Mejorar el control del transporte por carretera, un elemento esencial para la seguridad de la carga
La contaminación de la carga con sustancias ilícitas es una de los principales problemas que afronta el sector exportador ecuatoriano, que debe pagar más por seguridad a fin de no perder su producto y quedar mal con sus compradores internacionales.
Por ello, la seguridad de la cadena logística, es un tema de suma relevancia para las economías globalizadas y por lo mismo, las empresas de transporte y en particular las de transporte de carga por carretera, deben incorporar medidas que les permitan proveer un servicio seguro y competitivo.
Actualmente, el Sistema de Gestión en Control y Seguridad BASC proporciona herramientas específicas en cuanto a la seguridad de la unidad de transporte, en la cual se debe establecer controles operacionales apropiados.
Estas acciones contemplan inspección mecánica y de estructura de la plataforma, selección de rutas seguras, estudio del personal, así mismo monitoreo de las unidades para garantizar la integridad de la carga y mantener registros que evidencien el control y trazabilidad durante la actividad.
Las empresas que forman parte del BASC son auditadas periódicamente y ofrecen la garantía de que sus productos y servicios son sometidos a un estricto proceso de auditoría en todas las áreas, lo cual contribuye a desalentar fenómenos delictivos como el robo, narcotráfico, contrabando y el terrorismo que perjudican al país.
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Un Ecuador Seguro se puede lograr implementado distintas estrategias y protocolos por parte de diversas empresas, tanto las dedicadas a los aspectos de seguridad, como las de logística y las propias prestadoras de los servicios de transportación.
Según la Federación Nacional de Transporte Pesado (Fenatrape), Ecuador cuenta con 4.432 empresas de transporte de carga. Sin embargo, el 36 por ciento no declara ingresos al Servicio de Rentas Internas, lo cual afecta al sector e incrementa la informalidad.
Ante esta realidad, BASC resalta que las empresas y los gremios de transportistas por carretera deben ser conscientes de la necesidad de contribuir a la seguridad integral de la cadena de suministro.
Por esa razón, el sistema se enfoca en que las empresas deben priorizar la generación de la cultura de seguridad con sus miembros, liderado por el compromiso de la alta gerencia y cumplimiento en conjunto de la política y los objetivos organizacionales y de seguridad.