Ecuador, líder en mejoramiento genético del camarón
Ecuador es hoy uno de los principales productores y exportadores de camarón a nivel mundial, esto gracias al trabajo técnico de los camaroneros, la calidad del alimento balanceado y a la investigación que impulsan los laboratorios de nauplios y larvas.
Y es precisamente de estas maternidades, donde han surgido programas de mejoramiento genético que han sido cruciales para potenciar el crecimiento, fecundidad y resistencia de la especie Litopenaeus vannamei.
La subsecretaria de Calidad e Inocuidad, Diana Poveda, señala que la tecnificación de toda la cadena productiva del camarón tiene más de 20 años de desarrollo. “Esto inició a nivel de los laboratorios de larvas y en conjunto con los productores camaroneros, se pudo determinar la supervivencia de las larvas, a pesar de las adversidades del ecosistema y se realizó la selección genética de las mismas”, explica.
Actualmente, dentro del registro de habilitación sanitaria que maneja esta Subsecretaría hay 207 laboratorios de nauplios y larvas en el país, algunos de ellos con programas especializados para el desarrollo de la especie.
Ese el caso del centro de reproducción y mejoramiento genético de camarón Texcumar, que desde 1999 implementa nuevas estrategias y tecnologías para cada etapa del cultivo del crustáceo. Su gerente general, Rafael Verduga, cuenta que su programa se enfoca en el crecimiento, un indicador muy exigido por los productores.
En el 2011 la empresa contrató al genetista internacional Joao Rocha, quien a través de análisis sanitarios y de consanguinidad, así como chips de trazabilidad e infraestructura, logró que el laboratorio liderara la producción de nauplios y larvas de camarón.
“Los animales de Texcumar se caracterizan por sus altas tasas de crecimiento, hace 10 años el promedio de la industria era alcanzar un gramo por semana, actualmente tenemos animales que ya están creciendo a tres gramos por semana, lo que le permite al camaronero una eficiencia en sus costos de producción y ser más competitivos ante un mercado mundial de precios inestables”, menciona.
Grupo ConstAmar IVAC es otra empresa especializada en el sector acuícola. Sus instalaciones están en capacidad de producir diariamente 55 millones de nauplios en bruto, así como más de 80 millones de larvas al mes.
Su laboratorio de microbiología cuenta con equipos de alta tecnología que mantienen un ambiente estéril durante el proceso de muestras, las mismas que son enviadas posteriormente a Australia para los análisis de los programas de salud y genética.
La directora de la división acuícola, María de los Ángeles Villacís, detalla que el programa se basa en mantener la diversidad genética en las líneas de reproductores, evitando la consanguinidad en los cruces de hembras con machos y manteniendo una presión de selección de crecimiento al uno por ciento en las piscinas camaroneras de sus reproductores.
Adicionalmente, ConstAmar IVAC trabaja con un especialista internacional en un programa genético y de salud de reproductores que potencia la expresión de los genes de crecimiento y supervivencia con la salud del reproductor.
“Con nuestros nauplios y larvas llevamos trabajando más de siete años. Tanto en los laboratorios como en las camaroneras hacemos seguimiento desde que inicia la corrida hasta que finaliza, donde hemos podido recopilar información de los rendimientos en los laboratorios con porcentajes de supervivencia mayor al 90 por ciento y con pelegramo menor a 200 en PL9 (incluyendo nuestro laboratorio de larvas)”, enfatiza Villacís.
Mientras que, en camaronera, agrega, se han observado crecimientos semanales superiores a tres gramos por semana y supervivencias mayores al 70 por ciento, porcentajes que varían según la zona, condiciones ambientales y protocolos de cada empresa.
Pioneros
A decir del genetista José Manuel Yánez, Ecuador es pionero en adoptar estrategias genómicas para acelerar el progreso genético en los reproductores de camarón para mejorar sus características productivas (tasa de crecimiento y resistencia a enfermedades), por lo que es probable que a futuro el país exporte genética de élite y conocimiento.
Este especialista está a cargo actualmente del proyecto genético Genomar, el mismo -explica- está trabajando en la incorporación de evaluaciones genómicas de los reproductores de cada generación y espera progresar un 30 por ciento más rápido que los programas de mejora genética convencional establecidos por otros laboratorios.
La iniciativa ya avanza con las primeras evaluaciones genómicas de los animales y estas apuntan a diferenciarse en términos de crecimiento. Entre las innovaciones que ha impulsado están la implementación de genotipificación de paneles de marcadores moleculares densos y la imputación de secuencias de genomas completos para maximizar la precisión.
“Este será el primer programa genético en el mundo en utilizar información ultra densa proveniente del genoma, es decir, permitiendo la utilización de millones de variantes en la molécula de DNA. Esto último, nos permitirá seleccionar a nuestros animales con precisión máxima”, remarca Yánez.
Genomar tiene una alianza con el Laboratorio de Genómica Acuícola de la Universidad de Chile, ente que lidera la investigación y desarrollo en programas de mejoramiento genético en acuicultura a nivel mundial. Actualmente, produce 100 millones de nautilos por día y 250 millones de post larvas por mes.
Hasta el momento la exportación de larvas de camarón ecuatorianas se efectúa únicamente hacia Perú, para hacerlo los laboratorios deben obtener un acuerdo ministerial que le faculte el ejercicio de su actividad y solicitar su habilitación sanitaria, lo que significa que deben estar en cumplimiento con la normativa del Plan Nacional de Control Sanitario Acuícola y Pesquero.
El laboratorio de larvas Acuatecsa de Texcumar, por ejemplo, produce mensualmente 430 millones de larvas y alrededor del 10 por ciento se exporta al mercado peruano.
Verduga resalta que, a más de genética, los sistemas de producción y el talento humano también son requeridos por otros países. “Contamos con fortalezas como trazabilidad de líneas genéticas y condiciones naturales inmejorables”, resalta.
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