Ganaderos ecuatorianos quieren ampliar su mercado
El consumo de carne en el mundo crecerá un 14 por ciento hasta el 2030, así lo pronostica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El organismo prevé que la demanda de productos cárnicos podría llegar a los 34.5 kilos por habitante al año. Las predicciones son positivas para los productores, pues se espera que las existencias de ganado vacuno aumenten en un dos por ciento hasta esa fecha, sobre todo en las regiones en desarrollo.
Si bien en América Latina Brasil, Uruguay, Paraguay, México y Argentina son líderes ganaderos indiscutibles, Ecuador también quiere dar sus primeros pasos en esta ruta. Vinicio Arteaga, presidente de ASOGAN-SD®, está convencido que con el apoyo necesario el país puede cubrir una mayor demanda de carne, tal como lo hizo Colombia, que aumentó su hato gracias al estímulo que tuvo para exportar sus animales, es así que a partir de su primer envío en el 2019 el porcentaje de parición anual de sus vacas pasó del 51 al 55 por ciento.
“Los ganaderos del Ecuador estamos preparados, necesitamos el apoyo gubernamental. Lograr cien mil nuevos nacimientos es posible para cumplir con creces el requisito inicial de exportación y así asegurar el bienestar en el campo, generar nuevos recursos al país y mejorar la ganadería”, resalta.
Según cifras del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en los últimos 12 años el hato ganadero en el país pasó de 4.2 millones de bovinos a 4.6 millones. Los datos más recientes se obtuvieron en la campaña de vacunación contra fiebre aftosa del 2023, donde se inmunizó a 4.660.040 bovinos en 23 provincias.
Johana Jácome, subsecretaria de Producción Pecuaria, dice que para lograr un control sanitario eficaz en las explotaciones pecuarias se han establecido requerimientos mínimos de inocuidad en la producción de ganado bovino de carne. De igual manera -resalta- el estatus zoosanitario del Ecuador le ha permitido abrir nuevos mercados internacionales.
Otro peldaño para alcanzar este objetivo fue poner a disposición de productores e industrias la certificación Grass Fed que promueve una ganadería a pasto, baja en emisiones y sostenible.
El desarrollo genético ha sido crucial para el mejoramiento del hato ganadero. En el 2023 ingresaron al país alrededor de 23.000 pajuelas de semen, el 62 por ciento fue de razas lecheras (holstein, jersey, brownswiss, gyr, ayrshire, girolando, montbeliarde y kiwi cross), el 27 por ciento a razas cárnicas (angus, brangus, brahman, braford, charolais, nelore) y el 13 por ciento a razas de doble propósito (guernsey, fleckvieh, normando).
“Así mismo, se importaron alrededor de 600 embriones bovinos, el 95 por ciento corresponde a razas cárnicas y el cinco por ciento a razas lecheras”, detalla Jácome.
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Comercialización
Se estima que en el Ecuador aproximadamente 280.000 personas se dedican a la actividad ganadera. Las provincias que más ganado concentran son: Chimborazo, Manabí, Cotopaxi, Pichincha y Tungurahua.
Vinicio Arteaga comenta que a pesar de que en el país hay más de 370.000 unidades productivas pecuarias con casi 4.5 millones de cabezas de ganado bovino, el número de compradores es reducido y disperso, lo que regularmente no permite conseguir un precio justo.
Para sortear estas limitaciones ASOGAN-SD® implementó el año pasado el proyecto El Martillazo, una subasta de ganado presencial y virtual que garantiza la venta de los animales de manera segura y con cobro garantizado y puntual.
“El Martillazo ha logrado mejorar la principal debilidad que tenemos los ganaderos en la compra venta. El ofrecer animales a más compradores y con alcance mundial, a través de una aplicación, ha llevado mejorar el precio y trabajar con peso real, de manera transparente y con total seguridad, ya que eliminamos el manejo de dinero efectivo y realizamos todas las transacciones usando en sistema digital bancario nacional”, destaca.
La venta de reses en ASOGAN-SD® genera semanalmente más de cinco millones de dólares, lo que lo convierte en el centro de mercadeo de ganado más grande del país. Por sus instalaciones pasan semanalmente casi 10.000 animales, entre: bovinos, porcinos, equinos, bufalinos y ovinos.
Desde la Prefectura del Guayas también se busca impulsar la comercialización del ganado. El director de desarrollo productivo, Jorge Fischer, cuenta que está en marcha un proyecto de esta índole para dar un entorno eficiente y transparente a la compra y venta de animales.
Entre los beneficios que ofrecería están: precio justo y competitivo; transparencia; participación, rápido proceso de venta, reducción de costos de transacción, establecimiento de referencias de mercado y la comercialización en grandes cantidades.
“Una amplia participación atrae a una variedad de compradores, desde pequeños agricultores hasta grandes operaciones ganaderas y distribuidores. Esto amplía el alcance del mercado y proporciona a los productores una gama más amplia de oportunidades de venta...Al utilizar una subasta, se pueden reducir los costos de transacción en comparación con otros métodos de venta”, reseña.
Fischer resalta que el sector pecuario del Guayas es de pequeños productores, por lo que es necesario brindarles asistencia técnica en sanidad, nutrición animal y manejo de potreros, así como mejoramiento genético, sistemas de riego y de cercas eléctricas. Aunque aclara que también se requiere que la banca pública y privada habilite líneas de crédito acorde a las actividades de producción y comercialización del sector.
La Prefectura del Guayas ejecuta otras ayudas para fortalecer al sector, entre ellas la entrega de kits de alimentación para el mantenimiento de semovientes (balanceado, sales minerales y melaza); desparasitantes, vitaminas e insumos para mejoramiento sanitario ganadero; y mejoramiento genético bovino, este último incluye la adquisición de material genético para sincronizar e inseminar o transferir embriones.
Según datos de Agrocalidad, hasta el 2023 en Guayas habían 315.804 cabezas de ganado (toros, vacas y toretes) pertenecientes a 60.0000 ganaderos. La actividad genera hoy una tasa de empleo de 120.000 personas, especialmente en los cantones de Balzar, Colimes, Salitre, El Empalme y Daule.
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