Sector logístico ecuatoriano debe crecer a la par de las exportaciones
Apalancadas principalmente por los envíos de camarón, banano, cacao, enlatados de pescado y flores, las exportaciones no petroleras del Ecuador crecieron en un ocho por ciento hasta agosto de este año, especialmente con la Unión Europea, China, Estados Unidos, Rusia y Colombia.
La entrada en vigencia este 2024 de los acuerdos comerciales con el mercado chino y costarricense genera mucha expectativa para el sector logístico, sobre todo por las preferencias arancelarias y los vínculos que estos pueden traer para el incremento del comercio exterior en el país.
Pero si bien las oportunidades son muchas, estos instrumentos comerciales también plantean varios desafíos en materia de servicios, espacios, calidad, tecnología, operación y profesionalización.
Fernando Rojas, director ejecutivo del Clúster Logístico del Ecuador, advierte que, a pesar de que los envíos se han incrementado, el sector no se ha preparado al mismo ritmo a nivel de sistemas informáticos, seguridad o vías de acceso.
“Se necesita infraestructura con grandes proyectos como la autopista Guayaquil-Quito; Guayaquil-Cuenca y Guayaquil-Machala, además de una mejora sustancial del ECUAPASS que es el software para transacciones de importaciones y exportaciones. También se require optimizar la infraestructura logística de los operadores, la madurez tecnológica y la profesionalización de las personas que laboran en el sector”, resalta.
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Actualmente, el país cuenta con puertos importantes. El Libertador Simón Bolívar de Guayaquil, por ejemplo, maneja aproximadamente el 70 por ciento del comercio exterior, el de Posorja es uno de los más modernos de la región y el de Manta cuenta con un gran calado para recibir buques de gran tamaño.
Pero las terminales de Bolívar y Esmeraldas, asegura el director de la carrera de Logística y Transporte de la UTEG, Diego Aguirre, enfrentan grandes desafíos para cubrir las demandas y requerirán de inversión para mejorar la capacidad de manejo de contenedores, refrigeración y procesos de despacho aduanero.
“Considerando las oportunidades de estos acuerdos comerciales, el comercio exterior ecuatoriano necesita modernizar su infraestructura para poder manejar volúmenes de manera ágil. Los puertos ecuatorianos aún están limitados en su capacidad para recibir buques de gran tamaño”, opina.
Tanto Rojas como Aguirre coinciden en que, independientemente de su tamaño, las empresas deben invertir en innovación y en incorporar a su operación sistemas automatizados de carga y descarga, de almacenamiento, de gestión de almacenes, así como aplicaciones en modalidad SaaS (Software as a Service).
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El tratado de libre comercio con China ofrece acceso preferencial a un mercado con alto poder adquisitivo, así como la eliminación inmediata y gradual de aranceles para el 99,6 por ciento de las exportaciones ecuatorianas en un plazo máximo de 10 años.
“Para productos agroindustriales, pesqueros y mineros tenemos a más de 1.400 millones de habitantes como potenciales clientes. Gracias a la reducción o eliminación de aranceles, según el producto, ya estamos entrando con precios competitivos a buscar un espacio en ese mercado”, señala la general manager de Asia Shipping Ecuador, Magaly Caicedo.
La especialista en transporte internacional de carga asegura que desde el año 2000 ha visto crecer el volumen de embarques entre Ecuador y Asia, especialmente con China, Tailandia, Vietnam, Corea del Sur e India.
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La compañía se especializa en el manejo de cargas para operaciones marítimas y aéreas para diferentes industrias, siendo Asia uno de los mercados recurrentes.
Caicedo dice que al igual que los grandes exportadores, los emprendedores están buscando en este continente un nicho para colocar sus productos y servicios. “No es fácil porque el cliente asiático usualmente pide muestras copiosas de los productos para poder decidirse por una compra, por lo que es importante estar preparado para la inversión que esto conlleva. Lo bueno es que una vez que un producto encuentre su nicho, los pedidos también serán altos”, puntualiza.
Pero exportar no es el único objetivo que persiguen empresas y emprendedores. La gran oferta de productos, maquinaria y tecnología que produce China también genera interés a la hora de importar.
Carolina Paredes, gerente general de Transasia Pacific, resalta que la industria automotriz es un ejemplo de ello, pues ha logrado llenar este año los cupos de varias navieras con su producción y exportación hacia Sudamérica.
Parte de los servicios de la firma es precisamente la búsqueda de proveedores certificados en el gigante asiático, así como brindar asesoría en proyectos de logística especial para cargas sobredimensionadas, para esto cuenta con personal con experiencia en el manejo de carga de gran peso.
“Gestionamos equipos sobredimensionados para una hidroeléctrica en el centro del país, así como importaciones de maquinaria de construcción de gran tamaño. También tenemos experiencia en el manejo de productos peligrosos para la industria química y actualmente, participamos en licitaciones de equipos petroleros provenientes de China”, expresa.
Fernando Rojas, quien también es director ejecutivo de la Asociación Logística del Ecuador (Asolog), insiste que a fin de aprovechar todo el potencial que ofrece Asia y otros mercados, se debe seguir trabajando para alcanzar mayor eficiencia operativa.
“Cómo podemos ser competitivos, si no tenemos suficiente abastecimiento energético. Tenemos puertos bien estructurados, pero con vías insuficientes; tenemos camiones que pierden de ocho a 10 horas esperando por entrar o salir del puerto y adicionalmente con riesgos de seguridad permanentes”, enfatiza.
Ecuador se convirtió en el cuarto país de Latinoamérica en poner en marcha un tratado de libre comercio con China, después de Chile, Perú y Costa Rica.
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