Empresas ecuatorianas deben aprovechar la IA y la automatización para transformarse
Una red de fibra óptica conectada a un centro de control permite que vehículos y máquinas funcionen en línea en Syama, la primera mina automatizada del mundo. Este yacimiento, ubicado en Malí en África Occidental, es el primero en su tipo en haber automatizado completamente todo el proceso, desde la perforación, extracción, hasta la eliminación de escombros y su transporte a la superficie. El uso de la tecnología no solo ha permitido reducir el tiempo de sus actividades, sino también la tasa de accidentes.
Otro ejemplo de cómo la inteligencia artificial (IA) junto a la automatización están revolucionando las operaciones de empresas e industrias se observa en las aerolíneas. De acuerdo al estudio ‘Move Your But’ de Globant, ésta no solo ha reducido los costos, sino también ha mejorado la experiencia del cliente con check-ins más ágiles y recomendaciones personalizadas para mejorar su viaje.
El portal de estadísticas World Metrics resalta que la IA está disminuyendo los gastos de las aerolíneas hasta en un 30 por ciento gracias a la personalización del servicio. Asimismo, en los sistemas de salud esta herramienta está elevando la precisión en los diagnósticos, tratamientos y en la calidad de la atención.
Para el 2025, la International Data Corporation (IDC) prevé que el 40 por ciento de las empresas en Ecuador utilizarán herramientas de automatización de TI impulsada por IA y que éstas crecerán en el mercado local en una tasa anual compuesta del 20 por ciento.
Héctor Freile, CEO de ILUM, afirma que el país se encuentra en una fase exploratoria, en la que está aprendiendo a sacarle el mayor provecho a la IA, por lo que el reto más grande que tendrán las empresas será capturar, organizar y gestionar sus datos correctamente para que las herramientas puedan aprender a gestionar el conocimiento de la organización.
El especialista dice que en el Ecuador todavía es incipiente la inversión en estas tecnologías y que las organizaciones están mayormente apostando por herramientas básicas transaccionales como ERP, CRM, automatización de cadenas de abastecimiento o producción o logística.
“Es importante resaltar que todas estas herramientas vienen con componentes de IA que potencian su capacidad transaccional. Pero, dado lo vertiginoso que se está desarrollando la IA a nivel mundial, estoy convencido de que en los próximos dos años vamos a tener un giro importantísimo en el volumen de inversión y en el uso de estas dentro de las organizaciones”, remarca.
En Ecuador, la empresa de medicina prepagada Plan Vital está usando la IA y el aprendizaje automático (ML) para reducir el tiempo de procesamiento de reembolsos a tres días hábiles y con el uso de modelos de machine learning optimizó la toma de decisiones en la gestión de riesgos para predicciones precisas sobre el comportamiento de sus carteras.
Adicionalmente, creó un sistema propio para la homologación y codificación médica y modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM) para mejorar las interacciones con sus grupos de interés, a través de canales digitales.
“Contamos con un software propietario que realiza predicciones avanzadas y una plataforma en la nube certificada bajo normativas HIPAA, que brinda seguridad y privacidad de los datos de nuestros afiliados”, resalta el director ejecutivo, Gabriel Alcívar.
Plan Vital ha destinado más del 20 por ciento de su presupuesto total a la implementación de tecnologías avanzadas y al desarrollo de capacidades en analítica.
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Si bien en algunos casos la inversión inicial en inteligencia artificial y automatización puede ser elevada, en otras -explica la gerente general de Sonda Ecuador, Silvia Ramos- solo se requiere de una solución aterrizada en función a la necesidad de la empresa, como una nueva red, analítica de datos o la implementación de bots.
“Algo que está ayudando mucho en el tema de transformación digital es que las marcas se están homologando para hacerse compatibles entre ellas”, agrega.
Ramos resalta que es necesario que las empresas ecuatorianas alineen sus objetivos con las tendencias tecnológicas emergentes, para construir una ventaja competitiva sostenible en el mercado. Las oportunidades también pueden ser aprovechadas por el sector público, especialmente en temas de Smart Cities, implementando vigilancia y movilidad inteligente para detectar patrones sospechosos en tiempo real o mejorar la seguridad en el transporte urbano.
De acuerdo con Deloitte, hasta el 40 por ciento de las compañías podría desaparecer si no adoptan a la inteligencia artificial en su modelo de negocio.
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