Compra de explosivos para pequeña minería se estanca entre el contrabando y el desabastecimiento
Renovar el carné para comprar explosivos ha sido imposible desde 2016. Así lo asegura un grupo de líderes de la minería pequeña y artesanal, que arribó el pasado lunes desde Zamora Chinchipe hasta Quito para reunirse con el ministro de Defensa, Luis Hernández, en busca de soluciones.
“Ha habido despido de trabajadores porque los dueños de las minas no pueden desarrollar sus proyectos (por falta de explosivos). Y en ciertos casos, esto se presta para el contrabando”, cuenta Paúl Pineda, representante del distrito minero Chinapinza.
Además, el líder asegura que el “combo” mensual que ahora pueden comprar los mineros artesanales, conformado por cuatro cajas de dinamita, tres rollos de mecha lenta y 1.000 unidades de fulminantes es insuficiente. Por ello, el pedido incluye la ampliación de la capacidad para comprar explosivos.
“Esto es muy poco para el minero, ya que, a medida que este se adentra en la tierra, las rocas se vuelven más compactas y, por temas de ventilación, necesitamos hacer galerías más altas y amplias. Por lo tanto, se requiere mayor cantidad de material”, explica.
De acuerdo a James Salcedo, presidente de la Cámara de Minería de Zamora, ha sido complicado adquirir estos carnés, que caducan cada dos años, debido a “los nuevos requisitos establecidos por el Comando Conjunto del Control de Armas y Explosivos”. Se refiere a dos Acuerdos Ministeriales en los que se cambió los requisitos para obtener el documento: el 270 y el 096.
Ante la dificultad de ajustarse a los requisitos -continúa Salcedo- actualmente alrededor del 99 % de las sociedades de la pequeña minería y la artesanal en esa provincia amazónica no cuentan con estos permisos, lo que ha agudizado el contrabando del material.
Según datos de la Cámara de Minería de Zamora Chinchipe, en la provincia hay aproximadamente 1.200 sociedades mineras censadas, bajo el amparo de la Octava Disposición Transitoria de la Ley de Minería. De esta cantidad, 200 tienen títulos o contratos de operación minera y el resto están en proceso de regularización, tildados como informales, debido a que por el cierre del catastro minero no han podido regularizarse, asegura Salcedo.
En noviembre de 2021, el ministro de Energía y Recursos no Renovables, Juan Carlos Bermeo, aseguró que entre diciembre del año pasado y enero del presente se abriría el catastro minero para facilitar la regularización de cientos de mineros a nivel nacional. Hace cuatro días, Vistazo volvió a consultar con el equipo de comunicación de dicha cartera de Estado sobre este tema, pero hasta la publicación de este reportaje no hubo respuesta.
María Isabel Enríquez, asambleísta por la provincia de Zamora Chinchipe, critica que, pese al censo minero realizado en 2010, ni el Gobierno de Rafael Correa ni el de Lenín Moreno hayan regularizarizado a los mineros que llevan más de tres décadas de labores en la provincia.
“La normativa para los explosivos debe ser flexible para los mineros porque hay antecedentes de que ellos ya están censados y tienen un cierto tiempo de trabajo. Ellos toda su vida han trabajado en esto, no se les puede exigir que de la noche a la mañana cambien de actividad”, señala.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de la Pequeña Minería, Guillermo Godoy Estupiñán, asegura que los reclamos por la falta de renovación de carnés para la compra de explosivos no se registran, al menos en el gremio que preside. “Ninguno tenemos problemas porque todos poseemos el título minero”, abunda
SE ANALIZA LA FLEXIBILIZACIÓN DE LOS REQUISITOS
El coronel Edgar Moya, oficial de control de Armas, Municiones y Explosivos del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, recuerda que el organismo de control únicamente emite los carnés a las sociedades que cumplan con los requerimientos establecidos en la Ley.
De acuerdo con el uniformado, quienes piden concesión minera (pequeña minería) deben cumplir con 10 requisitos, de los cuales, el permiso ambiental otorgado por el Ministerio de Ambiente, la copia del Derecho Minero y el informe de compatibilidad de uso de suelo que emite el Municipio son los que menos cumplen los mineros. “Para nosotros son requisitos necesarios”, reitera.
Moya asegura que el Ministerio de Defensa ha conversado con mineros y asesores en el área, con la finalidad de buscar una vía para la flexibilización de los requisitos, cumpliendo igualmente con los parámetros de seguridad.
“Se está realizando una revisión y esperamos que para el próximo mes esté listo el nuevo Acuerdo Ministerial, en el que constan requisitos más flexibles”, con la finalidad de que más mineros trabajen conforme a la ley, afirma el oficial.
Con respecto a la ampliación de la capacidad para adquirir el material, Moya asegura que no existe un límite, y explica que, si algunos de ellos, no reciben más explosivos de los que piden es porque no cumplen con los requisitos de almacenamiento establecidos en las normas INEN. Explica también que las Fuerzas Armadas tienen un control de las cantidades debido a que se conoce que, en algunos casos, se suele pedir mayor cantidad de la que se utiliza, con la finalidad de revender a mineros ilegales.
DESABASTECIMIENTO Y CONTRABANDO DE EXPLOSIVOS ECUADOR
El coronel Moya explicó a Vistazo que el desabastecimiento de explosivos genera contrabando, proveniente, especialmente, de la frontera sur, Perú. De acuerdo con el oficial, tras el inicio de operaciones de los proyectos mineros más grandes del país: Fruta del Norte y Mirador, la demanda de este material aumentó.
“Hasta el 2019, el consumo anual de explosivos para la minería era de casi 4.000 toneladas y, actualmente, es de alrededor de 7.000 toneladas. Y, según la proyección, dentro de 20 a 25 años, con los proyectos estratégicos, Ecuador requerirá alrededor de 40.000 toneladas”, precisa.
No obstante, país cuenta con una sola fábrica de explosivos, “Explocen”, cuya capacidad es de máximo 5.000 toneladas al año. El resto de material se importa, dice Moya. “Pero a los importadores más les conviene vender a los proyectos estratégicos, por lo que ya no venden al menudeo, sino a los grandes mineros. Eso deja desabastecida a la pequeña minería y a la artesanal”, afirma.
Por esta razón, algunos mineros han recurrido a comprar el material, a través del mercado negro (contrabando). A eso se suma que los fletes vía marítima, encarecidos durante la pandemia, hacen que el explosivo importado sea más costoso e inaccesible para los pequeños mineros y artesanales. Mediante el contrabando, también existe un abuso de precios, dice el presidente de la Cámara de Minería de Zamora, James Salcedo, frente a la urgencia que tienen los mineros por comprar el material.