Ecuatorianos narran su odisea para salir de Ucrania

María Belén Arroyo
Ecuatorianos en Ucrania pugnan espacio en trenes para llegar hasta Polonia.

“Ayer cumplí 6 años viviendo en Ucrania y me desperté a las 5 am por unos fuertes estallidos”. Eso escribió el 25 de febrero Donnie Estrada. Tiene 26 y se graduó hace un año en la carrera de Bellas Artes en la Universidad de Kharkiv (Járkov). El 27 de febrero le contó vía celular a su madre que viajaba en tren hacia L’viv, también conocida como Leópolis, ubicada al oeste de Ucrania. Son unas 15 horas de viaje.

Donnie estrada (centro) acompañado de sus compatriotas.

Un hombre ucraniano lo llevó al punto donde podría tomar el tren. Su madre, Jhanett Aranda, cuenta que se quedó angustiado: otro compatriota no logró salir de Járkov y se quedó solo, sin comunicación.

Para la familia de Michael Mantilla, la angustia no era menor. Él llegó en diciembre pasado a la ciudad ucraniana de Vinnitsya, para aprender el idioma como requisito previo a su ingreso en la carrera como piloto comercial, cuenta su madre, Tania Piñán. “Era prácticamente recién llegado”.

Un grupo de personas intenta entrar a un tren para ir hasta Polonia.

El Programa Universitario Europeo (PUELAT) se encargó de llevar a un grupo de ecuatorianos hasta L’viv. Esta ciudad ucraniana está a 70 kilómetros de la frontera con Polonia.

En teoría, miembros de Cancillería ecuatoriana estarían en este punto para hacerse cargo del traslado del grupo hacia Polonia. En la práctica, la cantidad de personas pugnando por tomar un tren para salir a Polonia habría dificultado el encuentro con el personal de Cancillería.

Michael Mantilla le iba relatando, a veces en tiempo real, cuando tenía señal de celular, su odisea para salir de L’Viv, en un grupo de 11 ecuatorianos.

Al cierre de este despacho, nueve de los integrantes del grupo habían logrado llegar a Polonia, y se dirigían hacia Varsovia.

Unos tramos los cubrieron a pie, sufriendo los síntomas de hipotermia. Pernoctaron en una oficina de migración.

“Han sido días y noches de angustia, pero nosotros hemos sido afortunados, otras familias se quedaron sin poder contactar a sus hijos, porque ya no tienen señal de celular, se quedaron sin batería, están incomunicados y en este punto ya sin dinero. Por más que los padres fiemos o consigamos recursos para enviarles, no hay forma de hacerles llegar esa plata”.

La familia de Michael Mantilla confía en que él volverá en un vuelo humanitario, que según lo previsto debe salir de Varsovia, con un cupo de 360 pasajeros.

Según reportó la Cancillería, tras la reunión del comité de crisis de este lunes, las cifras de ecuatorianos que ya salieron de Ucrania son estas: 230 se encuentran en Polonia, 37 en Eslovaquia, 45 en Hungría, 5 en Moldavia, 2 en Rumania, para un total de 319 personas fuera de Ucrania.

Sin embargo, a esta hora todavía habría ecuatorianos que no logran cruzar las fronteras.

Michael Mantilla, a la izquierda en el fondo, cabello negro y abrigo oscuro con capucha afelpada, junto a sus compatriotas.

“Sabemos que en Polonia sí les esperan los delegados para recibirlos. Sin embargo, la traba es que los militares de ucrania no los dejan salir. Pedimos apoyo a Cancillería”, refirió la madre de uno de los estudiantes que están todavía detenidos.