Industria avícola ecuatoriana promueve una economía circular

El aprovechamiento de todos los subproductos resultantes de la crianza y procesamiento de aves, promueven un modelo circular.
Cecibel Serrano / cserrano@vistazo.com
Colaborador de Bioalimentar trabaja en nueva línea que reemplaza las cubetas de huevos de cartón por cajas de material PET.

En la industria avícola local, el aprovechamiento eficiente de todos los recursos provenientes de la crianza y el procesamiento de su actividad, se ha convertido en una pieza clave para su desarrollo económico y productivo.

Los resultados de esta estrategia no solo se han visto enmarcados en la optimización de recursos, sino también en la reducción de su huella de carbono.

Luis Fernando Donoso, director de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), afirma que esta industria se destaca por tener procesos de alta eficiencia que permiten aprovechar varios subproductos, que en otros casos se convertirían en desechos.

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Uno de los más utilizados son las heces de las aves (gallinaza) y otros componentes de la cama de los galpones con los cuales se elaboran fertilizantes de calidad. Las vísceras, sangre e incluso las plumas, también son utilizadas para la elaboración de ‘harinas de carne’, un componente principal de muchos alimentos balanceados, empleados en la crianza de especies animales.

Donoso resalta que con estas prácticas no solo se cuida el medio ambiente, sino que también se generan productos con valor agregado utilizados dentro de la producción agropecuaria, dinamizando la economía rural y promoviendo el desarrollo de un esquema circular.

En ese sentido, uno de los compromisos más significativos de Pronaca ha sido el fortalecimiento de este modelo sostenible, a través del impulso de procesos que prioricen la revalorización de los residuos.

Colaboradores de Pronaca trabajan en planta donde se elabora abono orgánico.

En el segmento avícola, la empresa aprovecha las camas donde se crían las aves, destinadas a la producción de carne y huevos. También obtiene todos los lodos generados en sus Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales, de los centros de faenamiento de aves y cerdos, ubicados en la parroquia de Valle Hermoso, Santo Domingo de los Tsáchilas.

Con las excretas, Pronaca elabora el abono orgánico Ecobonaza y el bioactivador de suelos Bioway. Mientras que con el lodo de las plantas de tratamiento de aguas residuales, produce un abono compostado llamado Biocompost.

En un año, Pronaca obtiene aproximadamente 11.500 toneladas de producto final derivado de su cama de aves y 3.600 toneladas de compost.

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Para seguir fortaleciendo su visión de economía circular, la empresa también ha implementado el tratamiento de residuos que generan las incubadoras que son difíciles de procesar y que actualmente se utilizan para la elaboración de compostaje.

La integración de los residuos de cenizas de los calderos que se utilizan para el compostaje y que provienen de las plantas de producción de alimento balanceado es otra estrategia de aprovechamiento que tiene la empresa avícola para fortalecer su visión de economía circular.

Lograr una eficiencia productiva es fundamental para reducir el impacto ambiental procedente de cualquier industria. En el caso de Bioalimentar, sus distintas estrategias de innovación se adaptan a las tendencias internacionales de países altamente avícolas. A nivel de Latinoamérica, uno de ellos es Brasil, del cual la empresa ha seguido su plan estratégico de Bienestar Animal para conseguir una eficiencia alimentaria.

Una de las tres líneas de negocios de Bioalimentar es Nutrición Humana y Agrícola Bio Huevos, dedicada a la producción de huevos y compostaje orgánico. Steven Barba, coordinador de producción de granja, menciona que dentro de este segmento existe un enfoque dedicado a obtener eficiencia alimentaria, con el objetivo de reducir el impacto ambiental de la industria, a través de una salud intestinal óptima.

En ese sentido, el balanceado es el mayor costo en la crianza de las gallinas y puede ser asimilado de una mejor manera. “Al lograr una eficiencia alimentaria con el balanceado, desperdiciamos menos en el proceso fisiológico de las aves. Con ello, las excretas no tienen esa alta capacidad de producción de efecto invernadero y podemos utilizarlas para nuestro proceso de compostaje orgánico”, explica.

Para lograr un plan integral de sostenibilidad interno, los departamentos de Medio Ambiente y Producción trabajan de manera continua. Con ello, se logró generar una medida que permita a la empresa reemplazar a partir de este año todas las cubetas de huevos de cartón por cajas de material PET, de esa manera además de lograr una adecuada sanitización, se utilizan materiales amigables con el medio ambiente.