Pacientes con enfermedades catastróficas se unen contra la corrupción
2020/08/0510:02H.
Miles de pacientes que necesitan diálisis se han quedado sin tratamiento y medicinas o se ha retrasado su entrega en los últimos meses.
“Un día sin medicina es un día sin vida, mientras vemos cómo se roban los fármacos en los hospitales y la corrupción campea”, dice Dora García, presidenta de la Asociación de Pacientes Renales del Ecaudor. La situación se tornó crítica por la emergencia del Covid-19, que dejó en segundo plano a los pacientes más vulnerables.
Explica que ya no reciben o se limitó la atención por falta de pago del Estado a las clínicas.
Lo mismo sucede con miles de pacientes con cáncer, que viven en provincias y les suspendieron las quimioterapias o no pueden viajar las principales ciudades para el tratamiento.
El genetista Milton Jijón, exdirector del Hospital Pediátrico Baca Ortiz, dice hay al menos 1,3 millones de ecuatorianos con enfermedades huérfanas, raras y catastróficas, que están en riesgo porque el sistema de salud carece de infraestructura necesaria y está devastado por la corrupción generalizada en los hospitales.
Por eso, 30 organizaciones se unieron para conformar la Alianza Nacional por la Salud (ANS), que se lanzó este miércoles, 5 de agosto.
La idea, dice Gustavo Dávila, director nacional de Jóvenes Contra el Cáncer y quien encabeza esta iniciativa, es formar una plataforma con médicos, organizaciones de pacientes y resto de la sociedad civil para vigilar la compra de medicamentos, los proveedores de los hospitales, la entrega de carnés de discapacidad, entre otros procesos que son salpicados por la corrupción y limitan el acceso a atención digna.
Para esto, están conformando comisiones científicas, legales, y esperan tener el apoyo de otras organizaciones de la sociedad civil y las instituciones estatales.
Uno de los objetivos será, por fin, instaurar el Instituto Nacional de Medicina Genómica, dice Milton Jijón para poder hacer diagnósticos prenatales de enfermedades raras, o detectar el cáncer en edades tempranas y brindar tratamientos, lo que reduciría los cotos a la salud pública y dignificará la vida de estos pacientes.