Camposantos y otras empresas exequiales plantean nuevos servicios sostenibles

Cecibel Serrano Zambrano
Life Urns ofrece urnas naturales y biodegradables para quienes optan por la cremación no solo de sus familiares, sino también para sus mascotas.

La creciente demanda de espacios para inhumación, sumada a sus variantes costos, ha llevado a las empresas exequiales a replantear diversas soluciones funerarias. Más aún cuando se suma al poder de decisión de una generación que demanda productos y servicios sostenibles.

A nivel mundial, existen diversas iniciativas ecológicas para despedir a un ser querido. Una de ellas es a través del compostaje humano, siendo Washington el primer territorio de Estados Unidos en legalizar este proceso, para transformar el cuerpo del fallecido en 0,76 metros cúbicos de tierra en un periodo de 30 días.

En el Ecuador también existen otras opciones e inversiones concebidas desde una perspectiva ambiental. Por ejemplo, el Panteón Metropolitano de Guayaquil fue desarrollado en un área de 160.917,77 metros cuadrados en medio de amplios bosques con especies arbóreas como tabebuia, neem, tulipán africano, olivo negro, mirtos, guasmos y ceibos, entre otros árboles y plantas ornamentales.

Amplias zonas verdes, de bosques y plantas ornamentales rodean al Panteón Metropolitano de Guayaquil en todas sus áreas, especialmente en su bosque memorial.

Sus criptas se encuentran prefabricadas y para ello, se han empleado moldes de concreto, importados desde Estados Unidos, los cuales son herméticos en su totalidad. El camposanto posee criptas de hasta dos y tres sepulturas, las mismas fueron instaladas en el proceso de construcción de la infraestructura, de tal manera que cuando exista la necesidad de usarlas, el personal del camposanto puede ubicarlas por medio de GPS.

Para el proceso de inhumación, las bóvedas poseen tapas de poliuretano dejando atrás el uso de tapas de concreto. Los equipos que utiliza el Panteón Metropolitano, en su mayoría son eléctricos como por ejemplo, los carros de golf que sirven para trasladar a las personas hacia donde reposan sus seres queridos. La Junta de Beneficencia de Guayaquil también utiliza equipos hidráulicos que facilitan las labores de inhumación, tanto en criptas como en bóvedas, descensores de cofres eléctricos de hasta tres niveles y elevadores hidráulicos de hasta cinco metros de altura.

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Además, en el bosque memorial del Panteón Metropolitano, se pueden inhumar las cenizas a través de un pequeño árbol que en su parte inferior posee un gel que divide la tierra de sembrado, de las cenizas del fallecido y también permite agrupar varias cenizas de los familiares. En este espacio también se ofrece a los usuarios, varios nichos cinerarios y obeliscos para quienes prefieren la cremación como última despedida.

Otra empresa que se ha propuesto reducir su huella de carbono es Parque de la Paz Camposantos y Servicios, la cual empezó desde el 2019 utilizando en toda su área administrativa, inclusive en sus folletos, papel fabricado con bagazo de caña. Al poco tiempo, en sus oficinas se eliminó el uso de plásticos y otros envases contaminantes.

Para febrero de este año, en el camposanto de La Aurora, se instalaron 562 paneles solares que proporcionan el 80 por ciento de la energía que usa estas instalaciones (el 20 por ciento proviene de la red pública). Fernando Flores, presidente de Parque de la Paz, indica que la inversión de la planta fotovoltaica fue de más de 300.000 dólares.

En este mismo sitio existen dos espacios de carga de vehículos eléctricos, que provienen de la planta solar y está disponible para sus usuarios y para la carga de una carroza eléctrica, recientemente adquirida, y dos carros de golf eléctricos que sirven para movilizar a los deudos y otra para el traslado de los ataúdes.

Parque de la paz adquirió recientemente una carroza eléctrica y dos carros eléctricos, para la movilización de los deudos y el traslado de ataúdes. Esta inversión bordeó los 80.000 dólares.

Flores afirma que, en este sentido, todas las acciones de la empresa están tomando un rumbo sostenible, es por ello que este año Parque de la Paz Camposantos y Servicios está trabajando junto a la empresa Sambito para obtener la certificación Carbono Neutro. “Estamos adaptándonos a las nuevas tendencias y generaciones que buscan este tipo de productos y que viven y sienten una responsabilidad con el medio ambiente. Los millennials están siendo nuestros clientes y son quienes tienen la decisión de compra para un familiar o para su futura despedida”, asegura Fernando Flores.

Los millennials deciden

Para Verónica Falconi, creadora del proyecto Life Urns, Ecuador se encuentra en un momento de transformación en donde los jóvenes, especialmente de entre 23 y 33 años, ya no solo se cuestionan por lo que adquieren, sino que también actúan al respecto y eligen productos y servicios que disminuyan la contaminación. En esa línea, Falconi afirma que sus clientes optan por la cremación e incluso están prefiriendo que las cenizas de sus seres queridos sean conmemoradas fuera de un camposanto.

Para cubrir esta necesidad, en Life Urns se comercializa desde hace tres años urnas biodegradables y fabricadas con materiales reciclados. Su propietaria recuerda que este proyecto nació de sus propias vivencias, a causa de la pérdida de varios familiares, especialmente la de su hermano.

“En mi familia siempre fuimos muy apegados a la naturaleza y tuve la intención de hacer algo que honrara su memoria en el momento adecuado. Desde hace 18 años también ayudo a las personas en su proceso de duelo y este proyecto además de ofrecer una opción de despedida amigable con el ambiente también me ha permitido acompañar a mis clientes en este momento”, explica. Falconi indica que las urnas están libres de pegamentos o agentes aglutinantes tóxicos y su embalaje exterior es hecho con bambú reciclado.

The living Urn ofrece la posibilidad de unir los restos de cremación con árboles o plantas, para ello el deudo abre la urna biodegradable y en ella se depositan las cenizas, donde también hay un agente neutralizador que las divide de la tierra y el árbol, disponible entre 20 especies. Este emprendimiento también posee urnas que se desintegran en el agua, y también otras diseñadas con bambú reciclado para que el familiar pueda soltar las cenizas en el viento, conservarlas o enterrarlas, también las urnas pueden ser enterradas o conservadas en un lugar especial.

*Lea este y otros temas del sector exequial en Revista Enfoque. Ya en circulación junto a Vistazo.