La generación de energía fotovoltaica crece en el Ecuador
La energía fotovoltaica, que consiste en la transformación directa de la radiación solar en electricidad, representa apenas del 0,33 por ciento de la potencia instalada de generación en nuestro país.
Una cifra claramente marginal frente a la generación hidráulica (58 por ciento) y de fuentes no renovables como el búnker, gas y otros combustibles (39 por ciento). Sin embargo, la instalación de paneles solares avanza de manera firme en los sectores empresarial, industrial y residencial.
El principal motivo: la rentabilidad que representa el uso de energía fotovoltaica generada por el mismo usuario en comparación con el abastecimiento proveniente del sistema nacional interconectado.
"Es una inversión que involucra un círculo virtuoso de ahorros económicos en planillas de luz desde el día que la planta solar se pone en marcha", asegura Gino Pinargote, presidente & Desarrollo de Nuevos Negocio de Genera, empresa especializada en proyectos renovables.
El costo del kilovatio hora generado con la radiación solar es inferior tres a uno al compararlo con el valor del kilovatio que entrega la distribuidora eléctrica.
Adicionalmente, está el valor ambiental, debido a que la energía fotovoltaica no emite gases de efecto invernadero y es considerada como una de las tecnologías renovables más eficientes en la lucha contra el cambio climático.
Por ello, cada vez más empresas optan por aprovechar sus techos o áreas disponibles para instalar paneles fotovoltaicos. Un ejemplo de este accionar es Wyndham Quito Airport, ubicado cerca del aeropuerto internacional Mariscal Sucre, en Tababela.
El hotel instaló 559 paneles con el objetivo de minimizar su huella de carbono y para contribuir con el cuidado del medio ambiente. Además, el proyecto genera un ahorro de un 40 por ciento en el costo de la planilla eléctrica.
“Pero la meta es que el hotel consuma el cien por ciento de energía fotovoltaica”, afirma Florencia Burbano, gerente general de Wyndham Quito Airport, tras destacar que está prevista una segunda fase de implementación.
El proyecto inicial demandó una inversión de 250.000 dólares, y tomó 45 días el proceso de instalación de los paneles, que reducirán en 103 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año las emisiones del hotel.
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Una industria que también avanzó por este camino es Lácteos San Antonio, dueño de la marca Nutri, que en diciembre de 2021 puso en marcha un proyecto solar aprovechando las cubiertas de su planta principal, ubicada en Cuenca.
“El proyecto cuenta con una capacidad de 1.000 kilovatios pico, sobrepasando la energía demandada internamente y la generada por otros proyectos similares en el país”, señala Luis David Moncayo, gerente general de la compañía.
La energía que no se utiliza en la planta de producción, se desvía y distribuye en el sistema nacional interconectado para ser despachada a otros consumidores.
Además, con este proyecto, Lácteos San Antonio, busca evitar la emisión de 860 toneladas de CO2.
Con esta tendencia creciente se espera que, para los próximos años, la energía fotovoltaica aumente su participación en la capacidad instalación de generación de nuestro país.
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