Con polígrafo y escáneres las empresas evalúan los perfiles de los trabajadores

Las pruebas de confianza se están aplicando en varios puestos, especialmente en empresas y sectores de alto riesgo o cargos con información sensible. El polígrafo, el escáner óptico y el análisis de estrés de voz son algunas.
Sandra Armijos Medrano
El sector público y privado utiliza las examinaciones poligráficas para investigaciones y para el manejo y administración de riesgos.

Las pruebas psicotécnicas, de personalidad y de conocimientos, no son los únicos filtros por los que los candidatos a un puesto laboral deben pasar ahora. Cada vez son más las empresas que aplican pruebas de confianza para un nuevo ingreso, un proceso de rutina o cuando se ha presentado un ilícito.

Estas pruebas se aplican en diversos puestos, para el personal de empresas de seguridad, transportes de valores, sector financiero, logística, camaroneras, puertos, aeropuertos, empresas de consumo masivo, supermercados, gasolineras, constructoras, hoteles, aseguradoras, florícolas, entre otras. Incluso, personas particulares también contratan el servicio para cubrir puestos de niñeras, empleadas domésticas y choferes.

David Coli, fundador de Detectar, señala que muchos empresarios y dueños de negocios que han sido víctimas de extorsiones, atentados, secuestros o robos han descubierto después que éstos fueron ocasionados por sus propios trabajadores, razón por lo que optan por las examinaciones poligráficas para minimizar sus riesgos o de apoyo en procesos investigativos.

La evaluación integral de confianza, explica, contempla algunas metodologías, entre ellas: pruebas de polígrafo, visitas domiciliarias, evaluación socioeconómica, pruebas toxicológicas y psicológicas.

En poligrafía, por ejemplo, se evalúa si una persona presenta indicadores de engaño a varias preguntas. Durante la prueba, se monitorea y registra los cambios en los indicadores fisiológicos involuntarios del sistema nervioso del evaluado, tales como: frecuencia cardíaca, presión arterial, cambios en la respiración y conductividad eléctrica de la piel. Las variaciones son captadas por el polígrafo e interpretadas por el poligrafista, quien determina si existe engaño.

Estas evaluaciones, según estándares internacionales, duran entre una hora y media y dos horas. Su costo puede variar de acuerdo al tipo de evaluación y la cantidad que requiera el cliente, una prueba específica está entre 120 y 140 dólares, mientras que una preempleo o rutinaria va desde los 100 a 120 dólares.

Jonathan Toledo Cevallos, gerente general de Grupo Toledo, dice que en el 2023 la demanda de éstas creció para la empresa en un 20 por ciento, siendo los puestos más solicitados para evaluar: guardias de seguridad, protectores, conductores, vendedores, cobradores, técnicos reefer, personal del área financiera contable, logística y transporte.

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Las examinaciones poligráficas que más se utilizan en el país son las de preempleo, rutina y específicas. Las primeras permiten contratar talento humano confiable y evalúa sus vínculos con delincuentes, alteraciones en hoja de vida, involucramiento en actividades ilícitas, historia laboral, entre otros aspectos.

La de rutina valora a los colaboradores para promociones o procesos de control y evitan el robo hormiga en las empresas, fuga de información o complicidad en actividades ilícitas internas. Mientras que las específicas corresponde a investigaciones internas por actividades ilícitas ejecutadas. “La confiabilidad de la evaluación poligráfica es del 90 al 93 por ciento”, resalta Toledo.

La compañía tiene 11 años de experiencia ofreciendo el servicio, además de polígrafo ofrece visitas domiciliarias, Background checks (verificación de antecedentes, laborales, judiciales, penales), verificación de referencias personales y laborales, así como la herramienta de evaluación proyectiva de integridad en línea INTEGRITAS, que permite predecir comportamientos contraproducentes en el puesto de trabajo.

Detectar brinda también: examinaciones poligráficas investigativas, preempleo y de permanencia, así como capacitación en evaluación de la credibilidad, pruebas toxicológicas, visitas domiciliarias, evaluación socioeconómica y Background check.

Cuando una persona miente el polígrafo detecta cambios en la presión arterial, respiración, actividad eléctrica de la piel, movimientos voluntarios y disminución del volumen del pulso.

Métodos de detección innovadores

El escáner óptico infrarrojo es la nueva generación de detectores de mentiras. Esta tecnología conocida como EyeDetect es capaz de medir cambios sutiles en los ojos para detectar si una persona está siendo veraz.

Ana Garaycoa, poligrafista y Risk Manager de Securityrisk, afirma que cuando una persona miente el cerebro tiene que trabajar más duro, cuanto mayores son las consecuencias de la mentira, mayor es la carga cognitiva, lo que afecta a los ojos involuntariamente. “EyeDetect mide los cambios en el diámetro de la pupila, movimiento ocular, tasa de respuesta, tasa de parpadeo y de errores, fijaciones. Esta tecnología, al igual que el polígrafo, cuenta con validez científica”, señala.

El escáner tiene una precisión del 86 a 91 por ciento en pruebas de monitoreo de 30 minutos y precisión de hasta 89 por ciento en pruebas diagnósticas de 15 minutos. Los resultados están en menos de cinco minutos junto con un informe personalizado. El costo de la prueba es de 100 dólares.

La compañía ofrece también el servicio de polígrafo tradicional, validación automatizada de antecedentes en fuentes públicas nacionales e internacionales, Test de Integridad Psicométrico Veritas y estudios de confiablidad.

“Se recomienda pruebas de confianza para contratación, monitoreo de cargos críticos donde el trabajador maneje información sensible, donde sean susceptible a sobornos, en empresas donde su core de negocio sea de alto riesgo. Incluso tenemos pruebas para la contratación de personal doméstico, cuidadora de niños, choferes”, comenta Garaycoa.

Otra prueba que se está utilizando en la selección de personal o casos de investigación es el análisis de estrés de voz (VSA por sus siglas en inglés), éste mide y registra las respuestas fisiológicas involuntarias de las personas ante un estímulo psicológico, es decir las preguntas del entrevistador.

Está técnica evalúa los micro temblores musculares en la voz, que en condiciones de tensión pueden alterarse y ser detectados por el sistema.

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En el Eyedetect una cámara de alta velocidad registra el comportamiento y movimiento de los ojos del participante.