La desalación y el reúso de agua, alternativas para afrontar el cambio climático
Con base en el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que habla sobre los efectos “irreversibles” de este fenómeno natural, la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR) formuló un llamado a las instituciones públicas y privadas para adoptar medidas a propósito de que las personas padezcan lo menos posible los impactos de la falta de disponibilidad de agua.
Según el informe, Ecuador, y en especial Quito, se podría ver afectado en su abastecimiento de agua a causa del derretimiento de los nevados andinos y la imposibilidad de restitución de las precipitaciones en forma de nieve.
Por tanto, como sociedad, nos urge hacer el mayor uso eficiente del agua y buscar nuevas alternativas en vista de que habrá una menor disponibilidad del recurso y una mayor demanda debido al crecimiento poblacional y económico, destaca Eddie Cevallos, representante técnico de ALADYR en Ecuador, especialista en desalación y reúso de agua.
Ante esta realidad, ALADYR exhorta a que se adopte el reúso de agua y efluentes como medida para evitar la contaminación de los cuerpos receptores y a su vez integrar el manejo del líquido, tanto en el sector público como el privado, a la economía circular.
Otra alternativa para robustecer la seguridad hídrica nacional, sería la incorporación de la desalinización de agua de mar como fuente virtualmente inagotable.
Las condiciones descritas en el estudio abarcan sequías prolongadas, reducción de la lluvia y retroceso en el nivel de los ríos, condiciones que también afectaría la producción de alimentos.
Por ello, el reúso de aguas para alcanzar la máxima eficiencia productiva es una opción viable, lo cual se ha demostrado en diversas partes del mundo que es totalmente seguro si se hace con los procedimientos pertinentes, indica Eddie Cevallos, quien también es CEO de las empresas Aquaysistemas y Proquimarsa, dedicadas a soluciones con alta tecnología para desalación y reúso de agua.
Hoy las tecnologías permiten tomar el agua residual más sucia que se pueda imaginar y llevarla a niveles de pureza superiores al de cualquier agua embotellada del supermercado, por lo que el desafío no es tecnológico sino de organización como sociedad.
La ALADYR pone a disposición todo su expertise para las empresas que quieran encarar su responsabilidad hídrica y para las instituciones gubernamentales a fin de colaborar en el diseño de políticas públicas que redunden en la superación de este problema que se avecina.
Cevallos agrega que este “código rojo para la humanidad”, como lo exclamó el secretario general de la ONU, António Guterres, no tiene que ser una sentencia porque existen los medios de la razón humana para la subsistencia y adaptarnos a las nuevas condiciones del mundo.
La desalación y el reúso de agua a los niveles de sostenibilidad ecológica, económica y energética que se pueden alcanzar en la actualidad, son parte de las herramientas que hemos desarrollado como especie y gracias a los mismos existe la oportunidad de prevalecer.