"Desde que intervinieron los militares se acabó el tormento", afirma reo sobre operativos
El Ejército Ecuatoriano reveló que los privados de la libertad debían pagar extorsiones o ‘vacunas’ para permanecer tranquilos en las cárceles. Además, los militares aseguran que tras su llegada acabaron los abusos.
Este viernes 2 de febrero del 2024, los uniformados publicaron un video en el que exponen que los reos tenían que cancelar dinero para tener una celda o comer.
Así lo corroboró un preso, quien comentó que los pagos eran de hasta 500 dólares, y si no lo hacían, los llevaban a un calabozo.
“Cuando llegaron los militares se acabó la extorsión. Se acabaron muchas cosas, nos pegaban, nos extorsionaban, nos sacaban dinero. Me siento muy feliz que hayan llegado”, comentó el reo.
Incluso agradeció la presencia de los uniformados porque “se acabó todo este tormento que vivíamos aquí en la cárcel, que prácticamente era un infierno”.
El Ejército también mostró el calabozo en el que eran metidos los privados de la libertad. Se trataba de un cuarto frío y pequeño en el que hacinaban a 20 o 30 personas sin agua, comida, camas o baño.
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Solo podían salir de allí cuando pagaban las extorsiones. Además, conforme pasaban los días aumentaba el valor.
“Nos decían que teníamos que pagar unos bingos de 10 o 20 dólares y nosotros no teníamos porque estamos detenidos. Nos quedamos ahí casi sin comer cinco días. Si no fuera por ustedes estaríamos muertos”, aseguró otro preso.
La intervención de los militares en las cárceles empezó luego de que el presidente Daniel Noboa declarara estado de excepción y conflicto armado interno tras una ola de violencia que incluyó amotinamientos en las cárceles.
Por otro lado, también se han registrado protestas por parte de familiares de reos en Esmeraldas y Guayaquil, pues denuncian supuestos maltratos por parte de los uniformados.
Lo cierto es que desde la intervención de los soldados ya no se han registrado hechos violentos en las prisiones del país. Incluso, se ha destapado algunas irregularidades del sistema. En la cárcel de Cotopaxi, por ejemplo, se halló celdas vips, piscina y discoteca.