidores.
Pilar Ortiz
No hay que olvidar que cualquier cambio en la forma de alimentación debe ser consultado y supervisado por un profesional.

El veganismo, desde el punto de vista nutricional, implica no consumir ningún tipo de alimentos de origen animal, algunas de las personas que la siguen lo hacen por posturas relacionadas a la defensa de la vida animal y otros la adoptan por motivos nutricionales para evitar y tratar ciertas patologías. Es el caso de las enfermedades cardiovasculares, ya que una dieta basada en plantas contribuye a mejorar los niveles de colesterol y de presión arterial, factores que disminuyen el riesgo cardiovascular.

Por otra parte, el alto contenido de fibra de las frutas y vegetales ayuda a mejorar complicaciones digestivas y a nivel del colon, además, la alimentación vegana ayuda a alcanzar y mantener un peso saludable porque está compuesta principalmente por alimentos nutricionalmente densos y bajos en calorías y grasas.

El otro lado de la medalla de esta forma de alimentación es que carece de algunos nutrientes esenciales como la vitamina B 12 y ácidos omega 3 y si no se diseña un plan adecuado puede llevar a deficiencias de hierro, calcio y proteínas. Sin embargo, una dieta vegana estructurada por un profesional considerando los requerimientos nutricionales de una persona y con suplementos de los micronutrients que no se obtienen de fuentes vegetales puede ser beneficiosa para la salud.

En términos generales, las comidas diarias deben incluir proporciones adecuadas de carbohidratos, proteínas y grasas, de hecho, la Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda que sólo un 25 por ciento de las proteínas de la dieta provenga de animales y que el 75 por ciento restante sea de origen vegetal.

No hay que olvidar que cualquier cambio en la forma de alimentación debe ser consultado y supervisado por un profesional, es la única manera de garantizar que traiga beneficios a la salud.