Panorama prometedor para la industria minera ecuatoriana
La minería a gran escala en el Ecuador, que inició en el segundo semestre de 2019, ha generado un importante aporte para la economía nacional, lo cual se evidencia en las cifras. Entre el 2020 y 2021, las exportaciones mineras superaron los 3.100 millones de dólares y de enero a julio del presente año se sumaron 1.600 millones.
Estos números, que ya ubican a la minería como el cuarto rubro de exportación más importante del país, se deben en gran medida a la producción de las minas Mirador y Fruta del Norte, de las empresas EcuaCorriente y Lundin Gold, respectivamente, ambas ubicadas en la provincia de Zamora Chinchipe.
Y el panorama es más prometedor, pues los proyectos denominados de segunda generación avanzan en sus respectivas etapas y está previsto que, en los próximos años, siete comiencen la construcción de minas y su posterior producción.
Uno de ellos es el proyecto Cascabel, depósito Alpala, ubicado en la provincia de Imbabura, que alberga un total de recursos de 9.9 millones de tonelada de cobre, 21.7 millones de onzas de oro y 92.2 millones de onzas de plata.
Según la planificación de SolGold, compañía dueña de la concesión, el estudio de pre factibilidad de Cascabel se completará a finales del presente año, mientras que el estudio de factibilidad definitivo se proyecta presentarlo al cierre del 2023, dependiendo de los procesos de aprobación del Gobierno.
La mina será subterránea y las reservas que contiene permiten prever un gran potencial productivo, ubicándola entre los principales 20 yacimientos de cobre y oro en Sudamérica. "Se tiene la perspectiva de que sea una operación grande, de bajo costo y con una larga vida útil, la cual se estima sea inicialmente de 26 años, con un potencial a extenderse más allá de los 50 años", asegura Steven Botts, presidente de SolGold Ecuador.
Por ello, su desarrollo demanda una gran inversión. Se estima que hasta la fase de exploración, se destinarán 430 millones de dólares. Mientras que la preproducción y posproducción de la mina demandará 2.700 millones y 2.100 millones, respectivamente.
Más al sur del territorio, en la provincia de Cotopaxi, está el proyecto La Plata, que empezó con un régimen de pequeña minería, sin embargo, los trabajos de exploración permitieron establecer características superiores del yacimiento, y su explotación será bajo el régimen de mediana escala.
Se estima que en el proyecto existen más de 2 millones de toneladas de roca (mena) con contenidos de cobre, oro, zinc y plata que se pueden extraer. Con un promedio de extracción de 950 toneladas diarias, la vida útil de la mina llegaría a ocho años.
En este 2022, las principales actividades de Atico Mining Corporation, empresa que desarrolla La Plata, consisten en la ingeniería de todas las facilidades necesarias para la explotación, procesamiento, transporte y comercialización de los minerales del yacimiento.
"Se ha programado iniciar la construcción de la mina el siguiente año; sin embargo, esto dependerá de la obtención oportuna de todos los permisos que los debe otorgar el Gobierno", afirma Fabricio López, gerente de Operaciones del proyecto.
De acuerdo con la planificación de la empresa, un año tomarán los trabajos de la mina, con lo cual la producción iniciaría en el segundo semestre de 2024.
Antes de llegar a la fase de explotación, Atico Mining Corporation prevé una inversión 100 millones de dólares, en ingeniería, permisos y construcción de las facilidades. Además, se proyecta que durante los ocho años que tome la explotación minera se destinen alrededor de 220 millones de dólares para salarios, transporte, mantenimiento, servicios especializados, y programas socioambientales, lo cual impacta positivamente en el crecimiento económico local.
Lea también: ¡Qué gran oportunidad para el desarrollo minero!
Otro proyecto estratégico es Warintza, ubicado en la provincia de Morona Santiago, en la cordillera del Cóndor, el cual es desarrollado por Lowell Mineral Exploration S.A., subsidiaria de la compañía canadiense Solaris Resources.
La empresa lleva tres años de operaciones en el área, donde constan nueve concesiones mineras, y cuenta con más 100.000 metros de perforaciones. Según los estudios e investigaciones realizadas, en la zona se evidencian recursos indicados e inferidos de cobre.
Según datos del Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables, la construcción de la mina está prevista para el 2025 y la fase de explotación comenzaría en 2028.