“Yo quiero a mi Diana, quiero darle un abrazo”, el dolor de un padre que perdió a su hija en un caso de presunto femicidio
Este domingo, 18 de junio del 2023, muchos padres celebrarán su día en casa con sus hijos, pero Arturo Espinosa lo hará en un cementerio de Quito, donde reposan los restos de su hija Diana. La joven falleció hace dos años tras ser atropellada por su conviviente. Un caso que era tratado como un delito de tránsito, pero gracias a la lucha de su progenitor, pasó a ser tipificado como un presunto femicidio.
Arturo recuerda que su hija siempre estaba pendiente de él, lo llamaba casi todos los días, y le pedía que no trabaje hasta altas horas de la noche en el taxi. Al ser la hermana mayor, era un soporte fundamental para la familia. “Ya me diste, ahora quiero ayudarte”, le decía Diana a su padre, cuando necesitaba algo.
En el Día del Padre, la joven organizaba una cena, llevaba un regalo o simplemente con un abrazo alegraba a su progenitor. Ahora esta y otras fechas importantes se han tornado difíciles para Arturo, quien se llena de recuerdos e indignación al tomar en cuenta que esos momentos ya no volverán.
“Como padres tenemos la idea de que nuestros hijos nos enterrarán, pero no lo contrario. Este domingo me va a hacer mucha falta. Yo quiero a mi Diana, quiero darle un abrazo”, narró el padre a Vistazo.
Agregó que no planea hacer una celebración, sino visitar a su hija en el Cementerio Jardines de Santa Rosa, al sur de la capital. “Le diré que seguiré en la lucha hasta que este señor (el presunto femicida) sea juzgado”.
¿CÓMO OCURRIÓ EL PRESUNTO FEMICIDIO?
La vida de esta familia cambió repentinamente en mayo del 2021, cuando Diana Espinosa falleció en un hospital, luego de que su pareja Jonathan F. la arrollara por tres ocasiones, de acuerdo a lo que se pudo constatar en las investigaciones.
El hecho violento sucedió en el sector de la Argelia, al sur de Quito. La noche del 19 de mayo, Diana y Jonathan estaban en el auto que días atrás había comprado la víctima. Según un informe de la Fiscalía, testigos afirmaron que, cerca de las 23:00, la pareja fue vista discutiendo.
Luego, la mujer habría salido del vehículo y pidió a Jonathan que se bajara, pero el sujeto no salió. Todo lo contrario, habría arrancado el auto para golpearla y hacerla caer, después pasó el vehículo sobre sus piernas y –acto seguido– la volvió a atropellar.
Unas personas que estaban a pocos metros de distancia, lanzaron piedras para impedir un nuevo arrollamiento, de acuerdo a las investigaciones de la Fiscalía.
La mujer fue llevada de emergencia al Hospital Enrique Garcés, donde permaneció dos días hasta que, el 22 de mayo, falleció por un trauma craneoencefálico.
“A eso de las nueve de la mañana yo estaba trabajando y unos señores le avisaron a mi esposa que nuestra hija estaba gravemente en un hospital”, recordó Arturo Espinosa, padre de la víctima. En ese momento la familia recién se enteraba de lo que había pasado, puesto que Diana ingresó a la casa de salud sin papeles de identificación. Además, el novio mantuvo el hecho en el anonimato.
Cuando la familia llegó al hospital, Jonathan argumentó que supuestamente habían sido asaltados y que un ladrón abrió la puerta de su novia, ella cayó y se golpeó la cabeza; lo que fue desmentido por testigos.
Por si fuera poco, la familia de la víctima se enteró que el sujeto solicitó a la vendedora del vehículo de Diana que el contrato de compra-venta lo realice a su nombre. Esto a pocos días del hecho violento. La mujer se negó a hacerlo y alertó de este pedido a los parientes de la occisa.
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DELITO DE TRÁNSITO A FEMICIDIO
Ante este argumento, el caso fue tratado inicialmente como una muerte por accidente de tránsito. Sin embargo, el padre de Diana estaba convencido de que su hija fue arrollada por el novio; así que inició una serie de acciones como plantones y una acción de protección contra un fiscal, que no quería pasar el expediente a la Fiscalía Especializada de Género.
Desde 2022, empezó a investigarse como presunto femicidio. Una nueva fiscal ordenó la reconstrucción de los hechos y una auditoría psicológica forense. Estos informes determinaron que el auto arrolló a Diana “por tres ocasiones, entonces no era un accidente de tránsito”, señaló el abogado Freddy Ron a Vistazo.
Agregó que la mujer tenía ciertos tipos de golpes, lo que evidenciaba que hubo un maltrato previo al accidente. Así mismo, “personas que lograron observar el hecho indicaron que la fallecida pedía auxilio, pero nadie le colaboró”.
En agosto del 2022, con 45 elementos de convicción, la Fiscalía formuló cargos contra Jonathan F. como presunto autor del femicidio de Diana Espinosa. En la audiencia, la jueza ordenó prisión preventiva, y para que la cumpla, extendió una boleta de captura, porque el procesado ya estaba prófugo.
El padre de la joven, Arturo Espinosa, inició una nueva lucha: lograr la detención del acusado. Para ello, consiguió que el presunto femicida sea integrado en la lista de los más buscados por violencia de género. No obstante, hasta la fecha no hay resultados.
“Lo único que pido a las autoridades es que le den celeridad a las investigaciones, que lo detengan, que pague su culpa porque no puede ser posible que la muerte de mi hija quede en la impunidad”, afirmó el progenitor.
La última vez que se vio a Jonathan fue cuando acudió a rendir versión a la Fiscalía de Tránsito. El hombre estaría fuera del país. Mientras la audiencia de juzgamiento está suspendida hasta que aparezca.
La defensa de la víctima pedirá 34 años y 8 meses de prisión por el delito de femicidio con agravantes. Además, reparación económica para la familia de Diana.
HERIDAS QUE NUNCA VAN A SANAR
Arturo Espinosa comentó que el proceso para lograr justicia ha sido desgastante, pero satisfactorio porque gracias a los plantones y demás acciones se logró importantes avances en el caso. Aunque hay consecuencias que no ha podido subsanar.
“En lo económico se nos ha hecho bastante duro. El día que no trabaje en el taxi, no comemos”, menciona el padre. Agrega que en lo psicológico también perduran las heridas emocionales: “Como padre quería ver a mi hija surgiendo, con un hogar y sus negocios”, dijo con voz entrecortada.
Y envió un mensaje a todos los padres que han perdido a un hijo: “Que levanten la voz, que no dejen que las muertes de sus hijos queden en la impunidad. Siempre luchemos para que en el Ecuador no haya mujeres agredidas, ni asesinadas”.
En Ecuador, cada 23 horas ocurre un feminicidio. Del 1 de enero al 30 de abril del 2023 se contabilizan 122 muertes violentas de mujeres por razones de género, según datos de la Fundación Aldea.
De ese número, 58 casos fueron femicidios de carácter íntimo, familiar, sexual y transfemicidios. Mientras que 64 fueron femicidios en sistemas criminales.
Al menos 46 mujeres eran madres y por lo menos 80 hijos e hijas quedaron en situación de orfandad. Diana Espinosa también tenía un pequeño, que ahora tiene 12 años.