Más de 11.000 hectáreas de banano se han regularizado en Ecuador
La siembra de nuevas hectáreas para la producción de banano convencional está prohibida en el Ecuador, sin embargo, en los últimos años era un secreto a voces el crecimiento de las plantaciones de la fruta en diferentes provincias del país.
Para tratar de frenar esta situación y con el fin de fortalecer la formalización en el sector, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) inició en octubre de 2020 el proceso de regularización de estos sembríos que no estaban registrados.
Según la Cartera de Estado, hasta diciembre del año pasado, se regularizaron 11.106 hectáreas pertenecientes a 252 productores. Estos trámites generaron una sanción de 6,6 millones de dólares (pues estaba prohibido sembrar).
Con esta regularización, los bananeros registrados ahora pueden beneficiarse de créditos, de asistencia técnica para la producción y hasta de medidas de bioseguridad, relacionadas al fusarium R4T.
“Este proceso fortalece el enfoque de la estrategia de control vigilancia de la enfermedad identificando la ubicación de las fincas y su entorno, lo que garantizará la sostenibilidad de toda la industria”, resalta la Subsecretaría de Musáceas del MAG.
En el ámbito de comercialización, el proceso permite que la fruta producida en estas plantaciones se enmarque en la Ley del Banano.
De acuerdo con este cuerpo legal, toda caja debe comercializarse a través de contratos firmados entre un productor y un exportador, y cumpliendo con el precio mínimo de sustentación que es de 6,25 dólares para el presente año.
Sin embargo, la realidad no es así. De todo el volumen de banano que exportó nuestro país el año pasado, el 59 por ciento se vendió a los mercados de la Unión Europea, Rusia, Estados Unidos, Reino Unido y el EFTA (Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza), cuyos compradores firman contratos.
El 41 por ciento restante se destinó a Medio Oriente, Europa del Este, Asia central, Cono Sur, África, entre otros mercados, que compran bajo la modalidad spot (ocasional).
Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (ACORBANEC), asegura que lo correcto es que se permitan ambas modalidades de venta, para adaptarse a las condiciones de los compradores en los diferentes destinos.
La Ley de Banano solo permite la alternativa de contrato. Por ello, Salazar indica que la normativa, expedida en 1997, está enfocada a la realidad de esa época y no refleja las necesidades actuales.
“Lejos de dinamizar las exportaciones, las restringe, ya que contempla fijar solamente un precio y a controlar y sancionar su cumplimiento”, asegura el directivo, tras indicar que también establece una serie de tramitologías y condicionamientos que encarecen los costos de producción y exportación.
Ecuador es el único país exportador de banano que tiene un precio mínimo de sustentación para la caja de la fruta, un producto cuya cotización depende del entorno internacional.
“El mercado es cada vez más volátil y dinámico, exige cambios rápidos, y es nuestro reto, el adaptarnos a los mismos, pero la única que no lo ha hecho es la normativa de banano, de ahí la necesidad de derogar esa Ley por ser caduca”, enfatiza Salazar.
Este pedido se enmarca también en el principio de igualdad. El resto de productos de exportación del país, como camarón, pesca y atún, madera, flores, cacao, etc., no tienen un cuerpo legal que regule su producción y comercialización, ni mucho menos fija un precio de venta.
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Los esfuerzos de las autoridades deberían orientarse a regular temas laborales, de higiene y calidad del sector, así como a fomentar la asociatividad y la competitividad, especialmente de los medianos y pequeños productores.
Además, de impulsar la eficiencia en las plantaciones, pues Ecuador tiene una productividad promedio de 2.000 cajas por hectárea al año, mientras nuestros principales competidores de la región fluctúan entre las 2.500 y 3.500 cajas.
El MAG es consciente de que la realidad del sector complica que el cien por ciento del banano se venda bajo contrato, especialmente por los factores exógenos como la caída de precios internacionales y el encarecimiento de costos de insumos como el cartón, el plástico, entre otros.
“Lo que ha motivado que se realice un diálogo entre los operadores bananeros y esta Cartera de Estado para encontrar fórmulas que permitan superar este desfase”, indica el Ministerio.