El costo de la canasta básica no se ve afectada por el precio de los combustibles
Una publicación en Facebook señala que “sube el precio de la canasta básica por el alza mensual de combustibles”. La información es falsa, pues si bien el precio de la canasta básica ha aumentado respecto al alza de combustibles, los expertos aseguran que no se debe al precio de los combustibles.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) explica que las Canastas Familiares: Básica y Vital, son un conjunto de bienes y servicios imprescindibles para satisfacer las necesidades básicas del hogar compuesto por 4 miembros. La Canasta Familiar Básica está compuesta de 75 productos.
De acuerdo con el INEC, el costo de la canasta básica familiar en julio de 2021 fue de $ 711,68. Mientras que en julio de 2020, el costo de la canasta básica fue de $ 713,72 a nivel nacional.
Ecuador Verifica se contactó con el economista Ramiro Crespo, para analizar si el incremento mensual en el precio del combustible tiene relación con el precio de la canasta básica.
“Yo creo que si tomamos en cuenta el porcentaje de costos que representa el combustible en toda la producción de canasta básica no se justifica (que la canasta básica) vaya a subir en el mismo porcentaje. Si subiría, subiría una ridiculez. Entonces si hay subida podría ser estacional o por otros factores, pero no únicamente por los combustibles, ya que es un factor probablemente muy pequeño”, aseguró el economista.
El 22 de agosto de 2021, diario El Comercio publicó columna de opinión del economista Vicente Albornoz en la que señala que, desde mayo de 2020, el precio del diésel ha subido en 50%, pero que “los precios han bajado”. En la nota se explica que es necesario el análisis de oferta y demanda y la estructura de la canasta familiar.
“El hecho final es que los consumidores no se han visto afectados por los aumentos de los precios de los combustibles, mientras que la economía en el largo plazo se va a beneficiar muchísimo de este sinceramiento de precios (de combustibles), donde, en un mundo ideal, el diésel debería costar, lo que el diésel cueste”, menciona en su columna Albornoz.