Contrabandear gasolina por la frontera de Ecuador con Perú: tan fácil como llevar una botella de cola
Las personas pueden cruzar la frontera desde Ecuador a Perú sin problema, a cualquier hora del día y, mientras sea a pie, pueden llevar cualquier carga. Entre esos, al país vecino se llevan dos de los bienes ecuatorianos más apreciados: el gas y la gasolina.
Aguas Verdes es el primer poblado al norte de Perú. Está junto a Huaquillas, en la provincia de El Oro, y llegar allá significa cruzar a pie un puente de menos de 20 metros. Aguas Verdes no es una localidad muy grande. Si lo comparamos con la división ecuatoriana, sería el equivalente a una parroquia. Más adelante está Zarumilla, lo que sería el primer cantón. En la carretera, distanciada a 15 kilómetros, resaltan dos colores: café y verde. El café es por lo desértico de la zona y el verde por el combustible que se vende en las veredas peruanas.
Son exhibidas en botellas transparentes de gaseosa y están a la venta para cualquier interesado. En plena calle, a vista y paciencia de todos. Una botella se cotiza a 13 soles (3,35 dólares). “Esa es gasolina ecuatoriana”, nos explica José, un taxista de la localidad.
Ni en Huaquillas ni en cualquier parte de la provincia de El Oro está permitido que las estaciones de servicio vendan gasolina a vehículos con placas internacionales. No hay problema. Dentro de Huaquillas, por el oeste en camino a Puerto Hualtaco, se vende informalmente gasolina en las esquinas. Es decir, los mismos ecuatorianos ayudan a la comercialización de la gasolina que el gobierno subsidia. Coincidentemente, o no, en esa zonas circulan muchos autos con placas de Perú.
EL PELIGRO DE CONTRABANDEAR
El contrabando es una maldición de toda frontera. Y resulta más atractiva cuando la rentabilidad es alta. En Ecuador, el galón de ecopaís (gasolina de 85 octanos) cuesta 2,40 dólares. El Estado subsidia 1,18 dólares por cada galón. En Perú no tienen la misma política. Allá el Gasohol 84 (gasolina de calidad similar a la ecopaís) cuesta 15,90 soles (3,90 dólares). Es decir, el combustible peruano cuesta 65% más que el ecuatoriano.
Para el diésel, la diferencia es más palpable. En Perú, el galón de Diesel B5-S50 (de mejor calidad de cetano) cuesta 25,74 soles (6,63 dólares). Mientras que en Ecuador, el diésel cuesta 1,75 dólares.
Este año, el Estado ecuatoriano deberá destinar 3.214 millones de dólares para subsidiar a los combustibles. Ese rubro superará los presupuestos destinados a salud, educación y obras sociales.
No hay una cifra actualizada, pero en 2021 el Ministerio de Energía reportó que el país tuvo un perjuicio de 106,8 millones de dólares por el contrabando de diésel en las fronteras con Colombia y Perú. Sumando a las gasolinas ecopaís o extra, el perjuicio ronda los 800 millones de dólares al año, de acuerdo con Henry Llanes, analista petrolero, en una declaración a Teleamazonas.
Sebastián Ponce, docente químico de la Universidad San Francisco de Quito, explica que el contrabando tiene finalidades diferentes para cada frontera. En el caso de Colombia, la gasolina es llevada para extraer la nafta, un componente químico necesario para la elaboración de la cocaína. Mientras que en Perú la llevan para uso comercial en automotores.
“El contrabando de combustibles acarrea dos problemas: almacenaje o transporte, y la adulteración por parte de los contrabandistas. Ellos buscan ganar más rentabilidad y lo mezclan con otras sustancias baratas para tener mayor volumen. Por ejemplo: el kerosene, solanos, etc.”, detalla Ponce.
Por otra parte, el almacenamiento del combustible es muy delicado, y en las fronteras es tan mal manejado, según Ponce. “Al ponerlos en botellas de plástico o vidrio mal cerrado entra agua, polvo, humedad o arena (Tumbes es una zona muy desértica). Esto cambia las propiedades físico-químicas de la gasolina como viscosidad y densidad. Eso ya me afecta el rendimiento del motor. Cambia el punto de inflamación y se reduce el octanaje (sobre todo en la eco y extra) ya que la combustión no es completa en el motor. Ahí es cuando empieza a cascabelear”, agrega.
Por tal razón, José cuenta que él no compra el combustible ecuatoriano porque termina perjudicando su carro, un taxi sedán con el que recorre todo el departamento de Tumbes a diario. “Lo que me ahorro en combustible lo gasto en el taller”, detalla. Las motocicletas son los principales clientes de la gasolina ecuatoriana.
El riesgo principal del combustible contrabandeado es el manejo inadecuado, que puede ocasionar explosiones o accidentes.
"La gasolina está compuesta en 25% por hidrocarburos aromáticos (entre esos el benceno). Son sustancias extremadamente volátiles y se evaporan rápidamente. El flash point (punto de inflamación) es alto a temperatura ambiente. Para la gasolina extra, ecopaís y súper es a -23 grados, por eso cuando se riega combustible al suelo huele de inmediato, ya se está evaporando los hidrocarburos aromáticos", explica Ponce.
La Policía Nacional detectó cerca de 30 pasos clandestinos en Huaquillas por donde se contrabandea combustible y otros bienes. Pero por el mismo puente donde se puede cruzar terrestremente al Perú, las personas circulan con las botellas de combustible hasta llegar a Aguas Verdes y distribuirlas por las calles de Zarumilla, Tumbes y hasta Piura, a 311 kilómetros.
EL DÍA QUE ALGO CAMBIÓ
José es hincha del club Alianza Lima. Al saber que éramos ecuatorianos recordó a Hernán Barcos, delantero argentino que militó en Olmedo y Liga de Quito, y ahora en su equipo. Nos contó que disfruta mucho de sus goles. Y con eso se acordó algo sobre el contrabando. “Justo al día siguiente del partido contra Sport Boys, que Barcos marcó un gran gol, me salió una carrera a Aguas Verdes. Ese día empecé a ver menos oferta de gasolina ecuatoriana por acá. Duró una semana, ya después todo se normalizó y hasta aumentó”, relató.
El partido que José recordó fue el 17 de junio de 2022. Era el tercer día del Paro Nacional en Ecuador. Todavía las movilizaciones no alcanzaban su punto máximo, pero ya se empezaba a reportar el desabastecimiento de productos, como el combustible. El 30 de junio culminó el paro y el precio del combustible bajó, lo que disparó el interés por seguir contrabandeando.
La gasolina no es lo único que se “traen” (contrabandea) del Ecuador a Perú. Entre Aguas Verdes, Zarumilla y Tumbes hay 27 kilómetros de distancia. Es una zona muy desértica, principalmente Zarumilla, cuya fuente de agua es el mar. A través de un proceso se la hace salobre y es suministrada a los hogares. “Por eso también saben traer agua potable, en bidones o botellas, de allá”, dice José, quien valora mucho al Ecuador por su riqueza natural y “bondad”. Además, dos primos suyos viven en Machala.
Lo mismo ocurre con los tanques de gas, que son amarrados en motos o bicicletas para llevarlos a Perú. Y las llantas, que esas solo las ruedan hasta el lado que las necesiten. Al salir de Huaquillas para regresar, cada vehículo debe pasar por un control migratorio. Los militares revisan exhaustivamente los autos con placas peruanas. Los que tienen las ecuatorianas solo revisan por afuera de la ventana trasera. "Siga, siga", dicen para que continúe todo.