Sector camaronero busca depender menos del diésel
A través del Decreto Ejecutivo No. 614, en diciembre del año pasado, el Gobierno eliminó el subsidio al diésel al sector camaronero, específicamente para las fincas de más de 30 hectáreas productivas, incrementando en 16 centavos el precio de la libra de camarón.
La medida, generó sorpresa, sobre todo porque el segmento aún depende mucho de este combustible, pues son pocos los predios que están electrificados. Hasta finales de 2022, la Corporación Nacional de Electricidad registraba 729 clientes y 8.000 hectáreas (has) camaroneras con el servicio eléctrico.
En el 2019, el Gobierno gestionó un crédito de 200 millones de dólares con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para impulsar el cambio de matriz energética para el sector, con la instalación de subestaciones de transformación, redes trifásicas de distribución eléctrica en media y/o alta tensión, para que cerca de 49.000 has. Sin embargo, cada productor debía realizar una inversión dentro de su predio de aproximadamente 6.500 dólares por hectárea.
José Antonio Campusano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), asegura que estos montos son difíciles de financiar para camaroneros pequeños y medianos, por lo que cree imperativo que el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca (MPCEIP) cree un mecanismo financiero para este fin.
“El sector privado ha hecho importantes avances mediante los convenios de excepcionalidad, es decir recursos exclusivamente privados, los cuales les permite invertir en obras de infraestructura pública para que, luego de la fiscalización y evaluación, dichos valores sean devueltos vía tarifa eléctrica”, detalla.
Avances
Desde hace algunos años el sector ya viene buscando alternativas para depender menos del diésel, ya sea por cuestiones económicas o ambientales.
Los laboratorios de maduración y larvicultura, por ejemplo, han comenzado a usar Gas Licuado de Petróleo (GLP) que tiene un precio menor frente al diésel o han dado una transición energética más agresiva con el uso de energías renovables para la producción de calor. En el caso de las camaroneras éstas usan paneles fotovoltaicos en los sistemas de alimentación.
Una productora de camarón que está invirtiendo en reemplazar el uso de combustible en sus operaciones es Nirsa. Actualmente, la compañía tiene 80 has electrificadas en sus fincas del sector de Isla Escalante y Sabana Grande, para esta última tiene en marcha un proyecto que tomará cinco megas de la estación de San Lorenzo que está a 17km. Además, planea electrificar gran parte del sector de Terraquil, especialmente sus estaciones de bombeo.
El gerente de empacadora, Ricardo Aguirre, cuenta que allí tienen aproximadamente ocho bombas de 40 pulgadas y que la electrificación permitirá reducir el consumo de diésel.
Asimismo, anuncia que iniciará operaciones la camaronera Calademar sector 3, en Babahoyo, la cual estará completamente electrificada. “Tendrá piscinas entre 3 a 5,5 hectáreas y será muy eficiente, nuestra meta es sembrar altas densidades (380.000 animales por has) y nos va a ayudar a la sobrevivencia y el control del agua el tema de los aireadores eléctricos que vamos a instalar, estamos colocando seis HP por hectárea”, comenta.
La nueva camaronera tiene una inversión cercana a los 14 millones de dólares lo que incluye el costo del terreno, construcción de muros y electrificación.
Aguirre afirma que a más de los ahorros el sector acuícola ha optado por electrificar debido al compromiso ambiental por generar energía limpia y reducir las emisiones de CO2. Por ejemplo, los aireadores que se utilizan tienen un flujo más estable que los de diésel. "Pensando operacionalmente esto también ayuda a evitar derrames de combustible o aceites dentro de las piscinas, lo cual puede ocasionar un daño permanente en ellas y generar su contaminación”, explica.
Nuevas opciones
A decir de Daniel Guerrero, gerente general de Leinfinite Internacional Energy and Engineering Partners, el sector avanza hacia una transición energética. Una muestra de esto se da en el cultivo de nauplios y larvas, donde se usan energías renovables para la producción de calor, a través del uso de la bomba de calor de alta eficiencia de refringente natural y paneles híbridos, un concepto llamado hibridación.
La empresa trabaja con un proyecto de este tipo con el Grupo Texcumar- Acuatecsa. “Los resultados de estabilidad de temperatura han sido prometedores y los consumos eléctricos han sido los esperados (45 por ciento), esto ha detonado una migración a este tipo de fuentes de energías renovables, que tenga un aporte a la descarbonización y busquen sustentabilidad y sostenibilidad del producto”, asegura Guerrero.
La bomba de calor -revela- funciona igual que un caldero de gas o diésel, por lo que puede conseguir el salto térmico desde los 20 grados a temperatura deseada que es entre 60° y 90°. Mientras que el panel solar híbrido tiene un colector térmico que convierte la energía solar en electricidad, lo que se traduce en más energía en un espacio más reducido.
Duragas también ha puesto a disposición de esta industria soluciones energéticas para mejorar la eficiencia de los consumos de motores, generadores de agua caliente para laboratorios y movimiento para aireadores.
José Fernando Quintero, jefe de venta directa de la marca, resalta que el GLP ofrece beneficios frente a los combustibles líquidos como el diésel. Uno de ellos es que al tener un estado gaseoso tiene una mejor combustión y reduce en dos dígitos las toneladas de CO2 en el ambiente.
Adicionalmente, no genera material particulado lo que protege de la contaminación cruzada, gracias a su combustión completa genera hasta seis por ciento de eficiencia adicional al proceso y no produce impurezas.
“Con la eliminación del subsidio del diésel hay mucha expectativa con este tipo de proyectos. Los precios del GLP en comparación con el diésel sin subsidio resultan un 30 por ciento más barato y tiene menor incidencia ambiental”, remarca.
La compañía ofrece a los productores soporte de punto a punto, desde la infraestructura que se requiere hasta la gestión de permisos. Para atender al segmento cuentan con tanques para realizar las instalaciones y está importando equipos específicos para estar abastecidos.
Duragas tiene ha realizado más de 2.000 instalaciones para el sector industrial, la empresa ofrece cobertura a nivel nacional y analiza la posibilidad de ampliar el servicio hasta las islas donde hay unidades productivas.
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