Pasaporte limitado

Redacción
El sector camaronero decreció sus exportaciones en un 13 por ciento en 2015. Vietnam reemplazó a EE.UU. como su principal comprador.

Hasta octubre pasado, las exportaciones no petroleras disminuyeron en comparación al período anterior, algo que no sucedía desde 2009. Los empresarios esperan acuerdos comerciales.

Aranceles y cupos de importación se convirtieron en palabras recurrentes en el entorno comercial del país. A inicios de 2014, el presidente Rafael Correa anunció la necesidad de recortar cerca de 6.000 millones de dólares en ese rubro hasta 2017 con la sustitución de productos comprados en el exterior y restricción de importaciones inútiles.

Uno de los objetivos era reducir la balanza comercial deficitaria del país. Esto, según cifras del Banco Central del Ecuador (BCE), se logró en 2014 al reducirse un 30 por ciento (en dólares) en comparación al año anterior; pero en 2015, la caída de los precios del petróleo provocó que el saldo negativo aumente de forma considerable.

Aunque el petróleo es la principal fuente de ingresos para el país, los importadores y exportadores de productos no petroleros juegan un rol fundamental por el encadenamiento comercial y productivo y, por ende, su impacto en el músculo laboral.

Y si bien la reducción de compra de bienes de consumo, de capital, y materias influyó para alcanzar el objetivo estatal de mejorar el déficit en la balanza comercial de esas importaciones, entre enero y octubre de 2015, en un 29 por ciento (en dólares) frente al 2014, el impacto también alcanzó a ciertas industrias exportadoras.


El Presidente Ejecutivo de Expoflores, Alejandro Martínez, indica
que la ausencia de un acuerdo comercial con EE.UU. afecta a su
sector. En 2015 envió un 11% menos, en dólares, a ese destino.

“No se puede decir que esto (salvaguardias y cupos) perjudica al comercio y nos favorece porque un entorno de negocio sano es donde todos prosperamos”, reconoció en su momento Francisco Alarcón Alcívar, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, a Revista Vistazo.

Seis por ciento menos en exportaciones, durante los primeros 10 meses de 2015, fue el saldo del sector no petrolero. Productos como el camarón, con un 13 por ciento; y atún y pescado, y enlatados de pescado, con 13 y 27 por ciento respectivamente; son algunos de los casos más notorios de esa caída al considerar su influencia en el sector laboral del país.

Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, dice que las exportaciones atuneras ecuatorianas decrecieron en 2015 por distintos factores, entre esos una drástica reducción de los precios por una sobrepesca en el Pacífico Occidental; por la baja en las capturas por la afectación del sobrecalentamiento de las aguas debido al Fenómeno "El Niño"; y la afectación de las exportaciones a Venezuela por los problemas internos de ese país. “Y a esto se le suma el encarecimiento de nuestras exportaciones debido a la apreciación del dólar”, señala.

BUSCAR SOLUCIONES

En el transcurso de 2015, Bruno Leone (Cámara Nacional de Pesquería) indicó que urge firmar el acuerdo con Europa porque solo cuentan con una extensión de las preferencias arancelarias hasta diciembre de este año. “Si no firmamos y se vencen esas preferencias, vamos a tener más problemas de los que estamos teniendo”. Agrega que también debería llegarse a un acuerdo con EE.UU. por ser un mercado clave para los exportadores nacionales.

Hasta 2017, Ecuador se beneficiará del Sistema General de Preferencias (SGP) con ese país. Este no es un acuerdo individual, ya que también están más de 130 países.

Similar punto de vista al de Leone mantiene Alejandro Martínez, presidente ejecutivo de la Asociación de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador (Expoflores). Para él, la política pública se ha concentrado en lo fiscal, y ha descuidado lo productivo y comercial. “Seguimos esperando el acuerdo con la Unión Europea, que aún no se da; mientras con países como los EE.UU. y Canadá, que son muy importantes en términos de comercio bilateral, ni siquiera mostramos interés en dialogar”.

Las exportaciones ecuatorianas, dice, requieren de acceso a los mayores mercados de consumo del mundo. “En política productiva, el problema es la competitividad; hoy con el dólar apreciado se evidencia que la estructura de costos del Ecuador es, y era, poco competitiva”. Afirma que se debe entender que los productos de exportación compiten en mercados donde no se puede trasladar los altos costos de producción del país.

Aunque el BCE mostró hasta octubre un leve crecimiento de exportaciones de flores naturales, Martínez explica que el año se lo cerró con un descenso del cinco por ciento. “El mercado mundial de consumo de flores está en una etapa de contracción. La caída de Rusia, y un leve descenso en la compra de Europa, han sido los principales factores para una sobreoferta del producto”.

Esto, agrega, ha forzado una reducción de precios (prevé que siga en este primer semestre) y que muchas fincas opten por cambiar su estrategia de exclusividad a productividad. “El productor nacional hace esfuerzos para colocar su producción en EE.UU., que es donde ha crecido el consumo”.

Desenlace positivo que un sector con números en alza, como el bananero, aprovechó en 2015. Así lo explica Eduardo Ledesma, director de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), al incluirlo como uno de los motivos del nueve por ciento de crecimiento en ventas al exterior.

Lo complejo es que solo banano y cacao crecieron. Situación que preocupa al sector empresarial, que aspira que el desmantelamiento de las salvaguardias, que inició este mes, sea la visa que necesitan en su pasaporte.