Ratifican partido final entre Barcelona y Aucas en Guayaquil, pese a excepción
El Municipio de Guayaquil ratificó el permiso para que este domingo se dispute el partido de ida de la final del torneo ecuatoriano de fútbol entre Barcelona y Aucas, pese al estado de excepción que rige en esta urbe costera azotada por la violencia en las calles.
La disposición ha sido ratificada también por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), que coordina los planes de seguridad, y que ha dispuesto la suspensión de otros eventos de concentración masiva de personas en Guayaquil, aunque ha aceptado el partido de la final del torneo en horario anticipado.
Se prevé que para ese encuentro, que se disputará en el estadio "Isidro Romero", de propiedad de Barcelona, asistan unas 50.000 personas.
La seguridad, vigilancia y protección de aficionados le corresponderá a la Intendencia de Policía y al Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, según la normativa vinculada al estado de excepción decretado por el Gobierno desde este miércoles, indicó el Ayuntamiento guayaquileño.
De su lado, el ministro del Interior, Juan Zapata, aseguró que "por una decisión del COE provincial, el partido de fútbol de la final de la Liga Pro entre Barcelona y Aucas ha definido que se realice desde las 16.00 (hora local) del próximo 6 de noviembre".
Zapata remarcó que no es la intención del Gobierno "suspender eventos masivos", pero que por razones conocidas se ha decretado la medida de excepción.
Según él, "la ciudad se ha mantenido en calma" en las últimas horas y con base en eso se ha dispuesto la realización del partido desde las 16.00 hora local (21.00 GMT), horario que reemplaza al de las 18.00 horas que en primera instancia había establecido la Liga Pro.
El pasado martes, Guayaquil (en el suroeste del país) y la ciudad de Esmeraldas (noroeste) fueron sacudidas por atentados y ataques de bandas de delincuentes, según han asegurado las autoridades.
Al menos cinco policías murieron en la jornada violenta que terminó con la aplicación del estado de excepción y de un toque de queda entre las nueve de la noche y las cinco de la mañana en las dos ciudades costeras.