Daniela Darquea, una vida en el golf para ir tras el sueño de ser la número 1
Daniela Darquea tiene 25 años, de esos, 21 los ha dedicado al golf. Empezó cuando tenía 4 años, por influencia de su padre fallecido Nelson Bastidas y su tío Manuel, y desde entonces, no se detuvo hasta llegar a representar a Ecuador en las grandes ligas.
“Tuve el apoyo de mis papás, obviamente, ellos estaban impactados de que el golf me haya gustado tanto porque no es una disciplina popular; pero hoy en día es mi carrera, es a lo que me dedico”, cuenta la golfista quiteña.
Aunque ella empezó el golf desde muy pequeña, fue a los 12 años cuando se dio cuenta de que quería llegar a grandes competencias del golf, ya cuando llegó a sus 18 años, se aseguró de que había alcanzado el nivel para competir al nivel de las mejores del mundo.
“Fui mirando los rankings y me di cuenta de que tenía la oportunidad de entrar a los Juegos Olímpicos y así fue. Esto es un sueño para cualquier deportista”, comenta.
Sus entrenamientos los ha hecho en entornos mayoritariamente masculinos, debido a la falta de formación de mujeres golfistas en Ecuador que estén a su mismo nivel, explica.
Convertirse en la primera mujer golfista en representar a Ecuador en los Juegos de Tokio y participar en el circuito Ladies Professional Golf Association (LPGA) en los mejores torneos a nivel mundial, no fue fácil. A los 14 años, cuando perdió a su padre, sus deseos de seguir entrenando decayeron, no obstante, logró reponerse de su pérdida y siguió compitiendo.
Daniela está segura de que a Tokio llega con un buen nivel, sus expectativas son las de llevarse el premio mayor. “Yo quiero ganar, quiero llevarme el oro. Creo que tengo el talento, la disciplina, y he puesto muchísimo trabajo para lograrlo”, asegura.
En su bolsillo lleva una moneda que usa desde hace cuatro años como su amuleto de suerte para marcar la posición de la bola durante sus torneos.
Darquea cree que el deporte le ha abierto muchas puertas, desde viajar por diferentes partes del mundo hasta estudiar becada en Estados Unidos, por eso, su sueño es convertirse en entrenadora de golf y ayudar a más chicas a incursionar en un deporte poco popular en Ecuador.
En una reciente publicación en Twitter Darquea reconoció su admiración por las medallista de Tokio, Neisi Dajomes y Tamara Salazar. "Se me quedan cortas las palabras para describir la admiración que siento por estas guerreras", escribió