La educación es el área más afectada en la vida de las niñas y jóvenes en Ecuador tras la pandemia
La educación es el área más afectada en la vida de las niñas y jóvenes tras la llegada de la pandemia del COVID-19, a esta conclusión llegó un estudio global de Plan Internacional realizado en 14 países, incluido Ecuador.
El acceso limitado a la tecnología, el apoyo insuficiente de las escuelas y colegios, y las restricciones del espacio físico para estudiar en casa, están poniendo en riesgo el futuro y el desarrollo de miles de niñas en el mundo.
“Lo más difícil es la falta de internet, solía usar el internet del vecino, pero no sé qué pasó, nos cortó incluso cuando mi madre estaba ayudando para pagar el costo", declaró Emili una joven ecuatoriana de 17 años.
De hecho, en Ecuador menos de la mitad de los hogares tiene acceso al internet, y en las zonas rurales, solo 2 de cada 10.
Además, el sistema educativo no cuenta con recursos pedagógicos apropiados ni personal capacitado para la educación virtual, reza el análisis de Rossana Viteri, directora de Plan Internacional.
Agrega que otro problema de las estudiantes es la falta de recursos para datos, los teléfonos móviles y otros costos relacionados con el aprendizaje en línea, y el hecho de no tener a nadie que les ayude a explicar las lecciones o los conceptos.
A esto hay que añadir el estrés que experimentan por la falta de ingresos. En muchos casos el principal proveedor de la familia había perdido su empleo o había reducido sus horas de trabajo.
“Creo que afectó a todas las familias, también me afectó a mí porque despidieron a mi hermana de su empleo y ella también era un apoyo fundamental para la familia; mi padre también dejó de trabajar y desde entonces no han trabajado”, mencionó Shaza, una joven ecuatoriana de 17 años.
La soledad y las responsabilidades domésticas también están interfiriendo en la capacidad de las chicas para seguir el ritmo de la educación a distancia mientras las escuelas y los colegios permanecen cerrados.
El estudio encontró que 19% de las niñas creen que el COVID-19 las obligará a dejar de lado temporalmente su educación, mientras que el 7% teme abandonar la escuela por completo.
“Hemos visto que en Ecuador 90.000 niñas, niños y adolescentes han tenido que abandonar sus estudios”, indica la investigación de Plan internacional.
El hecho de que las niñas y mujeres jóvenes en Ecuador abandonen sus estudios implica que no solo pierdan la herramienta fundamental para alcanzar autonomía social y económica sino que tienen menos posibilidad de mantener sus redes de apoyo y la comunicación con el mundo fuera de casa.
Así mismo, estar aisladas incrementa de manera significativa el riesgo a ser violentadas y disminuye sus posibilidades de buscar auxilio.
“El futuro de las niñas y las jóvenes en nuestro país está en riesgo, y las políticas gubernamentales deben reconocerlo mientras salimos de la pandemia y nos adaptamos a una nueva normalidad”, manifestó Rossa Viteri.
Otro descubrimiento de esta investigación es que el 80% de las encuestadas mencionó haber experimentado episodios de ansiedad, provocados por una combinación entre el miedo al virus, la necesidad de adaptarse a las medidas del confinamiento y la interrupción de estudios.
“Hay días en los que me siento como si estuviera bajo presión, no sé cómo explicarlo, pero es una tristeza muy grande, muy fuerte”, expresa Ana, una joven de 16 años de Nicaragua.
Ante este contexto, Plan International instó a los gobiernos de todo el mundo a financiar y permitir un regreso seguro a la escuela para todos los alumnas y alumnos, reconociendo que las niñas corren un mayor riesgo que los niños de abandonar la escuela de forma permanente.
La organización también pide que se mejore la formación tanto de docentes como de estudiantes en el uso de la tecnología, para mejorar la calidad del aprendizaje.