La industria plástica, resistente ante la crisis

Cecibel Serrano Zambrano
19.000 empleos directos y 120.000 indirectos

El inicio de la pandemia por el COVID-19 en Ecuador trajo consigo muchos desafíos para distintos sectores productivos del país. Uno de estos fue el de la industria plástica, la cual está compuesta por alrededor de 600 empresas formales y no formales, y representa más del 1,2 por ciento del Producto Interno Bruto nacional.

Según la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), los productos más utilizados de este material durante la emergencia sanitaria han sido los de un solo uso, entre ellos las mascarillas y guantes de látex, siendo altamente requeridos no solo por el sector de la salud, sino también por la población. El incremento en el uso de estos artículos llegó al 1.000 por ciento.

Los vasos, tarrinas, películas de polietileno y recipientes para agua, cloro y alcohol también han estado muy presentes durante esta época, seguido por las fundas para el transporte de alimentos y otros productos descartables. Varios protocolos de bioseguridad también obligaron a reforzar los cuidados en los empaques y embalajes, lo cual ubicó nuevamente en el escenario a diferentes productos plásticos, gracias a sus características de inocuidad, su bajo costo, fácil limpieza y disponibilidad en el mercado.

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El presidente de la Aseplas, Jorge Mórtola, resalta que ante los desafíos y las nuevas necesidades que se establecieron con la aparición del COVID-19, hubo mucha imaginación en la industria. Como ejemplo, destaca la fabricación de separadores de ambientes, equipos de ventilación y de protección, respiradores y rociadores, en los cuales se utilizaron, tubos, mangueras, tanques, separadores, techos, paredes y pisos plásticos.

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Una de las empresas que entraron en esta dinámica es Consuplast, del Grupo Gerardo Ortiz, la cual durante los dos primeros meses de la pandemia dio un giro completo a sus actividades productivas, desarrollando protectores faciales y cascos de seguridad con láminas de pet y bandejas de sanitización. La fabricación de estos artículos permitió mantener operativas algunas secciones de la empresa y conservar sus fuentes de empleo.

Su gerente comercial, Santiago Martínez, menciona que, gracias a la capacidad instalada y la diversidad de líneas de producción de la fábrica, también se pudo brindar diferentes alternativas de envases plásticos para productos como alcohol y gel antibacterial, abasteciendo a empresas del Grupo y a varios clientes a nivel nacional. En el caso de los protectores faciales, la empresa, ubicada en Cuenca, llegó a comercializar más de 600.000 unidades en los dos primeros meses de producción.

En julio, ya pudo operar cerca del total de su capacidad instalada, fabricando cuatro veces más que en abril pasado.

Entre las principales líneas de producción de Consuplast se encuentran inyección, extrusión de film plástico, soplado de envases y pomos de pet, láminas de polyexpanded, espumaflex, vajillas de melamine, productos descartables para alimentos, elaboración de mangueras y la línea de fabricación de juguetes. Sin embargo, Mórtola afirma que el crecimiento en el consumo de películas y fundas plásticas en plena pandemia por parte de los hogares, no compensó el nivel acostumbrado por la actividad comercial, evidenciando una caída del 30 por ciento en ventas del primer semestre del presente año, en comparación con el mismo periodo de 2019.

Esto se debe en gran parte a que el comercio formal dejó de laboral con normalidad al menos 30 días. Parte de esa pérdida también se refleja en las importaciones, la cual de enero a julio fue de un poco más de 233 millones de dólares llegando a tener una reducción del 18 por ciento en comparación al año anterior, según cifras del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador.

Consuplast es proveedor de gavetas industriales para la industria de alimentos del país. Foto cortesía.

 

Altos y Bajos
Con la llegada de la pandemia, Mario Garzón, gerente General de Promoplast, menciona que hubo mucha incertidumbre para la industria plástica y comenta que a pesar de las dudas que existieron, apenas se declaró el estado de emergencia, la empresa acató la disposición del Gobierno y permaneció cerrada por mes y medio. “Durante esos días nos preparamos para cumplir con todas las medidas de seguridad necesarias para volver a la producción y también logramos colaborar con la demanda de productos descartables, descartando algún caso de COVID en la empresa”, explica.

Para salvaguardar la salud de su personal, la compañía transporta a sus colaboradores en vehículos particulares y trabaja con una dotación parcial de su equipo que varía entre un 30 y 50 por ciento. Promoplast cuenta con dos líneas de producción, la de fundas plásticas tipo camiseta para basura y desglosables, y plásticos de un solo uso, como cucharas, vasos y tarrinas.

Su gerente afirma que solo en mayo hubo un incremento de demanda en la línea de producción de fundas plásticas, mientras que la de descartables tiene una baja del 30 por ciento debido a que muchos restaurantes, escuelas y comercios en general aún permanecen cerrados.

Dentro de los planes de sostenibilidad que mantiene Promoplast, se encuentra un acercamiento iniciado desde hace dos años con el Ministerio de Producción para establecer normas de producción ambientalmente amigables y responsables con el fin de incorporar material de reciclado post consumo, para disminuir el uso de materias primas vírgenes. Mario Garzón indica que, en 2018, con la ordenanza de Guayaquil que exigía incorporar a la producción hasta un 70 por ciento de material reciclado, la empresa realizó una fuerte inversión de maquinaria y luego en enero del presente año con la implementación del impuesto a las fundas se realizó una nueva inversión que en total aproxima los 500.000 dólares.

Bajo una misma línea responsable con el ambiente, la empresa norteamericana Maxpack Machinery lanzó al mercado una maquinaria capaz de fabricar bolsas doypack laminadas, que son 100 por ciento reciclables. Inicialmente la maquinaria estuvo dirigida a envasar plátanos congelados, a través de las bolsas doypack. Para ello, la empresa utiliza una máquina Maxpack MFSG Series que incluye varios modelos doypack horizontales preformadores.

Maxpack Machinery fabrica una maquinaria dedicada a la producción de bolsas doypack con material reciclado. Foto cortesía.

Mientras que, para el sellado la máquina modifica la unidad de estiramiento de la bolsa e incorpora un sistema de paletas para retirar el aire dentro de ella. Por otra parte, este equipo incluye un sistema de shaker para que el producto logre asentarse correctamente en la bolsa y ayude a la unidad de es-tiramiento de la funda para obtener un sellado óptimo.

Maxpack Machinery es un fabricante de maquinarias de envasado impulsada por tecnología robótica y que también aprovecha otras innovaciones como el Internet de las Cosas y la automatización para diseñar, fabricar y comercializar maquinarias de envasado de última generación.

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