Empresas de medicina prepagada se enfocan en la sostenibilidad

La sostenibilidad se ha convertido en el lenguaje de las empresas con futuro. Este sistema de valores y principios, a más de generar rentabilidad financiera en las organizaciones, aporta también en el campo ambiental y social, un área en la que la medicina prepagada ha ido involucrándose de a poco.

Reducción de materiales, reciclaje, reforestación, programas de equidad de género y alianzas para generar fondos, son solo algunas de las iniciativas en las que está trabajando. BMI, por ejemplo, arrancó el 2021 una transformación digital orientada a generar una filosofía con sello sostenible. Ana Belén Escudero, jefa de marketing de BMI Ecuador, cuenta que estas acciones han permitido controlar el uso de energía y materiales, así como descongestionar algunos puntos de su cadena de valor.

“También, se ha trabajado en aplicar la Certificación Violeta desde el 2023, con el afán de ser una empresa equitativa con nuestros colaboradores. Para ellos se trabaja en un Plan de Igualdad, que inició en 2023 y se ejecutará hasta el 2027. Éste engloba acciones que van desde el proceso de selección, la compensación y revisión salarial, el desempeño de cada colaborador, su desarrollo profesional, incluso, un plan de carrera y de sucesión”, menciona.

Una iniciativa impulsada por la empresa para apoyar a instituciones sin fines de lucro es la carrera BMI Run4Health. Las ediciones 2022 y 2023 recaudaron más de 63.000 dólares para las fundaciones Hermano Miguel en Quito y Ser Feliz en Guayaquil, a las que se benefició con la construcción e implementación de mobiliario y equipamiento para la Clínica del Pie Diabético, así como para la mejora de la salud de niños y jóvenes de escasos recursos que requieren tratamiento oncológico, respectivamente.

La tercera edición de esta competencia tiene como fin adecuar y transformar el área de terapia ocupacional de la Fundación Hermano Miguel y trabajar en la erradicación de la desnutrición crónica infantil con la Fundación María Gracia, con la que se enfocará en el cuidado de los primeros 1.000 días de vida de los niños del país.

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Conectar a los niños con la naturaleza, creando en las escuelas espacios naturales con fines pedagógicos es el camino que sigue Bupa Global Latinoamérica con su programa Huellas de Cambio.

La iniciativa -también replicada en Ecuador- ha implementado cinco jardines en la Unidad Educativa Cumandá; la Escuela Fiscal 24 de Mayo; la Unidad Educativa Municipal Sebastián de Benalcázar; el Colegio Municipal Juan Wisneth y el Colegio Municipal José Ricardo Chiriboga en Pichincha.

En este último inauguró recientemente un nuevo jardín TiNi (Tierra de Niñas, Niños y Jóvenes), donde más de 320 estudiantes, con el apoyo de 20 docentes, del plantel aprenderán la importancia de cuidar su salud y la del planeta mediante la siembra de plantas alimenticias, medicinales, flores y árboles.

El gerente general de Bupa Ecuador, Centro América y Caribe, Ricardo Arango, afirma que estos espacios naturales generan conciencia sobre la importancia de conectar y crecer junto a la naturaleza, a la vez que restauran ecosistemas, regenerar bosques y proteger espacios verdes, tanto en Ecuador como en otros países de la región.

Hasta la fecha, la empresa de medicina prepagada ha implementado jardines de Huellas de Cambio en la Unidad Educativa Cumandá, Escuela Fiscal 24 de Mayo, Unidad Educativa Municipal Sebastián de Benalcázar y el Colegio Municipal Juan Wisneth, en Quito.

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“En proyectos de reforestación, estamos plantando más de 10.600 árboles en la región, para crear entornos más saludables y sostenibles. Los proyectos en Ecuador se realizan en alianza con la Fundación Ecuatoriana de Conservación Sembrando Esperanza”, anuncia.

Las certificaciones también se han convertido en un recurso valioso para garantizar el compromiso medioambiental. Saludsa, por ejemplo, cumple con los estándares B Corp en temas de sostenibilidad, impacto social, medio ambiente, transparencia y legalidad.

En el campo ambiental certificó al Programa Ecuador Carbono Cero (PECC) y el sistema de medición para Carbono Neutralidad con Sambito; asimismo, utiliza NFTree para el registro y control de la compensación de sus emisiones, mediante la metodología blockchain.

La empresa, según reza su última memoria de sostenibilidad, es la primera en su categoría en el país en ser BIC (Beneficio e Interés Compartido). Algunas de las iniciativas impulsadas el año pasado fue la reducción del 4.83 por ciento de las emisiones de CO2, la compra de 80.24 hectáreas por 521.59 t CO2 en las reservas de Mashpi y Tayra, la construcción de una escuela en la comunidad Pachijal y la donación de computadoras al programa Community Network for Education en la zona rural de Imbabura.

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