Ministra de Salud menciona que sí hay medicinas en hospitales de Quito, pero los pacientes viven otra realidad
La ministra de Salud, Ximena Garzón, reconoció que existen falencias en el sistema de salud público de Quito, pero no considera necesario declararlo en emergencia, pues insiste en que hay un 70% de abastecimiento de medicamentos en toda la zona nueve.
Esta mañana, varios medios de comunicación fueron convocados a recorrer el Hospital Pablo Arturo Suárez para contrastar las declaraciones del Colegio de Médicos de Pichincha, quienes habían mencionado que existen fallas estructurales en esta casa de salud. Incluso, el doctor Juan Barriga señaló que se han formado socavones.
Garzón explicó que este hospital fue recibido hace siete años, pese a las fallas de infraestructura. Tras su llegada al cargo, se realizó una consultoría, la que determinó que el peso de la estructura estaba hundiendo ligeramente el hospital. Por ello, se inyectaron más de tres millones de dólares para reforzar las columnas.
“No existe ningún socavón, lo que existe es un pequeño hundimiento. Es lo que queremos evitar que siga pasando, no solo por la estructura del hospital, sino que aparentemente no hay drenajes de agua. Con las lluvias, se ha deslizado un poco de tierra y eso es lo que ha movido los adoquines del patio del hospital”.
La funcionaria dijo que no niega que existen falencias en el sector de la salud, pero están trabajando para solucionarlas. Por ejemplo, en el Hospital Enrique Garcés, detectó una grave situación de corrupción, la cual está siendo investigada.
“El problema de la salud ha existido por décadas. Lastimosamente, muchas de las personas que dan las declaraciones fueron parte de esos gobiernos y de esas administraciones”, mencionó la ministra, quien acotó que algunos profesionales desvinculados estaban vinculados a irregularidades.
Sobre la falta de medicinas, Garzón dice que existe en promedio un abastecimiento del 70% a nivel nacional. Unos hospitales tendrían hasta el 90% de fármacos y equipos, mientras otros el 30%, como es el caso de algunas casas de salud de Guayaquil.
En la capital hay un 70% de abastecimiento, pero el Hospital Pablo Arturo tiene el 86% de medicamentos y el 88% de dispositivos médicos, según la funcionaria. Sin embargo, los pacientes viven una realidad distinta.
“Estoy desde el 19 de mayo esperando en el Pablo Arturo Suárez para recibir una cirugía de rótula, pero como no hay los insumos, estoy esperando la transferencia”, dijo Mary Vargas a la cadena Ecuavisa. Así mismo, el noticiero constató que afuera del hospital, varias personas denunciaban la falta de medicamentos.
Garzón afirma que el represamiento de cirugías surgió antes de la pandemia y después de esta, la situación se multiplicó, puesto que hospitales como el Pablo Arturo Suárez atendía solo pacientes covid-19.
“El problema del represamiento de las cirugías se va a tardar un tiempo en descongestionar porque han sido miles de pacientes que están represados por dos años”.
Para solventar la crisis hospitalaria, la ministra informó que inyectó 10 millones de dólares para abastecimiento e infraestructura. Y al hospital Eugenio Espejo, uno de los más perjudicados, 10 millones de dólares más solamente para adquisición de oncológicos.
“Estamos trabajando para mejorar la salud, que ha sido descuidada por muchos años. Desde el 2016 viene sucediendo el problema de desabastecimiento de fármacos de forma crónica, que ha desembocado en los problemas que tenemos ahora, pero los estamos resolviendo”.