A pesar de la pandemia, varias universidades fortalecen la práctica en sus estudiantes

 

La formación práctica es un componente esencial en el desarrollo de la educación superior y las universidades se adaptaron para que los estudiantes puedan cumplir con esta fase de su proceso de aprendizaje. 

 

Ramiro Canelos, vicerrector académico de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), detalla que por disposición rectoral se creó en mayo de 2020 un Comité de Bioseguridad con la participación de las escuelas de Medicina, Comunicación, Gestión de Riesgos y áreas administrativas como Talento Humano, Administrativo y Vicerrectorado Académico. El objetivo fue diseñar un plan de retorno ante la posibilidad de clases presenciales. 

 

A partir de allí se modificaron los aforos en todas la aulas y laboratorios y se diseñó nueva señalética institucional acorde a las necesidades derivadas de la pandemia; con los protocolos de bioseguridad respectivos. El documento está aprobado por el Comité de Operaciones de Emergencia COE Nacional y en la actualidad la UIDE espera que se permita aplicar el plan para retornar a las clases presenciales en aquellas materias de contenido práctico. 

 

Canelos explica que las carreras que lo necesitan son: Odontología (en clínica con maniquíes), Gastronomía y en el actual ciclo con Arquitectura. Canelos considera que, sí habrá una afectación en el desempeño, pero que se atenúa por la suplementación de prácticas virtuales con software y simuladores digitales.

 

Estas herramientas tecnológicas son aprovechadas por las universidades. Marlena León, vicerrectora Académica de la Universidad de las Américas (UDLA), afirma que la institución cuenta con un modelo educativo que fomenta el trabajo colaborativo.

 

Esta modalidad se aplica en las carreras de Administración, en las cuales, los estudiantes se exponen a un proceso de toma de decisiones que simula el contexto real. “Eso lo hemos logrado con nuestra plataforma de video conferencia, en donde se puede interactuar y así cubrimos el componente práctico de esas carreras”, explica. 

 

Además, la UDLA tiene un convenio con Harvard Business School y eso les permitió acceder a los simuladores para las carreras administrativas. Tanto ha sido el éxito que el año pasado los alumnos de administración y algunas ingenierías ganaron un concurso con simuladores, resolviendo casos reales. La universidad también cuenta con la facilidad para que los estudiantes de carreras técnicas operen los equipos que están en los laboratorios de la institución.

 

Mientras que en carreras como Medicina se usan aplicaciones de realidad aumentada que permiten a los alumnos ver la tridimensionalidad de los órganos, es decir, que pueden rotarlos. “Esto ha sido un proceso de aprendizaje muy rico, que nos ha permitido hacer virtualmente lo que hacíamos presencialmente”, afirma León.

Recuerda que la UDLA ya tenía las aplicaciones de realidad aumentada, que se usaban en clases, entonces lo que se hizo fue adaptarlas al entorno de la virtualidad. Aunque detalla que la universidad está preparada para recibir a cuatro alumnos por piso, de esa forma se mantiene la distancia, acorde con su protocolo de bioseguridad por el COVID-19. 

 

“No lo concebimos como momentos específicos ni aislados de una carrera o materia, sino que, la resolución de problemas reales y el trabajo colaborativo, debe estar embebida en el diseño mismo de cada asignatura”, asegura la directora general Académica de la entidad, Priscila Marchán. 

 

 

La Universidad Casa Grande contempla al componente práctico con un elemento esencial para adquirir aprendizajes profundos y transferibles. Foto José Dimitrakis.

 

Aunque se han adaptado a la nueva modalidad y se digitalizaron todas las innovaciones pedagógicas de carácter práctico como Casos, Puertos y las modalidades de titulación, entre otras, Marchán afirma que la virtualidad tiene límites. Por ello, la institución propone la realización de encuentros puntuales con grupos reducidos de estudiantes en carreras y materias específicas y en un encuadre híbrido de aprendizaje. 

 

La modalidad híbrida, es decir un componente presencial y otro virtual, es la propuesta de la Universidad Casa Grande para el periodo 2021. Adriana Illingworth, directora general de Comunicación y Admisiones, detalla que se busca aprovechar lo mejor de ambas modalidades en beneficio de los alumnos. A ello se suma la incorporación de la Unidad de Formación Técnica y Tecnológica, que permite alcanzar un título de tercer nivel en 2 años de estudios.

 

Hay 6 ofertas disponibles: Educación inclusiva, Diseño publicitario, Comunicación digital, Contabilidad y asesoría tributaria, Ventas y Atención integral a adultos mayores. 

 

Tina Zerega, vicerrectora Académica de Casa Grande, explica que entre las innovaciones adoptadas está la digitalización de todas las actividades, lo que significa que la docencia está enmarcada en las nuevas necesidades digitales. La entidad cuenta con nuevas carreras de pregrado, que están enfocadas en trabajar con diferentes grupos de la sociedad, estas son: Psicología, Psicología Educativa, Orientación familiar, Fonoaudiología y Estimulación temprana en salud.

 

Su formación les permitirá trabajar en centros de atención comunitaria, instituciones públicas y privadas, ONGs y más. En cuanto a los estudios de cuarto nivel, se suman cinco nuevas maestrías: Administración Educativa, Neuropsicología, Negocios Digitales, Ciberseguridad y Administración Pública; que cuentan con docentes internacionales, lo que permitirá a los estudiantes conocer otras perspectivas de las problemáticas a las que se enfrentará en el ejercicio diario.

 

Los simuladores y las aplicaciones de realidad aumentada han contribuido al aprendizaje práctico de los estudiantes. Sin embargo, las universidades cuentan con propuestas para realizar encuentros presenciales.