Las importaciones también mueven la economía
La importación de materias primas, bienes de consumo y de capital aumenta la competitividad de las empresas nacionales. Los consumidores también se benefician con una mayor oferta.
Las importaciones, al igual que las exportaciones, juegan un papel clave en la dinamización de la economía, éstas a más de ampliar la oferta para los consumidores activan las cadenas de valor en distribución hasta llegar al usuario final. La libre importación contribuye también a generar un abanico más extenso de productos y con mejores precios en ocasiones. Entre los principales rubros no petroleros que se importan a nivel nacional están materias primas, bienes de consumo y bienes de capital.
De acuerdo con el Banco Central del Ecuador (BCE) durante el primer semestre de este año las importaciones llegaron a 10.970 millones de dólares.
Para la presidenta de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), Mónica Heller, dentro del contexto de la productividad, la posibilidad de importar maquinaria, materia prima y tecnología, permite a las empresas nacionales aumentar su capacidad, volver más eficiente su producción y mejorar la calidad de sus productos.
“Un país con una integración de doble vía, es más competitivo y tiene mayor capacidad para aumentar su producción, incrementar sus exportaciones, generar empleo y atraer inversión. Por el contrario, si el acceso a bienes importados resulta costoso, el país es menos competitivo en los mercados internacionales y el costo de los productos hacia el ciudadano aumenta”, explica.
Asimismo, Heller señala que las importaciones han ido adquiriendo una relevancia cada vez mayor, gracias al crecimiento de la exportación de productos manufacturados que incorporan un creciente volumen de bienes importados.
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En el 2022, por ejemplo, se evidenció que el 35 por ciento de las importaciones del Ecuador corresponden a materias primas, sobre todo en productos químicos e insumos para la agricultura e industria. Seguido de bienes de consumo entre los que sobresalen vehículos y repuestos de automotores, productos de limpieza, medicinas, textiles y calzado. En un tercer grupo están los bienes de capital como maquinaria para el sector productivo y equipo de transporte pesado.
El tener acceso a dispositivos y productos que no se fabrican en el país es prioritario para varios sectores productivos, especialmente el de salud. Así lo afirma la directora ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Distribuidores e Importadores de Productos Médicos (ASEDIM), Cristina Murgueitio, quien asegura que el 99 por ciento de los dispositivos y productos médicos son importados de Estados Unidos, Alemania, China y Corea del Sur.
Según la Superintendencia de Compañías, hasta enero de 2023, había 1.882 compañías dedicadas a la venta al por mayor o menor de estos bienes a nivel nacional. Murgueitio manifiesta que el gremio trabaja justamente para que el sistema de salud público y privado pueda acceder a estas tecnologías. En el 2021 las compras de dispositivos fueron de 516’839.116 dólares.
“ASEDIM representa a 54 empresas que suman 300’545.310 de dólares que equivale al 58,15 por ciento del volumen de importaciones al país. Estimamos que en referencia a los años 2022 y 2023 el volumen de importaciones se mantenga en los mismos rangos”, comenta.
Dinamismo y políticas
A más de brindar una mayor oferta, las importaciones también contribuyen a una competencia sana, pues generan una mejora en los procesos productivos locales al tratar de emular productos extranjeros.
Éstas, a decir de la gerente de importaciones y compras locales de Almacenes Estuardo Sánchez, Bella Gavilanes, se regulan solas, pues el importador depende de la venta óptima y total de sus productos para poder generar el pago a su proveedor y volver a importar; por lo que están sujetas permanentemente a un mercado saludable y con capacidad de compra.
El 2022 fue un año difícil para quienes ejercen esta actividad, manifiesta, debido a la crisis de los contenedores que hizo que el flete marítimo crezca hasta un 500 por ciento con relación a años anteriores.
En este primer semestre con la reducción del costo del flete marítimo las importaciones de Estuardo Sánchez llegaron a niveles iguales al 2019, una recuperación progresiva que esperan se mantenga hasta final del año.
Actualmente, los principales mercados de compra de la empresa son China, Taiwán y Turquía. Entre los segmentos de productos más demandados en sus 15 tiendas están decoración de hogar, electro y juguetes, este último de gran movimiento en la temporada navideña.
Para Gavilanes es clave que las importaciones se hagan con el debido control del cobro de impuestos, pues es el comercio desleal (contrabando y subdeclaración) el que perjudica tanto al Estado como a los importadores formales que sí cumplen con todas las exigencias.
Asimismo, la Presidenta de la CCQ cree que la regulación de esta actividad económica indudablemente requiere mejoras, pues la inconstante política arancelaria ha complicado al sector comercial con uno de los niveles de aranceles promedio más elevados en la región, impuestos como el de Consumo Especiales y el de Salida de Divisas que aumentan los costos de los productos, así como aranceles mixtos que superan los rangos establecidos por la Organización Mundial del Comercio.
“No desconocemos que es importante respaldar a la industria nacional porque genera empleo además de que, es prioritario que un país tenga su propia industria y no dependa en la totalidad de producción extranjera. Pero, la rentabilidad no debe lograrse por imponer medidas y condiciones que encarecen el consumo y restan competitividad al país”, resalta Heller.
Mientras tanto, el sector productivo pide trabajar en reformas que depuren la regulación comercial, que hagan más ágiles los procesos de importación y desaduanización para que de esta forma Ecuador sea un país menos costoso para el consumo local y más competitivo ante el mundo.
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