La producción orgánica continúa con su ritmo de crecimiento en Ecuador
Aunque todavía tiene una participación marginal, la producción orgánica ha crecido en la última década en Ecuador. El coordinador general de Inocuidad de Alimentos de Agrocalidad, Rommel Betancourt, explica que apenas el 1,39 por ciento de la superficie agrícola del país está destinada a este tipo de producción.
A mayo de este año, se encuentran registradas 59.600 hectáreas con certificación orgánica y 14.043 están en transición para serlo.
Actualmente, hay 2.252 tipos de productos registrados como orgánicos en el país, que son producidos, procesados, exportados y comercializados. De estos, 649 corresponden a productos agropecuarios primarios, como: banano, cacao, café, frutales, hortalizas, caña de azúcar, palma aceitera; y 1.603 a procesados como: chocolates, snacks, chips de plátano, té, panela, deshidratados, entre otros.
“La calidad de los productos orgánicos es superior a la de los productos convencionales, no tienen residuos de plaguicidas y nitratos; tienden a contener mayores contenidos de vitamina C y polifenoles antioxidantes”, enfatiza Betancourt.
Entre enero y febrero del 2023, se exportaron 85.100 toneladas de productos orgánicos, el 92,72 por ciento fue banano y sus subproductos representaron el 4,34 por ciento. El porcentaje restante lo integran la palma aceitera, el cacao y sus procesados, los camarones, panela, mango, café, palmito, coliflor, aguacate, orito, maracuyá y guayusa.
Estados Unidos y la Unión Europea son los principales destinos, y en este último, Ecuador ocupó por segundo año consecutivo el primer lugar entre los 10 países exportadores de productos orgánicos, con 12 por ciento de participación en este mercado.
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Precisamente, Mundo Banana es una de las empresas que ha llegado con sus productos orgánicos a esos mercados. Ricardo Umpiérrez, propietario, señala que ha destinado 300 hectáreas en la península de Santa Elena para este tipo de producción. Motivado por la intención de incursionar en Europa, hace cinco años decidió apostarle a esta práctica no tradicional.
“Con la producción orgánica hemos alcanzado beneficios comerciales como mercados más estables y en el ámbito social contamos con la certificación fair trade en nuestra finca, por lo que tenemos planes de desarrollo de nuestro personal y la comunidad”, explica Umpiérrez.
Soluciones orgánicas
Los fungicidas biológicos, es decir, que procede o se extrae de un ser vivo o el propio ser vivo, como los virus, son alternativas válidas, que no contradicen la producción orgánica.
Por ejemplo, Bayer Ecuador ofrece una herramienta de control biológico dentro del concepto del Manejo Integrado de Plagas (MIP) que se denomina Serenade, un producto que cuenta con todas las certificaciones orgánicas que exigen los mercados internacionales.
Es un biofungicida que sirve para el control de hongos en varios cultivos, por ejemplo, en plantaciones de banano, rosa, o de arroz.
Carlos Mautong, líder comercial de la división agrícola Crop Science Ecuador, explica que los productos biológicos son una herramienta muy útil para prevenir la resistencia de plagas y enfermedades.
Los insumos utilizados en la producción orgánica hacen que estos cultivos sean más seguros para los agricultores. Cada año, en el mundo, mueren millones de personas por la exposición a los plaguicidas de la agricultura convencional, el 10 por ciento de muertes entre los obreros agrícolas pueden ser atribuidas a este factor, de acuerdo con datos de Agrocalidad.
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