Industrias impulsan la autogeneración eléctrica en sus operaciones

Empresas e industrias buscan depender menos del Sistema Nacional Interconectado y están invirtiendo en proyectos de autogeneración que les permitan producir electricidad propia.
Redacción Enfoque
El proyecto de autogeneración eléctrica de Arca Continental Ecuador generará 18 megavatios y abastecerá la operación de las plantas de producción del negocio de bebidas en Quito, Guayaquil y Santo Domingo.

La búsqueda de fuentes de energía más limpias y sostenibles y la no dependencia al Sistema Nacional Interconectado (SIN) está llevando a muchas empresas e industrias a implementar proyectos de autogeneración que les permitan producir electricidad de manera independiente. Recientemente, Arca Continental Ecuador recibió una certificación de la Empresa Eléctrica Quito (EEQ) por su proyecto de autogeneración eléctrica de la planta industrial de El Inca.

La iniciativa incorpora tecnología avanzada y fuentes de energía, lo cual permitirá a la compañía reducir el consumo de energía de la red eléctrica convencional en las plantas industriales del negocio de bebidas, ubicadas en Quito, Guayaquil y Santo Domingo.

Con este proyecto, se prevé la generación de 18 megavatios que aportarán al funcionamiento de la operación de la embotelladora a nivel nacional. Asimismo, asegura la producción y abastecimiento de productos para más de 220.000 socios detallistas y asegura el trabajo de más de 9.700 colaboradores.

Otra empresa que también está aportando a la seguridad energética del país es Ingenio San Carlos. Su proyecto de cogeneración eléctrica genera energía limpia a base de biomasa (bagazo de caña), tanto para su producción como para la comercialización.

La iniciativa ha generado más de 200.000 MW/h de energía en temporada de zafra de 180 días, de los cuales exporta aproximadamente 140,000 MW/h al SNI.

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El Ingenio opera actualmente con cinco generadores y tres calderas, con una capacidad instalada de 77 MW. En 2014, implementó la segunda fase del proyecto de cogeneración, que incluyó la instalación de una nueva caldera de alta presión y la electrificación de los molinos de caña, lo que ha mejorado la eficiencia en el uso del vapor y aumentado la capacidad de producción.

La autogeneración de energía les ha permitido planificar sus operaciones sin depender de fuentes externas, reducir significativamente sus emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir la dependencia de combustibles fósiles, demostrando que la biomasa puede ser una fuente eficiente y rentable de energía limpia.

El uso del bagazo como materia prima no solo es clave para la generación de energía, sino que también promueve un ciclo de producción sostenible. Las cenizas resultantes de su combustión se utilizan como abono en los campos de caña, creando un sistema de economía circular que optimiza los recursos y minimiza el impacto ambiental.

La compañía prevé seguir creciendo en función del desarrollo de la industria azucarera y las políticas gubernamentales que impulsen la comercialización de energías renovables. Entre sus proyectos futuros están la electrificación de sistemas de riego y la investigación de nuevas tecnologías que permitan seguir reduciendo el impacto ambiental.

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La planta de cogeneración del Ingenio San Carlos genera energía limpia a base de biomasa (bagazo de caña).