Militares hieren y detienen a dos hombres que evadieron un control de vehículos en Guayaquil

Un grupo de militares detuvo este viernes a dos hombres contra los que abrieron fuego e hirieron después de que presuntamente se saltasen un control de vehículos.
EFE y Redacción Vistazo
Fotografía del carro sobre el que los militares dispararon compartida por las Fuerzas Armadas.

Un grupo de militares detuvo este viernes a dos hombres contra los que abrieron fuego e hirieron después de que presuntamente se saltasen un control de vehículos y se dieran a la fuga, según informó en un comunicado el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

El hecho ocurrió en la ciudad de Guayaquil, uno de los epicentros de la crisis de violencia que vive Ecuador y que llevó al presidente del país, Daniel Noboa, a elevar desde inicios de enero la lucha contra el crimen organizado a la categoría de "conflicto armado interno".

De acuerdo al reporte de las Fuerzas Armadas, los dos detenidos, a los que se refiere como "presuntos terroristas", embistieron con su automóvil al personal militar y también al vehículo de la patrulla.

"En respuesta a este ataque se realizaron disparos para precautelar la seguridad del personal", señaló el comunicado del comando militar, para acto seguido iniciar una persecución que apenas duró unos metros hasta que alcanzaron al automóvil.

Allí constataron que los dos hombres se encontraban heridos por los disparos y procedieron a trasladarlos para recibir atención médica en un centro donde se mantiene la vigilancia sobre ellos.

Fotografía de los detenidos, heridos por los disparos, compartida por las Fuerzas Armadas.

Con la declaración de "conflicto armado interno", el Gobierno de Ecuador pasó a considerar a las bandas criminales, principalmente dedicadas al narcotráfico, como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales, después de que estas cometieran una oleada de atentados y acciones violentos.

En esa espiral de violencia se dio la toma de un canal de televisión por parte de un grupo armado y una serie de motines simultáneos en al menos siete cárceles de donde se escaparon cerca de 90 presos y en los que unos 200 rehenes entre guardias carcelarios y policías permanecieron retenidos durante seis días.

Esta situación aconteció en momentos en que el Gobierno de Noboa se disponía a poner en marcha su plan para arrebatar el control de las cárceles a las bandas criminales, que han causado desde 2020 una serie de masacres en las prisiones donde han sido asesinados más de 450 presos.