Sector ganadero requiere más apoyo

La ganadería es una fuente importante de ingresos para miles de personas en el Ecuador. Pero la baja rentabilidad y la falta de incentivos ha hecho que muchos productores abandonen la actividad.
Sandra Armijos Medrano
152.000 toneladas de carne bovina se producen anualmente en Ecuador, según el MAG.

La ganadería es considerada un pilar estratégico para la economía del país. La producción de leche y carne son fuente de ingresos para aproximadamente 1,3 millones de ecuatorianos en el campo. Datos de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos (AGLG) muestran que el segmento aporta el 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) agropecuario, el cual a su vez es del 7,7 por ciento del PIB a nivel nacional.

El subsecretario de Producción Pecuaria, Leopoldo Viteri, señala que de acuerdo al Sistema de Información Bovina del Ecuador (SIFAE) las provincias con mayor producción ganadera son: Chimborazo, Manabí, Cotopaxi, Pichincha y Tungurahua. Siendo Manabí la que tiene más cabezas de ganado al concentrar el 21 por ciento de la población bovina del país.

“Del total de predios registrados en el SIFAE, se observa que la cría de animales se destina en un 20 por ciento a la producción de leche, 11 por ciento de carne, 68 por ciento doble propósito y menos del 1 por ciento para lidia”, detalla.

Carlos Encalada, presidente de la AGLG, explica que en los últimos 14 años el hato ganadero ecuatoriano ha venido disminuyendo paulatinamente, debido a que la actividad ha dejado de ser un negocio rentable. “La falta de incentivos por parte del gobierno, el bajo consumo interno per cápita, la inseguridad en las zonas rurales, entre otras cosas son las causantes de esta situación”, manifiesta.

Vinicio Arteaga, presidente de la Asociación de Ganaderos de Santo Domingo (Asogan-SA), dice que se ha perdido una importante población ganadera, hasta el 2000 la agrupación contabilizaba cinco millones de cabezas de ganado, el año pasado el número cayó a cuatro millones.

“Estamos perdiendo y no porque el campo no quiera producir, sino porque la gente no tiene un nivel de subsistencia y abandona la actividad... La pobreza del campo y las limitaciones de las unidades productivas pequeñas hacen que las personas destinen al 75 por ciento de sus vacas al doble propósito, aunque no sea lo recomendado”, explica.

Asogan cuenta con la feria de exposición ganadera más grande del país.Actualmente, la venta se maneja bajo el sistema de subasta.

Exportaciones

Según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Ecuador produce cada año 152.000 toneladas de carne bovina. Mientras que por concepto de importación ingresan 142 toneladas.

Actualmente, el país es autosuficiente para cubrir la demanda interna de carne, pero no puede incursionar en el mercado internacional. “Para exportar, es necesario contar con un sistema de trazabilidad animal y desarrollar en el país centros de faenamiento de acuerdo a las normas del Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCAP)”, aclara Leopoldo Viteri.

Añade que con miras a ello las instituciones adscritas al MAG, han llevado a cabo estrategias que permiten reconocer y dar trazabilidad a los productos, como la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y la certificación de Mataderos Bajo Inspección Oficial (MABIO), mismas que forma parte de la normativa oficial para la autorización de centros de faenamiento.

A decir de Encalada, para acceder a los mercados internacionales se requiere de políticas de Estado que apoyen al sector pecuario con incentivos créditos y con seguridad jurídica y física.

“Los altos costos de producción, entre otros factores, no han permitido que el sector se desarrolle como debería. O se defiende a todo el sector productivo o se libera la importación de insumos para que podamos producir más eficientemente y a un precio más competitivo, no nos cerramos a la globalización, pero queremos las herramientas que nos permitan luchar en igualdad de condiciones”, puntualiza.

Para soñar en una exportación -añade Arteaga- a más de incentivos, se requiere que la responsabilidad del proceso de faenamiento pase a nivel privado y no sea municipal como se maneja en la actualidad, pues solo así se garantizará un adecuado control sanitario en el manejo de la carne, pues muchas no cumplen con las normas requeridas.

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