Los vehículos se blindan frente a la delincuencia
El 2023 fue el año más violento en la historia del Ecuador. Según fuentes policiales, el país cerró con una tasa de más de 40 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. La escalada de violencia, robos, secuestros y sicariatos ha repercutido tanto en la demanda como en la oferta de blindajes automotrices.
Solo el año pasado la empresa Armor International blindó alrededor de 35 vehículos. Su efectividad o protección explica la directora de blindaje 3-d Shield para Ecuador, Mercedes Fuentes, depende del calibre de las armas utilizadas por los delincuentes, el nivel de protección del automotor y el adecuado ensamble del mismo.
La especialista advierte que el servicio debe contar con certificaciones balísticas internacionales, acreditaciones y experiencia por parte de la empresa que lo realiza, pues los vehículos tienen áreas clave que si no son cubiertas se vuelven puntos vulnerables.
“No todos los vehículos se deben o pueden pasar por este proceso, depende de su capacidad de carga y procedencia. Un blindaje superior con protección de armamento tipo fusil solo puede ser aplicado en vehículos con capacidad de carga superior, pues se añaden entre 800 a 1.200 kilos. También se debe tomar en cuenta la vida del automotor y la inversión del cliente”, comenta.
Armor International es una empresa colombiana especializada en el área de blindaje automotriz y desde hace tres años ofrece en Ecuador el servicio. Su sistema de protección de llantas Rolling Armor, por ejemplo, permite al vehículo no ser sometido a un ataque y continuar en movimiento por 30 kilómetros sin dañar los neumáticos y el material que cubre la carrocería está compuesto por piezas pre formadas a medida con su material patentado 3-DSHIELD.
Los precios, señala Fuentes, dependen del paquete de protección y áreas cubiertas (vidrios, puertas, área frontal, techo). Éstos pueden oscilar entre los 20.000 y 32.000 dólares.
Otra empresa especializada en esta rama es Protemax. Ésta ofrece los niveles de blindaje IIA, II y IIIA. El primero se recomienda para autos con motores desde 1.6cc e incluye vidrios de 14 a 16 mm y colocación de Kevlar en las cuatro puertas, este nivel resiste armas de 9mm FMJ y 0.38 MS JSP.
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Para motores desde 1.8cc está la categoría II, en éste se incrementa la protección con acero balístico en los parantes, vidrios con grosor de 16 a 18mm y Kevlar en las cuatro puertas con una resistencia balística de 9mm FMJ, 0.38 MS JSP y de 0,357 Magnum Jsp.
El gerente comercial, José Zúñiga, detalla que la IIIA está pensada para carros con motor 2.0cc. Este en un blindaje más completo y además de vidrios y puertas incluye el techo y la pared de fuego (panel frontal del vehículo) con acero balístico y los cristales alcanzan un grosor de 18 a 23 mm, una protección que soporta impactos de proyectiles de 9mm FMJ, 0.38 MS JSP, 0,357 Magnum Jsp, 9mm UZI y 0.44 Magnum SJHP. El blindaje de este último nivel es más invasivo y su ejecución puede tomar entre 30 a 45 días.
Los concesionarios también han incursionado en este segmento. Orgu Ford, distribuidor de Ford en la región Costa, prevé este 2024 crecer alrededor de un 50 por ciento en su línea de Orgu Blindados, la cual ofrece un nivel III-A de protección en las categorías silver, gold o platinum.
El gerente de marketing, Daniel Yánez, detalla que el servicio se dirige principalmente para SUV o camionetas que se ajusten a los requerimientos mecánicos necesarios para un blindaje. Para la protección de opacos (techo, parantes, estructura y cabina en general) utilizan Kevlar balístico ultra liviano y acero balístico de 2mm; para los vidrios emplean tecnología procedente de AGP y Centigon, las dos plantas más importantes de vidrios blindados.
“Dependiendo del tamaño y tipo de vehículo y blindaje los precios pueden variar desde 21.990 hasta los 36.990”, asegura.
Láminas de seguridad
A diferencia del blindaje automotriz las láminas de seguridad están orientadas a brindar protección anti atraco o accidentes. Éstas no poseen propiedades balísticas como los vidrios blindados, por lo que no soportan impactos de proyectiles.
Existen muchas variedades de estos productos en el mercado, pero su eficacia está en la calidad de la goma y filtro UV, que son las que evitan que se desprenda y se ponga amarilla con el tiempo. Para ser considerada una lámina de seguridad debe tener un grosor mínimo de 2.000 micrones. La instalación de estas películas no requiere de ningún permiso, mientras sean transparentes.
José Zúñiga remarca que debido a su demanda éstas aumentaron sus niveles de protección medios/altos (24, 30 y 60 micras) y hoy ofrecen mayor resistencia ante impactos con objetos contundentes.
“En relación al 2022 ésta aumentó un 10 por ciento. En el 2023 instalamos 5.400 unidades con láminas de seguridad a nivel nacional, nuestro promedio mensual es de 450. Los costos de instalación van desde los 190 hasta los 1.400 dólares en el nivel más alto”, menciona.
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