Mell Reasco volvió a las prácticas junto con su entrenador Édgar Machado y su preparador físico
Martín Rojas luego de la parada obligatoria a causa de la pandemia. “No he subido de peso, en
los primeros días era algo lenta, pero la técnica no pierde poco a poco voy a encontrar mi ritmo
de juego”, detalla la joven tenista, quien hizo yoga y entrenó con máquinas y pesas durante la
cuarentena.
En el escalafón de la Federación Internacional de Tenis, Mell se ubica actualmente en el puesto 21
en individual y dobles y su ranking en categoría juvenil le permite acceder a todos los Grand
Slam.
Cuando comenzó la crisis sanitaria, Mell, de 17 años, estaba en Argentina para jugar su primer
torneo profesional. El evento se postergó y tuvo que regresar al país. Mell inició en el tenis
cuando su padre, el exfutbolista Néicer Reascos, jugaba en el Sao Paulo de Brasil, en 2007. “Yo
quería pasar tiempo con mi mejor amiga. Como ella jugaba tenis en el club donde mi mamá iba al
gimnasio, empecé a practicar como pasatiempo; tenía seis años”.
De regreso al Ecuador volvió a las canchas y su excelente estado físico y golpe de derecha la
propulsaron al estrellato. Entre 2017 y 2019 ganó cuatro títulos internacionales, entre esos el
ITF Junior G2 de Pratto, en Italia, el año pasado. También consiguió el torneo ITF de Mendoza,
en Argentina. El año pasado, con el equipo nacional, participó en los Juegos Panamericanos de
Lima. Para ella, sus mayores logros son “estar en el top 20 mundial, clasificar en su momento al
mundial sub 14, llegar al tercer lugar en el sudamericano, y ganar y ser finalista en torneos en
Europa”.
Uno de los mejores momentos para la joven tenista fue jugar en Wimbledon, donde conoció a sus
ídolos: Serena Williams, Rafael Nadal y Roger Federer.
Mell asegura que está lista para ser profesional. “En el ambiente junior ves a mucha gente
socializando, y si bien en el profesional es más solitario y tienes que ser más disciplinada,
estoy lista”, concluye esta joven que lleva 10 años en este deporte. Su objetivo, además, es
"llegar a tener un título universitario para estar preparada después del tenis". Pero antes,
dice, "quiero ganar Roland Garros. Soy zurda como “Rafa” Nadal y Andrés Gómez”.
“Fue una experiencia increíble, la mejor de mi vida. Nunca
antes había estado en un torneo tan importante.Conocí a mis ídolos, Serena
Williams, Rafael Nadal (foto), y Roger Federer.
Enrique Medina, 15 años : “Mi meta son los torneos
ITF juniors fuera del país”
El joven tenista acaba de ganar su primer torneo Ecuajuniors. Juega desde los cinco años y
su siguiente meta es llegar a los torneos ITF junior.
Enrique entrena con el ex jugador del equipo Copa
Davis de Ecuador, Carlos Avellán.
Kike está en primer año del colegio bachillerato Javier y juega desde los cinco
años. “Me inicié en las canchas de la Federación de Tenis, luego pasé a
Fedeguayas, la escuela de alto rendimiento Balda y el Club Nacional con mi
actual entrenador Carlos Avellán, cuenta este joven deportista, cuyo mejor golpe
es el saque, aunque mejoró considerablemente su derecha y revés.
Quiere que su golpe de derecha sea como el de Nadal, que el saque sea como el de
John Isner, e intentar aprender de los jugadores la forma de superar el estrés
en los partidos muy peleados.
Kike ya volvió a los entrenamientos con Avellán, ex integrante dele equipo Copa
Davis de Ecuador. “ Con él trabajo mucho la parte mental la consistencia en mi
saque.Trabajo la parte física con el argentino Pablo Galván. Debo llegar a tener
una buena musculatura sin ser pesado”, explica este adolescente, cuya meta es
llegar a los torneos ITF juniors para ganar puntos y luego acceder a los torneos
para “mayores” entre esos los “Challengers”. Mientras tanto intentará ganar la
mayor cantidad de torneos antes de estudiar en una universidad en Estados
Unidos, para fortalecer su tenis y su nivel académico.
Ana Paula Jiménez, 18 años: “Darlo
todo en mi último año como juvenil”
La tenista guayaquileña es, en la actualidad, la mejor juvenil del país en
este deporte. El año pasado terminó como campeona nacional.
En los primeros meses del 2020 Ana Paula jugó los
torneos ITF de grado 1, solo abiertos a los
mejores jugadores mundiales.
Generalmente los alumnos que se dedican al deporte de alta
competencia no destacan en los estudios. No es el caso
de Ana Paula Jiménez, alumna del colegio Monte Tabor. La
joven tenista juega desde los ocho años e ingresará a la
Universidad de Texas en Arlington el próximo año. “Es
una carrera muy bonita, pero sacrificada, pero justo en
eso consiste el reto”, acota la deportista de 17 años,
quien recibió una ayuda económica de la Federación
Ecuatoriana de Tenis (FET) por culminar la temporada
2019 como la mejor juvenil del país.
Fue campeona en singles y dobles del Nacional Absoluto para
entrar de lleno a eventos internacionales y ganar tres
torneos ITF grado 5 (Arequipa y Lima, en Perú; y
Guayaquil). Quedó, además, en segundo lugar en Curazao y
Aruba. Este año es el último como juvenil. “ Aunque aún
me quedan seis meses en esta categoría, ahora debo
trabajar con énfasis en torneos internacionales”, añade
Jiménez, cuyos mentores son Andrés Gómez, Raúl Viver y
Pablo Quiroz.
Juan
Sebastián Zabala, 18 años: “La
universidad como escuela de
vida”
En junio debía empezar una gira europea para
clasificar a los reconocidos torneos Roland
Garros y Wimbledon. Si bien la pandemia detuvo
ese proceso, Juan Sebastián Zabala no detiene
su ascenso.
El
Guayaquileño
logró
su
mejor
ranking
ITF
en
febrero
del
2020:
es
actualmente
79
del
mundo.
Sebastián tiene 18 años y ya empezó
a competir a los siete en
torneos provinciales, y a los
ocho y nueve en nacionales. Pero
es a partir de los 12 años que
sintió que el tenis era su vida.
Este año logró el mejor ranking
ITF de su carrera ubicándose en
febrero en el puesto 79 del
mundo. Preveía estrenarse en
Europa, primero en Italia y
luego en las fases de
clasificación de los torneos
Roland Garros y Wimbledon. Al
final, la pandemia paralizó
todo.
En el ámbito nacional, Juan
Sebastián ganó algunos torneos
ITF. “En Guayaquil hice una
final en grado 4 y gané un
torneo grado 5. En el último que
participé en Cuenca, grado 1,
llegué a la final en parejas y a
cuartos de final en
individuales. Fuera del país
gané en Guatemala, Panamá y El
Salvador, y un cuarto de final
en Brasil. En parejas conseguí
un título en República
Dominicana y un vicecampeonato
en Paraguay.
Este mes iniciará su recorrido
académico en la universidad de
Tennessee. “Para un tenista es
lo más recomendable. Uno se
forma como persona y deportista,
compite por su universidad y
tiene derecho a participar en
algunos torneos en Estados
Unidos cuando los estudios lo
permiten. Cuando sales de la
universidad y tienes un buen
nivel, se da la oportunidad de
hacerte profesional”.
Álvaro
Guillén, 17
años: “En Europa
me hice más
competitivo”
Empezó a jugar a los seis años y a
los 10 ya combinaba el colegio
con las clases particulares. Le
debe su pasión a su abuelo.
El Guayaquileño
ha
estado
en giras
sudamericanas.
Fue
campeón
nacional,
estuvo
en el
sudamericano
y en el
mundial
para
tenistas
de 14
años.
El año pasado ganó
dos torneos ITF
(Turquía y
Ecuador) y sacó
su primer punto
ATP. Hasta la
fecha su mayor
logro ha sido
clasificar a una
gira
sudamericana
(Cosat) y otra
europea. “En los
torneos Cosat
jugué con los
mejores de
Sudamérica y
luego clasifiqué
a una gira
europea con seis
amigos. Fue una
experiencia
increíble porque
competimos y
aprendimos
mucho. Además
gané dos
torneos”, aclara
Guillén, quien
entrena con
Pablo Quiroz en
la academia
Gómez-Viver.
Para él, el camino
para ser
profesional se
debe a la
disciplina,
responsabilidad
y humildad, y a
“disfrutar el
día a día con
los
entrenamientos”,
acota Guillén, a
quien le gusta
trabajar los
puntos con la
derecha y
cerrarlos en la
net. De regreso
a los
entrenamientos
disfruta jugar
con Emilio
Gómez, quien le
enseña no solo a
cómo jugar sino
a cómo vivir el
tenis fuera de
la cancha. Este
año es el último
en la categoría
de 18 años antes
de jugar los
Grands Slam de
juniors. “ Viajé
con él cuando
tenía 16 años y
fue semi-
finalista del
Oran- ge Bowl.
Ha estado en
giras
sudamericanas,
fue campeón
nacional, y
estuvo en el
mundial de 14
años. Tiene un
currículo muy
interesante”,
acota Andrés
Gómez, quien
sabe olfatear
las semillas de
campeón.
Mientras Álvaro
sigue
disfrutando el
tenis como el
primer día y
sueña no con ser
el mejor del
país, sino del
mundo.