El encebollado guayaco ya es Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador

Ya sea con chifle, pan, canguil o maíz tostado, el encebollado es uno de los platos más representativos del país y desde hoy es Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador. La denominación fue otorgada por el Ministerio de Cultura y Patrimonio durante una ceremonia realizada en la Plaza Rodolfo Baquerizo en la ciudad de Guayaquil.

El reconocimiento se logró con el impulso de Alimentos Real, de Nirsa. La empresa arrancó el año pasado una campaña a nivel nacional para que este platillo alcanzara esta categorización.

El encebollado ha ocupado un lugar especial en la mesa ecuatoriana durante generaciones y su combinación de pescado, yuca, cilantro y cebolla morada es un símbolo de identidad y un testimonio vivo de la diversidad cultural y culinaria del país.

“Este plato está presente en la gastronomía de la Costa, desde la Cultura Valdivia hace casi 6.000 años atrás, primero en forma de caldo de pescado cocinado en olla de barro, luego llegó al puerto y en el siglo XVII fue incorporando otros ingredientes clave como la cebolla y el limón para alimentar a quienes laboraban en el astillero”, recordó la ministra de Cultura y Patrimonio, Romina Muñoz.

En el 2023 esta receta fue reconocida como la segunda sopa más rica del mundo según el ranking de Taste Atlas y desde hace algunos años se la promociona en los eventos internacionales donde participa Ecuador. El ministro de Turismo, Niels Olsen, aseguró que la semana pasada participó en el Nat Geo Food Festival, en Londres, un evento internacional que impulsa el turismo gastronómico.

“Este delicioso platillo no falta en los eventos más importante de turismo. Hoy en día los viajeros están buscando experiencias únicas y autenticas en sus viajes y cuando vienen al Ecuador quiere conocer el país a través de la gastronomía, por eso es importante posicionar este plato”, manifestó.

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De Ecuador para el mundo

En el 2007 Nirsa incluyó en su portafolio al Encebollado Real en lata. El proyecto, comentó el director de operaciones, Roberto Aguirre Chiriboga, comenzó con la idea de hacer un producto de mayor valor agregado en una lata.

El potencial que mostró esta propuesta llevó a la compañía a darle mayor empuje y en 2017 realizó un concurso del mejor encebollado en la Feria Gastronómica Raíces, donde ‘La Casa del Encebollado’ obtuvo el primer lugar. Junto a esta picantería se estableció una sociedad y posteriormente se lanzó al mercado, por un tiempo limitado, una versión industrializada de esta receta.

“Nuestro departamento de innovación y desarrollo está constantemente mejorando sus fórmulas para hacerlas más apetecibles para el cliente final y lo hemos logrado. Actualmente, el producto llega a Estados Unidos, Italia y España; sus ventas han crecido, arrancamos con el envío de 1.000 cajas y hoy estamos enviando 15.000 cajas mensuales, con este reconocimiento que ha alcanzado el encebollado confiamos en que seguirá creciendo”, afirmó Aguirre.

Durante la ceremonia de declaratoria se dieron reconocimientos a restaurantes y huecas que han contribuido a la difusión y posicionamiento de este platillo.

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