El arte de gastar en arte
Más de dos millones de dólares ha gastado el Municipio de Guayaquil en el desarrollo de algunas obras de arte en varios sectores del Puerto. La mayoría fueron gestionadas por la Fundación Guayaquil Siglo XXI.
Durante el aniversario de Fundación de Guayaquil, en julio de 2020, una extraña obra de arte, en el casco comercial, agitó el avispero. Costó 130 mil dólares. Se llama “Raíces de luz eterna” y según el economista Xavier Álvarez, gerente de la Fundación Guayaquil Siglo XXI, busca “recuperar el movimiento económico de la zona”.
Pero para algunos ciudadanos, la escultura sobre la que se puede caminar, emula a una fosa común. César Cárdenas del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos, sostuvo que “estuvimos solicitando públicamente a la Alcaldesa que retire esa escultura, eso realmente es una arrogancia, estar pisando el cuerpo de gente solamente porque está en el piso, es un irrespeto a la memoria de miles de guayaquileños fallecidos en la pandemia”.
En 2021 las redes sociales empezaron a extrañarse por el aparecimiento de grandes paredes pintadas con frases poéticas. En días posteriores se conoció que el programa se llama “Letras vivas” y que el Municipio había firmado un contrato para pintar 50 paredes a un costo cercano a los 400 mil dólares.
“En estas circunstancias deben ser otras las prioridades. Resaltemos el arte, pero cuidando los recursos”, comentó al respecto el exgobernador Pablo Duart. Para completar, aparecieron algunos de los autores de las frases a reclamar porque no se les había reconocido los derechos intelectuales. Una funcionaria municipal de mediano rango pagó los platos rotos.
Lo más novedoso fue Aeroarte. Son 14 pinturas ubicadas a lo largo del recorrido del nuevo transporte aerosuspendido. Diez artistas extranjeros y cuatro nacionales participaron en el proyecto. El costo para la ciudad fue de 980 mil dólares, el equivalente a 1.900 tanques grandes de oxígeno medicinal.
En las aceras del bulevar 9 de Octubre cambiaron algunas piezas de porcelanato por otras que incluyen fotografías icónicas de la ciudad. El trabajo en ambas aceras costó 133 mil dólares. Murales gigantescos en el cerro del Carmen y en las paredes de una infraestructura pública son otros eslabones del programa del arte de gastar en arte en medio de la pandemia.
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