¿Quién era Fernando Villavicencio? El candidato que buscaba llegar a la Presidencia para combatir a la corrupción

El candidato presidencial se preciaba de ser un combatiente contra el narcotráfico y la corrupción, y fue un acérrimo opositor al correísmo. En una de sus últimas intervenciones dijo que le habían recomendado usar chaleco antibalas, pero él se negaba a hacerlo.

También mencionó que recibió un parte policial en el que se habría revelado una amenaza en contra suya y de su equipo de campaña por parte de alias Fito, "un capo del Cártel de Sinaloa", según señaló ante los medios de comunicación. Esta es la última entrevista que Villavicencio concedió a Vistazo.

El exasambleísta, de 59 años, era oriundo de Alausí, provincia de Chimborazo. Su niñez estuvo marcada por el recuerdo del campo. “Nunca tuve un juguete artificial. Mi juguete fue un toro, un ternero que me regaló mi padre, y se hizo un enorme buey rojo”.

Tenía soltura ante los micrófonos. Eso lo adquirió de su experiencia radial. Su vinculación con el periodismo estuvo marcada por una hazaña, cuando tenía ocho años. “Mi madrina, que era mi profesora, me regaló dos períodos de siembra de trigo. Yo cuidaba la sementera para que los pájaros no se comieran las semillas; en julio y agosto vigilaba la cosecha. Coseché 80 quintales de trigo. Pero yo era un niño y mi padre vendió el trigo y se compró un radio Nivico. En ese radio, que él decía que era mío pero que en realidad era de él, yo escuchaba noticias en la mañana y en las emisoras que se sintonizaban en mi pueblo había una en especial, ‘Ondas del Pacífico’, de Guayaquil”.

Eso le inspiró a estudiar Periodismo. Trabajaba en Radio Tarqui y en Radio Hit. Tenía un programa de cultura a las cinco de la mañana, cuando apenas tenía 17 años. Para Tarqui, que en esa época era una institución radial y era conocida como la T grande de Quito, cubrió la Asamblea durante casi ocho años.

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De sus orígenes campesinos, “un niño que creció aferrado a la tierra”, tenía recuerdos enraizados. “Mis padres fueron agricultores, luego la crisis nos condenó, le condenó a mi padre a transformarse de campesino en obrero en la ciudad, pero yo sé que el pan no se hace en las panaderías, sino en las sementeras, desde la semilla que cuida el campesino. Solo alguien que ha sufrido, y que ha sentido eso que digo, puede gobernar un país”.

Hacía analogía con un padre de familia, quien “debe ser un demócrata y se sienta a la mesa, organiza su sueldo, el ingreso de la familia, entre todos suman la economía, distribuyen para el mes, no se endeudan más allá de lo que puedan pagar. Para mí, un buen Gobierno, un buen presidente es un buen padre de familia. Mi patria es mi familia, un buen padre es un buen presidente. Jamás un padre de familia robará la plata a sus hijos, por eso es inconcebible que un buen presidente se robe los fondos públicos”.

Su batalla contra la corrupción era su signo distintivo. En su caso, apuntaba contra la Revolución Ciudadana. “Ecuador es víctima de una guerra no declarada de grupos mafiosos, desde la mafia del narcotráfico, la mafia de la minería ilegal y la mafia de los sobornos, que financia a una mafia política. El sistema sanguíneo de la democracia ha sido contaminado por mafias”.

Sin temor enfilaba sus dardos contra la corrupción. “La mafia política son aquellos movimientos políticos que utilizan el nombre de partido o movimiento, pero que en el fondo son estructuras delictivas vinculadas a grupos mafiosos. Yo presenté a la Fiscalía General del Estado 25 casos de candidatos a gobiernos seccionales vinculados al narcotráfico y a la minería ilegal. Y en particular, la mayoría de estos candidatos se vincula con la Revolución Ciudadana”.

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Su promesa de campaña se centraba en someter a la mafia judicial, que ha generado impunidad en este país. “Nuestra propuesta en el plan de Gobierno incluye la transformación de la Unidad de Análisis Financiero y Económico, que hoy es una dependencia pequeña de la Presidencia de la República, en el motor más potente de la lucha en contra del delito de cuello blanco que vincula a casi gran parte de la clase política y administrativa del Estado”.

El blanco serían los delitos de cuello blanco. Jueces, fiscales, policías, militares, asambleístas, concejales, consejeros, alcaldes, prefectos, ministros, “Toda la clase política incluyendo a mi familia, o empezando por mi familia, será escaneada”.

“Los jueces tendrán que explicar de dónde han sacado sus bienes. Aquellos jueces que tienen mansiones, que tienen carros de alta gama, cuentas en paraísos fiscales o en otros países, y no puedan explicar el origen lícito de sus bienes, constarán en el Registro de Operaciones Inusuales, que será remitido a la Fiscalía General del Estado para que inicie acciones legales por lavado de activos, enriquecimiento ilícito o testaferrismo”.

Con sus aliados en la Asamblea, planeaba desbloquear y rehabilitar el proyecto de ley orientado a recuperar los bienes mal habidos. Es el Proyecto de Ley de Extinción de Dominio, que tiene como objetivo atacar al corazón de las organizaciones delictivas; ese corazón late en el bolsillo del crimen. “¿Cuál fue el partido político que bloqueó la aprobación de ese proyecto de ley en la Asamblea Nacional? El correísmo”, insistió.

Por eso, aclaró que el corazón de su “propuesta de guerra en el plano legal en contra de la impunidad judicial”. Promete hacerlo sin meter las manos en la justicia. “Vamos a sacar las manos de la justicia, porque ya esas manos fueron introducidas en la justicia en la década anterior”.

Explica que eso significa generar procesos, “Obviamente yo no lo puedo hacer, pero sí exigir que el Consejo de la Judicatura lleve adelante procesos de selección de jueces y fiscales en el plano de una absoluta independencia. El 98 por ciento de jueces que actualmente están ocupando cargos provienen del útero de la Revolución Ciudadana”.

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Decía que proviene de una “izquierda sensata”. “Pero mi forma de ser en la política está marcada por grandes ideales: la libertad, la democracia, la ética, la honradez, la dignidad. Solo se puede hablar de democracia cuando se puede convivir y coexistir con los otros, así que me ubico un poco más en el centro”.

Confesó que fue para él doloroso el resultado de la consulta popular, que fue inoportuna, porque perdió en todos los temas, algunos tan importantes como la extradición de narcotraficantes y el retiro de las facultades de elección de autoridades de control por parte del Consejo de Participación Ciudadana.

“Si el Consejo de Participación Ciudadana persiste en su afán de conspirar, porque es una Asamblea paralela que conspira en contra de la democracia en este país, yo no tendré problema en convocar a una consulta popular para desaparecerlo, o al menos quitarles las facultades que tienen de selección de autoridades de control. Eso es lo que buscan ellos, lo que busca la delincuencia organizada”.

Idéntico mecanismo anunciaba contra la Asamblea Nacional si bloquea y conspira. “Sin duda recurriremos una vez más a instrumentos constitucionales para someter a estas estructuras políticas conspiradoras. Pero también recurriremos al mandante, al soberano. La diferencia del gobierno de Villavicencio-González será la mano dura contra la mafia política, el narcotráfico, la minería ilegal y la mafia de sobornos que controlan a todas las empresas públicas”.

Advirtió que parte de su propuesta es impulsar una reforma, “Un proceso de renegociación de los contratos de servicios específicos en 21 campos petroleros, firmados también en el gobierno de Rafael Correa y altamente lesivos para la economía ecuatoriana”.

Cita un caso concreto, el campo Auca. Fue adjudicado con tarifas establecidas sin sustento técnico y económico. Como resultado, sacar un barril de crudo del campo Auca le cuesta al Estado más de 40 dólares, cuando antes de la adjudicación, a la petrolera estatal le costaba alrededor de 13 dólares el barril de ese campo. Al cerrar las puertas a la extracción en el Bloque 43 (motivo de la consulta popular) llenará el déficit presupuestario con los recursos obtenidos tras la renegociación.

Y si llega a ganar la tesis de seguir con la extracción de petróleo en ese bloque, iba a tomar de urgencia los correctivos ambientales, para no seguir contaminando estructuras subterráneas de agua dulce, porque de continuar se está provocando una catástrofe ambiental.