Opciones para la formación integral de los conductores
En Ecuador, hay más de tres millones de personas con licencias de conducir, las cuales están habilitadas para manejar diversos vehículos como automóviles, camionetas, buses, camiones, maquinaria pesada, entre otros. Para obtener este documento, los conductores deben cumplir con varios requisitos y superar un proceso de conocimientos, que incluye la aprobación de un curso teórico y práctico de manejo, señales de tránsito y reglamentario.
De acuerdo con la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, el certificado o los títulos de aprobación de estudios que otorguen las escuelas de capacitación autorizadas son requisito indispensable para el otorgamiento de la licencia de conducir.
Esta es la función principal de las 162 escuelas de capacitación para licencias no profesionales y de las 170 para licencias profesionales que operan en el país, según los registros de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
A través de los cursos de capacitación, los centros buscan entregar a la sociedad conductores responsables debidamente preparados que entiendan la necesidad de valorar la vida en las vías, explica Mónica Balseca, directora de la escuela de conducción Escut.
Para ello, se desarrollan destrezas y habilidades en los estudiantes en la carga horaria establecida para cada una de las categorías. Por ejemplo, para la licencia no profesional tipo B se establecen 33 horas, distribuidas en 15 horas teóricas, 15 prácticas y 3 de primeros auxilios, las cuales se cumplen en dos semanas.
En cambio, para una licencia profesional se requieren 320 horas con una malla curricular más amplia que incluye educación vial, leyes y reglamentos, mecánica básica, primeros auxilios, geografía del Ecuador, relaciones humanas, computación, inglés y hasta educación ambiental.
El gran objetivo es disminuir las cifras de accidentabilidad en el país a causa de errores humanos de conducción.
Por este motivo, los centros tratan de brindar una formación integral respaldada en personal calificado. La escuela de conductores profesionales ECOVIAL del Instituto Tecnológico Superior Libertad es una muestra de este accionar, pues cuenta con docentes profesionales de tercer y cuarto nivel acreditados por el organismo competente, así como con instructores de prácticas de conducción experimentados.
El personal instruye a los estudiantes que llegan a esta escuela de conducción, que brinda cursos para obtener títulos de conductores profesionales tipo C, C1, D y E. “Además, realizamos evaluaciones de exámenes psicosensométricos (agudeza visual, auditiva y reflejos sensitivo motores de extremidades superiores e inferiores), para renovación de las licencias en todas las categorías incluida para la licencia tipo B, para actualización de conocimientos, prácticas de manejo, y seminarios de educación vial”, afirma Rafael Velasco, director general de la escuela.
En 2019, ECOVIAL capacitó a 2.451 conductores profesionales, siendo la de mayor demanda la categoría tipo C con una participación del 65 por ciento.
En cambio, Escut tiene instructores de conducción y un cuerpo docente de nivel superior reconocido por la SENESCYT. La escuela brinda cursos de conducción para licencia no profesional tipo B, profesional tipo C, de recuperación de puntos de licencias, entre otros. El año pasado capacitó a 1.292 conductores no profesionales y dio inicio a su curso de conducción profesional con 40 estudiantes. Adicionalmente, las escuelas participan en campañas de educación y seguridad vial encaminadas a concienciar a la comunidad en general sobre la importancia de un cambio de actitud como parte del sistema vial.