"Mi hijo es inocente", dice madre del teniente Alfonso Camacho y revela lo que el uniformado vio aquella madrugada
Juddy Vizcarra, madre del teniente Alfonso Camacho, considera injusta la vinculación de su hijo a la instrucción fiscal abierta por el femicidio de María Belén Bernal. Además, reiteró que el policía es inocente y que se “buscan culpables donde no los hay”.
Las declaraciones se dieron en entrevista con radio FM Mundo la noche del pasado miércoles, tras conocerse que un Juez de Violencia contra la Mujer y Miembros del Núcleo Familiar dispuso medidas alternativas a la prisión preventiva, solicitada por Fiscalía. Entre ellas, la colocación de grillete electrónico.
“No estamos de acuerdo. Realmente es injusto porque es una persona inocente, pero respetamos la decisión que tomaron y continuaremos con las medidas para que mi hijo pueda seguir defendiéndose en libertad”, señaló Vizcarra.
Argumenta que Camacho fue el único que dio parte a su superior sobre la “situación inusual” que vio en la habitación del fugado Germán Cáceres, principal implicado en el femicidio de su exesposa el pasado 11 de septiembre.
“Mi hijo es inocente y pienso que todos los oficiales y policías que estaban esa noche son inocentes”, subrayó la madre, quien también comentó que detrás de los uniformados cesados hay familias, pero “no nos damos cuenta de eso y solamente buscamos culpables, donde no los hay”.
Por su parte, Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, quien lideró un plantón la tarde de ayer afuera de la Casa de Justicia de Carcelén, rechazó la decisión del juez al no dictar prisión preventiva para Camacho.
“Aquí hay una sola realidad: mataron a mi hija. Camacho nunca presentó auxilio a mi hija. ¿Qué pasa? ¿Cuánto costó esto?”, cuestionó Otavalo.
A lo que la madre del teniente respondió: “No podemos buscar culpables donde no los hay, el único culpable es su propio yerno (Cáceres)”.
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¿QUÉ VIO CAMACHO AQUELLA MADRUGADA?
Alfonso Camacho, quien se desempeñó como agente investigador antisecuestros hasta octubre de 2022, estaba encargado de revisar las habitaciones de los cadetes y no de los oficiales.
Según relata la madre, él llegó cerca de las 10:30 u 11:00 para descansar en la habitación 33 del denominado ‘Castillo de Grayskull’ en la Escuela Superior de Policía del norte de Quito.
Se quedó dormido, pero despertó tras escuchar ruidos de su mascota. Luego, salió a ver lo que pasaba y se acercó a la habitación de Cáceres.
Abrió la puerta y vio a “dos personas que estaban de forma diagonal acostados, no vio si eran hombres o mujeres”, relató Juddy Vizcarra, madre del teniente.
Germán Cáceres le habría dicho que se vaya y no se meta en problemas. “Mi hijo regresó al dormitorio y dio parte a su superior”. “Si él hubiese visto o escuchado algo, él hubiese actuado”, acotó Vizcarra.
Sin embargo, la fiscal del caso, Isabel Jiménez, destacó en un comunicado que “al ser policía tenía el deber de intervenir desde su posición de garante de impedir el delito”.
Para la institución, Camacho habría incurrido en una conducta omisiva, que se configura también al incumplir con lo que determina el Código Orgánico de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público, en cuanto a evitar el cometimiento o consumación de una infracción.
Esta inobservancia a la norma estaría demostrada en el parte de novedades, donde Camacho hizo constar que no intervino “por ser un problema de pareja”.
En tanto, la pericia de inspección ocular técnica determinó que la pared, que divide las habitaciones 33 y 34 tiene 12 milímetros de grosor. Entonces, esos “ruidos extraños” que escuchó el procesado habrían sido los de un femicidio, según la Fiscalía.