La historia detrás de Imane Khelif: vendía chatarra para financiar sus entrenamientos

La boxeadora argelina, Imane Khelif, se ha vuelto tendencia en redes sociales luego de que ganara, en tan solo 46 segundos, una lucha en la categoría de los 66 kilogramos de los Juegos Olímpicos de París 2024. Sobre ella han caído múltiples críticas alrededor de su sexualidad, pero pocos conocen su inspiradora historia de vida.

Nació el 2 de mayo de 1999 en un pueblo rural de la provincia de Tiaret en Argelia, un país ubicado al norte de África. En una entrevista con Unicef, entidad de la que es embajadora, Khelif relató que en su adolescencia le gustaba jugar fútbol, pero recibía constantes ataques de los chicos. Incluso, peleaban con ella. Desde entonces, empezó a cultivar su habilidad para esquivar golpes.

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Pero cuando empezó a dedicarse al boxeo, tuvo que enfrentar mayores obstáculos. Cada semana debía viajar a otro pueblo, ubicado a 10 kilómetros de distancia, para entrenar.

Esto implicaba más gastos, sobre todo para el transporte. No podía pedirle dinero a su padre, quien trabajaba en el desierto del Sahara como soldador, porque no aprobaba que las mujeres practiquen boxeo.

Imane Khelif tuvo que vender chatarra para reciclar y su madre ofertaba cuscús, así lograban reunir dinero para pagar el autobús, según comentó la deportista a Unicef.

A los 19 años, la atleta logró el puesto 17 en el Campeonato Mundial de Boxeo Femenino del 2018 en Nueva Delhi y luego representó a Argelia en el Campeonato Mundial de 2019 en Rusia, donde quedó en el puesto 33.

Sus primeros Juegos Olímpicos fueron en Tokio 2021. Llegó hasta los cuartos de final. Después consiguió el segundo puesto en el Campeonato Mundial de Boxeo Femenino IBA 2022.

Además, logró importantes triunfos en campeonatos africanos. Con estos resultados pudo llegar a París 2024. “Empecé sin nada y ahora lo tengo todo”, aseguró Khelif en entrevista con Unicef.

Al ser cuestionada sobre el logro del que se siente más orgullosa, la pugilista respondió: “Es poder superar los obstáculos de mi vida”.

Este jueves 1 de agosto, Khelif logró un triunfo en tan solo 46 segundos en la prueba de 66 kilogramos de París 2024 porque su oponente, la italiana Angela Carini, se retiró en ese rango de tiempo. La perdedora comentó que había recibido golpes fuertes y que no podía continuar la pelea para preservar su salud.

Sin embargo, en redes sociales se empezó a decir que la argelina era transexual, pero esto es completamente falso. Lo que sucede es que ella tiene una mayor cantidad de testosterona, un padecimiento conocido como hiperandrogenismo.

Las especulaciones nacieron porque la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) emitió un comunicado en el que recuerda que la deportista fue descalificada en el 2023 porque supuestamente tenía “ventajas competitivas sobre otras competidoras”.

La entidad comentó que Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting fueron sometidas a una prueba, de la cual no se han dado mayores detalles, en la que se determinó que las boxeadoras no cumplían los criterios de elegibilidad necesarios.

No obstante, los organizadores de los Juegos Olímpicos mencionaron que las boxeadoras sí cumplen con las reglas de elegibilidad. “Estas deportistas compitieron durante mucho años, no acaban de llegar, compitieron en Tokio”, recordó Mark Adams, portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI).

“Testosterona no es un test perfecto. Muchas mujeres tienen testosterona en lo que llamaríamos 'niveles masculinos' y siguen siendo mujeres, compiten como mujeres”, añadió.