¿Imprudencia de jóvenes sobre ruedas o carencia de movilidad sostenible?
Un skater que va a toda velocidad en su patineta en medio de carros que por pocos centímetros lo tocan. Un ciclista que agarra el balde de una camioneta en una avenida o una patinadora que arriesga su vida en medio de los autos que la rebasan por los costados. Son los escenarios de videos virales que circulan en redes sociales y se comparten con mensajes que critican la irresponsabilidad y descuido de estas personas.
Estos ejemplos, que muchos califican como acciones imprudentes, son para otros el resultado de la falta de espacios en la ciudad para realizar actividades deportivas, recreativas o simplemente para movilizarse de una manera diferente.
Solo el 21% de la población usa transporte privado de acuerdo con el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC). A pesar de esto, en una ciudad como Guayaquil, la prioridad aún la tienen los autos y los conductores.
La comunidad de skaters es una de las que reclama vías seguras -no solo para automotores- en la ciudad. El presidente de Rueda Ecuador, Tony Lacera, asegura que se necesitan más espacios donde puedan rodar sin afectar a otros vehículos y que les garanticen seguridad. Además, resalta la importancia de crear comunidades que unan y cuiden a sus miembros. “Este deporte es practicado en su mayoría por jóvenes, que son muy vulnerables”, dice.
Sin embargo, generar estos espacios y fomentar fluidez en la movilización de los diversos actores de la ciudad -lo que los expertos llaman movilidad sostenible- en Guayaquil ha sido un proceso largo. Actualmente, con proyectos municipales como el de la ciclovía, cuya primera etapa se ofrece para finales de este año, se busca aumentar métodos de circulación en la ciudad.
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El director de comunicación del colectivo de ciclistas Masa Crítica, Juan Pablo Pérez, señala que lo ideal sería no necesitar infraestructuras como la ciclovía, sino que exista un nivel de respeto y seguridad para los ciclistas y peatones. “Es complicado seguir el modelo de pirámide de movilidad en ciudades que han sido durante décadas pensadas en el automóvil y están concebidas totalmente al revés, como una pirámide invertida”, afirma.
El concepto de pirámide de movilidad se aplica en algunos países alrededor del mundo y consiste en la siguiente jerarquización: peatones, bicicletas, transporte público, vehículo de carga y finalmente el vehículo privado como medio de transporte con menos prioridad.
El desbalance en la distribución de estas prioridades puede causar congestión vehicular, accidentes e incluso muertes. Según la Agencia Nacional de Tránsito, 44 ciclistas fallecieron desde el 2017 hasta octubre del 2020 en siniestros de tránsito que involucraron automotores y bicicletas.
Guayaquil busca transformarse y pasar de un antes: calles dominadas exclusivamente por los autos, a un después: una ciudad amigable con los peatones y las personas que utilizan medios alternativos de movilización.
Para que sea posible esta reestructuración no solo son necesarias las ciclovías, afirma el arquitecto y especialista en planificación urbana, Luis Alfonso Saltos, sino también asumir el reto de incentivar a la ciudadanía a dejar su auto para usar la bicicleta, patines o skate como medio de transporte.
Además, según Saltos es indispensable generar una estructura que garantice confort y seguridad, con los equipamientos y condiciones necesarias y así poder gozar de los beneficios de ciclorrutas adecuadas como interconexión de los espacios públicos, aumento en el turismo y mejoras en el comercio de ciertos sectores de la ciudad.
¿Qué plantean las autoridades ante esta necesidad?
El Municipio de Guayaquil inició el proyecto para una ciclovía en la ciudad que tendrá inicialmente un recorrido de 37,27 km.
Esta extensión comprende la primera fase que se prevé estará lista a finales de diciembre del 2020 y cruzará Guayaquil de este a oeste, desde el borde del río Guayas en el Malecón, hasta las orillas del estero Salado en la avenida Barcelona, al oeste.
Es parte de un proyecto de dos etapas en el que se planea construir al menos 100 km de ciclorrutas y tiene como propósito aumentar paulatinamente su extensión hasta abarcar la ciudad de este a oeste y norte a sur.
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Según el Gerente de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), Vicente Taiano, la decisión está tomada. La prioridad es recuperar el espacio público para que la ciudad sea más caminable y las personas se puedan mover con mecanismos complementarios de manera segura. “De ahora en adelante absolutamente todo lo que se está planificando en crecimiento urbanístico está incorporando el concepto del espacio segregado por seguridad para la bicicleta y para el peatón”, asegura.
Su oferta en la administración de tránsito es construir al menos 50 km de ciclorutas anualmente hasta el año 2022. Según Taiano, el proyecto nació bajo el concepto de la pirámide de movilidad, a partir de estudios, encuestas y valoraciones preliminares, además del diálogo con los gremios de ciclistas y colectivos como Masa Crítica.
La educación vial es otro de los enfoques para orientar a la ciudad a una nueva forma de movilidad. El Gerente de la ATM afirma que existe un plan que incluye actividades lúdicas, una aplicación digital, campañas de comunicación y una guía de movilidad sostenible que explicará la mejor forma de recorrer la ciudad de manera segura y siguiendo las ordenanzas. “Es necesario cambiar la forma en cómo vemos la movilidad, pero el pilar fundamental es el tema educativo, nosotros tenemos que dar nuestros primeros hitos en la educación vial”, enfatiza.
La propuesta de una ciclovía en Guayaquil promete ser la nueva ruta que le dé seguridad a todos los skaters, ciclistas y patinadores que circulan en las calles y luchan por coexistir con los autos en una ciudad que lentamente busca cambiar de privilegiar a los autos a privilegiar al peatón.