Inestabilidad en la Policía: cinco comandantes en menos de cuatro años
El repentino cambio del comandante general de la Policía Nacional ha vuelto a sacudir a la cúpula de esa institución. César Zapata fue reemplazado por Víctor Zárate, pese a que existían generales de mayor antigüedad. No es la única polémica que ha trastocado a los altos mandos. En menos de cuatro años se han nombrado cinco comandantes, generando inestabilidad.
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El jueves 8 de agosto, el presidente Daniel Noboa causó un remezón en la Policía tras emitir el Decreto Ejecutivo 354 con el cual cesó de sus funciones al general César Zapata, quien estaba encargado de la Comandancia General. Ese puesto fue asumido por el general Víctor Zárate.
Sin embargo, en la línea de sucesión, había otros generales de mayor antigüedad como Fausto Buenaño, quien cumplía como subcomandante general desde el 2023. Este salto de jerarquías habría causado inconformidad en las filas policiales.
Aunque en el mismo decreto, Noboa especifica que “los servidores policiales en el grado de generales, de mayor antigüedad del designado como Comandante General, continuarán en el ejercicio de sus funciones”.
En una rueda de prensa del pasado 12 de agosto, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Leonel Calderón, se pronunció sobre esta controversia y afirmó que “se ha dado un relevo natural para el fortalecimiento del liderazgo y de las acciones operativas dentro de Policía Nacional”.
Además, justificó la medida por el conflicto armado interno. “No podemos perder a nuestros mejores oficiales. No hay inconveniente dentro de las fuerzas policiales”, subrayó. Por su parte, Zárate, quien cuenta con 36 años de servicio en la institución, ha invitado a todos sus compañeros a seguir trabajando por la seguridad del país.
INESTABILIDAD POLICIAL
Desde marzo del 2021, Ecuador ha tenido cinco comandantes generales. Algunos de ellos han salido luego de graves coyunturas relacionas con el incremento de la violencia y la delincuencia, pues sus estrategias no habrían surtido efecto. Aunque Daniel Pontón, experto en seguridad y catedrático del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), comenta que “también la situación política ha sido poco favorable para la estabilidad de la Policía”.
“Esos puestos son de confianza, por eso se producen muchos cambios y peor aún en contextos tan volátiles en materia política y de seguridad como los del Ecuador”, recalca. Además, agrega que otro factor de inestabilidad es el Ministerio del Interior que en ciertos momentos ha pasado a fusionarse con el Ministerio de Gobierno.
Por su parte, Lorena Piedra Cobo, presidenta de la Asociación de Estudios Internacionales del Ecuador, explica que los cambios de altos mandos en la Policía o Fuerzas Armadas, “no tienen costos de operatividad tan grandes como en otras instituciones como el SNAI o el CIES, por ejemplo, que tiene grados de institucionalidad casi nulos”.
“Lo que sí creo que puede generar conflictos es el tema de las jerarquías porque no es parte de la estructura organizacional el tema de obedecer a alguien menos antiguo”, asegura la experta.
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ÚLTIMOS COMANDANTES
La mayor parte de modificaciones que se han dado en la Policía los últimos años sucedieron en la administración de Guillermo Lasso, quien cambió cuatro veces de comandante general. Inició con Tannya Varela, quien fue designada por Lenín Moreno y luego ratificada por Lasso.
La gestión de la primera mujer en dirigir a la Policía estuvo marcada por una denuncia por supuesta falsificación de documentos por parte de Víctor Araus, quien junto a otros tres generales fueron cesados con base en un informe aparentemente inexistente.
En aquella época, el exembajador de Estados Unidos, Michael Fitzpatrick, denunció la presencia de narcogenerales y Varela pidió a la Contraloría una auditoría contra el alto mando policial. También enfrentó críticas por los altos índices de violencia, sobre todo en Guayaquil, así que el 23 de enero del 2022 fue cesada de sus funciones.
A inicios de este año, se habló de supuestos vínculos con la mafia albanesa, pero ella rechazó las acusaciones. “Jamás podrán vincularme de ninguna manera a ningún acto irregular en beneficio de organizaciones delincuenciales a las que yo he combatido durante mi vida profesional”, apuntó Varela.
Luego llegó el turno del general Carlos Fernando Cabrera, quien duró casi cuatro meses como comandante de la Policía. En mayo del 2022, Guillermo Lasso decidió remover a toda la cúpula militar y policial tras el avance de las organizaciones criminales.
Es así que Fausto Salinas asumió el cargo el 5 de mayo del 2022. Durante su administración ocurrieron algunos de los hechos más convulsos de los últimos años. Por ejemplo, el paro nacional de junio del 2022, el asesinato del narco Leandro Norero en el contexto de las masacres carcelarias y el aumento de la violencia en las calles.
También estuvo bajo la lupa por el femicidio de María Belén Bernal en un recinto policial. Mientras que el 9 de agosto del 2023 ocurrió el asesinato de Fernando Villavicencio. Sobre este último caso, Salinas ha manifestado que el excandidato contaba con tres cercos de seguridad y que, tras hacerse pública la noticia, ordenó "la elaboración de un informe técnico que dé respuesta a la sociedad ecuatoriana", según escribió en un comunicado del 17 de agosto del 2023.
No obstante, en la audiencia de juicio contra los autores mediatos del crimen. Cristian Cevallos, jefe de seguridad de Villavicencio, reveló que Salinas y otros generales conocían sobre el peligro que corría el político, pero no atendieron sus requerimientos. En octubre de 2023 fue cesado.
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ASÍ SE VA ZAPATA
Tras el asesinato de siete implicados en el asesinato del excandidato presidencial, en octubre de 2023, Lasso designó a César Zapata como comandante general de la Policía. Luego, fue ratificado por el actual mandatario Daniel Noboa.
Duró 10 meses en el cargo y enfrentó varias crisis como el atentado terrorista a las instalaciones del canal TC Televisión y las olas de violencia en Manta y Durán, donde se han reducido las muertes violentas, según el Gobierno. Hasta la semana pasada, el bloque de seguridad había contabilizado una disminución del 18% de homicidios intencionales a nivel nacional.
Sin embargo, Noboa decidió cesarlo de sus funciones de manera inesperada. “Conviví con mi pueblo ecuatoriano y puse muchas veces mi vida en peligro para servir a la comunidad”, afirmó el excomandante en una carta de despedida.
La administración de Zapata tampoco estuvo exenta de polémica. En marzo de este año, pasó de ser General de Distrito a General Superior porque el presidente Daniel Noboa le otorgó un grado honorífico, que duró el tiempo en que estuvo en la Comandancia.
Esto supuso un salto de jerarquía sin que hubiese cumplido los años requeridos. Normalmente, un General de Distrito debe cumplir cinco años y luego tres años más como General Inspector para ascender a General Superior, pero Zapata aún no terminaba su era como General de Distrito.
Por otro lado, Zapata fue otro de los oficiales mencionado en el juicio contra los autores mediatos del asesinato de Fernando Villavicencio. El capitán Cristian Cevallos, jefe de seguridad del excandidato, reveló que solicitó armas largas, equipos tácticos y de inteligencia a sus superiores, pero al ver que no obtenía respuesta, contactó a Zapata para que le ayudara a gestionar el pedido.
Además, Cevallos le enviaba encuestas sobre la campaña y el ahora excomandante habría pedido reunirse con Villavicencio el 8 de agosto, un día antes del asesinato.
En todo caso, los vertiginosos cambios en la Comandancia de la Policía quizás no son el problema principal en cuanto a temas de seguridad, según menciona Lorena Piedra Cobo, hay otras cuestiones de fondo que deben solucionarse independientemente de quién esté al frente de la institución.
Por ejemplo, cómo se van a articular las Fuerzas Armadas y la Policía, el presupuesto que se asigna al área de inteligencia, la estrategia de seguridad que sea progresiva y técnica, entre otras cuestiones estructurales.