Ecologistas "toman" sede electoral para pedir consulta por Yasuní

Diana Romero
Ecologistas "toman" sede electoral para pedir consulta por Yasuní

Activistas del grupo Yasunidos, dedicados a la protección del Yasuní, realizaron una protesta simbólica en el Consejo Nacional Electoral (CNE) para exigir la celebración de un referendo sobre el extractivismo en esa zona.
 
La protesta, que constó de la simbólica toma de la entrada del CNE para realizar una ceremonia ancestral, tuvo lugar con motivo de un nuevo aniversario de la terminación en 2013 por el anterior presidente, Rafael Correa, de la llamada Iniciativa Yasuní-ITT, que pretendía dejar el crudo de esa reserva natural bajo suelo a cambio de una compensación internacional.
 
Al grito de "Agua quiero, vida quiero y selva quiero" y de otras arengas, una docena de activistas locales e internacionales del grupo hicieron una sentada en la entrada del CNE con flores y velas y exigieron a la presidenta del organismo, Diana Atamaint, de origen indígena, la convocatoria de una consulta.
 
"Decidimos tomarnos el CNE porque han pasado varias semanas para que la presidenta convoque al pleno (del CNE) y pase la consulta del Yasuní", dijo a Efe, Antonella Calle, del colectivo Yasunidos, creado a raíz del comienzo de la explotación petrolífera en ese área.
 
La petición de consulta ha sido objeto de incesantes manipulaciones burocráticas y políticas desde que, hace unos años, el colectivo, tras la finalización del estatus de protección para la reserva, recolectó 757.000 firmas para convocarlo.
 
La ley ecuatoriana permite a la ciudadanía solicitar formalmente una consulta popular mediante la recolección de un 5% de las firmas del padrón electoral, pero el Consejo Electoral de entonces les negó el derecho al invalidar más de 300.000 de ellas.
 
Una reciente investigación descubrió que se había hecho de forma "tramposa", en palabras de los activistas, que ahora exigen "reparar los derechos de los firmantes" y convocar el referendo para proteger la reserva, una de las zonas más biodiversas del mundo y donde viven pueblos indígenas en aislamiento.
 
"Llevamos seis años en esta lucha para que se haga justicia por el fraude que se dio a nuestra firmas (...). Pero el CNE sigue aplazando esta reunión y, pasados seis años, la frontera extractiva en el Yasuní sigue avanzando", se lamentó la activista.
 
El problema del Yasuní, donde se encuentran los campos de Ishpingo, Tambacocha y Tiputini, entre otros, forma parte de los dilemas que afronta Ecuador sobre el extractivismo.
 
Si bien la extracción petrolera data de hace ya varias décadas, la minera es mucho más reciente y comenzó este mismo verano a entrar en su fase industrializada, lo que ha despertado también la oposición de grupos ecologistas e indígenas.
 
En el caso particular del Yasuní, es además territorio ancestral de la comunidad waorani y hogar de los pueblos en aislamiento Tagaeri-Taromenane.
 
Calle recuerda que el anterior gobierno de Correa (2007-2017) los llamaba "ecologistas infantiles" y los ridiculizaban hablando de "progreso", pero asegura que "no son negociables los derechos de los pueblos y de la naturaleza por dinero", menos aún cuando "la mayoría de esos recursos se iban a corrupción".
 
Asimismo, sostienen que el actual Gobierno de Lenín Moreno, que incluyó una pregunta sobre la explotación del Yasuní en una consulta en febrero de 2018, "no es diferente al de Correa".
 
En rueda de prensa antes de la simbólica "toma" del CNE, Pedro Bermeo, portavoz del grupo, habló de "burla" por parte del actual presidente, ya que consideró la pregunta de la consulta confusa y, una vez aprobada, el resultado se puede apreciar en el "decreto 751", que "básicamente lo que hace (es que) por cada hectárea que protege de la zona intangible, permite la explotación en siete hectáreas más".