China, principal destino del oro extraído en Ecuador: millonarias exportaciones no han sido declaradas
En 2019 Ecuador reportó que se exportaron a China USD 76 millones en oro. No obstante, en el país asiático se reportó el ingreso de USD 339 millones. Es decir que cargas del mineral valoradas en 263 millones salieron clandestinamente sin que el Gobierno haya podido establecer cómo. Los envíos no son verificados con procedimientos científicos ni técnicos por el personal de Aduanas ni de la Arcom. Las autoridades no cuentan con un laboratorio para identificar si las cantidades y tipos de los minerales que se exportan equivalen al mismo que se declara.
Los cargamentos salen cada semana desde Puerto Bolívar, en El Oro, hacia China. Son decenas de contenedores repletos de minerales. Sobre todo, oro, cobre y plata.
El gigante asiático se ha convertido en el principal mercado de destino de ricos y valiosos minerales extraídos en Ecuador, según informes del Ministerio de Energía y Minas. La entidad detalla que China se lleva el 51,47% de minerales, seguido por Estados Unidos (10,5%) y Suiza (10,3%).
En el puerto, los agentes aduaneros también confirman esa masiva salida de cargamentos para Asia. Ellos realizan el último control antes de que los minerales dejen el país. Aunque admiten que su inspección no es profunda, pues además de revisar la documentación reglamentaria de cada exportación, no saben con precisión el contenido o el peso de cada mineral.
Un grupo de oficiales de este cuerpo uniformado se reunió con un reportero de Código Vidrio. Los especialistas explicaron la dificultad que tienen para conocer el contenido de los paquetes comprimidos con minerales, pues muchas veces están mezclados con lodo, tierra o rocas. “Nosotros solo vemos el contenedor porque no somos especialistas en material minero o aurífero. Nuestro trabajo es verificar que la exportación tenga todos los permisos necesarios y la carga se va. Si usted me pregunta si confirmamos con certeza que salgan 10 toneladas de oro como dice el exportador, eso no podemos hacerlo porque sencillamente no lo sabemos con certeza, no lo podemos confirmar”, admitieron.
La Arcom, en el ojo de la tormenta
Los oficiales -que pidieron la reserva de sus nombres- cuentan que este tipo de control les preocupa, pues al final están obligados a confiar en los registros documentales del exportador y los permisos de la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom).
Esta última entidad es la encargada de verificar que los valores registrados por las mineras correspondan fielmente al material que sale al exterior. Pero esta institución es observada por las autoridades debido a distintos casos de corrupción que involucran a sus funcionarios o exfuncionarios.
Así lo confirmó a este portal el ministro de Energía y Minas, Fernando Santos Alvite. El Ministro dijo que tiene una lista de al menos cinco funcionarios y exfuncionarios que están involucrados en actos de corrupción en procesos de verificación de minería. Comentó que le preocupa el último informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las irregularidades en las exportaciones de oro ecuatoriano a China.
El organismo internacional reveló en un informe que en 2019 Ecuador reportó que se exportaron a China USD 76 millones en oro, pero en los registros del país asiático de ese año consta el ingreso de USD 339 millones. Es decir que 263 millones salieron de Ecuador subrepticiamente, de manera ilegal.
¿Qué ocurrió? El Gobierno no tiene aún la respuesta. Santos dice que conoció de este informe a través de los medios, a finales de enero pasado. Días después tuvo una reunión con la directora del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), Carola Ríos, a quien le pidió que verifique lo que sucedió en los procesos de control.
Hasta el momento en la Aduana no se ha iniciado ninguna verificación, según conoció este medio. De hecho, el subdirector general de Operaciones, Felipe Ochoa, dijo que no conoce los detalles de la reunión entre Santos y Ríos.
No obstante, el Ministro defendió los procesos de control que realiza la Senae, que verifica minuciosamente que todos los cargamentos que se exportan salgan con los permisos necesarios.
Aunque dijo que los técnicos de la Aduana sí conocen sobre material minero, Ochoa admitió que no hay especialistas para verificar este tipo de cargamentos. “No hay técnicos designados exclusivamente para controlar las exportaciones de oro y otros minerales. Los operadores cumplen varias funciones y cuando están asignados a control de exportaciones les puede tocar oro como cualquier otro producto”, puntualizó.
Ochoa dijo que los controles más exhaustivos se enfocan en las importaciones. “Tenemos que controlar la naturaleza del producto y determinar si pagó un arancel o no. Esa es la función de la Aduana en términos muy simples”, destacó.
Cuando la mercancía va al exterior, el problema es del país que la importa, pues debe verificar que el trámite cumpla todos los requisitos, normativas y el pago de impuestos correspondiente.
“Por eso es que los canales de aforo y de control son mucho más altos en importación que en exportación. Esto no es un caso de Ecuador, así se maneja a nivel mundial”, dijo Ochoa.
1.763 declaraciones de salida de oro
Para estos procesos la Aduana cuenta con 120 operadores. Desde el 2019 se emitieron 1.763 declaraciones de salida de cargamentos, únicamente de oro.
El Banco Central tiene datos consolidados. Según los reportes oficiales, hasta octubre de 2022 el país registró USD 2.310 millones por exportación de minerales, 42,2% más de lo exportado en el mismo periodo del 2021.
En los últimos años el país ha aumentado considerablemente sus exportaciones mineras. Incluso, esta industria es el cuarto sector exportador, el tercero en exportaciones no petroleras y el primero de exportaciones no tradicionales.
Hasta el 2025, el gobierno proyecta recibir USD 4.000 millones por la exportación de productos mineros. Eso ubicaría a los minerales como el tercer producto más exportado y de mayor importancia, luego del petróleo y el camarón.
Por el desfase que existe en las exportaciones denunciado por la OEA desde el Ministerio de Energía se ha dispuesto que la Arcom fortalezca todos los controles, tanto en pequeña, mediana y gran minería.
Arcom, plagada de irregularidades
Para Santos, la Arcom “es una fuente de gran preocupación”. Hay debilidad en los procesos de control. En esta Cartera de Estado reposan informes con una larga lista de irregularidades, desde el nombramiento de cargos políticos hasta la falta de personal capacitado para las inspecciones.
La Agencia cuenta con unos 30 agentes para inspeccionar esta industria; desde la gran, mediana y pequeña minería hasta la artesanal, así como las actividades de mineros ilegales. Por eso, Santos no descarta que las organizaciones criminales estén corrompiendo a los inspectores “para que se hagan de la vista gorda, sobre todo, en los cargamentos de oro”.
Desde el Ministerio se trabaja en un plan para profesionalizar la carrera de los técnicos y dotarlos de una remuneración digna, para frenar la corrupción.
Anuncios no se concretan
La Arcom también se enfoca en controlar la minería ilegal. Esta actividad fue declarada por el Gobierno como una amenaza estatal en enero pasado. Pero ese anuncio aún no se ha plasmado en acciones concretas con un plan. El Ministerio de Minas informó que esa declaratoria ha sido importante para contar con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
Asimismo los esfuerzos por controlar esta actividad delictiva han dejado de lado el control sistemático a la gran minería. Eso también lo reflejan informes de la Arcom.
Un ejemplo claro son las inspecciones que la entidad realiza en las dos concesiones más grandes del país que abarcan la mayor parte de las exportaciones. Según los reportes, del total exportado de productos mineros, el 44,82% provienen de la mina Mirador, de la china Ecuacorriente. Eso representa USD 1.035 millones.
En cambio, el 29,49%, que representa USD 681 millones corresponden a Fruta del Norte, operada por la canadiense Lundin Gold. El 25,6% restante es el resultado de la pequeña minería, lo que equivale a USD 593,58 millones.
Pocos inspectores y sin laboratorio
Pese a ese gran volumen de ingresos, la Arcom solo tiene un inspector para cada concesión de gran minería. Los registros de la entidad señalan que desde el 2019, cuando Mirador y Fruta del Norte empezaron la etapa de explotación, se han realizado 142 inspecciones de seguimiento. Pero los datos muestran que la mayoría de estos procesos (74) se ejecutó en su primer año. El resto se dividió desde el 2020 hasta la fecha. El año pasado se realizaron 25 inspecciones. Es decir, un promedio de dos inspecciones por mes, entre ambas concesiones.
Para Jaime Jarrín, docente de la Facultad de Geología de la Universidad Central, ese número de controles es mínimo y demuestra que el Estado está confiando en una sola persona el cumplimiento de los acuerdos con las concesiones.
El Estado -destacó Jarrín- debe preocuparse de reforzar los controles de gran minería y no solo centrarse en la minería ilegal. Para el académico, es necesario que la Arcom tenga más presencia en las minas y que cuente con equipos como un laboratorio propio para identificar si el producto que se exporta equivale al mismo que se declara.
La Arcom confirmó que no cuenta con un laboratorio para estos procesos. Pero afirma que mantiene calificado a cuatro laboratorios de ensayos a nivel nacional, para la toma de muestras de los minerales a exportarse.
Esos laboratorios son empresas privadas que funcionan con recursos provenientes de las mismas mineras. Según los reportes oficiales, no han presentado irregularidades.
Descartan irregularidades en gran minería
Eso también ratificaron las autoridades de la Cámara de Minería del Ecuador. María Eulalia Silva es la presidenta de este organismo, que representa a 35 empresas mineras. Ella afirmó que no existen irregularidades en las exportaciones de la gran minería. Aclaró que la debilidad en el control estatal no se puede endilgar a las empresas mineras. “Nosotros estamos cumpliendo con todas las regulaciones establecidas, nacionales e internacionales”, dijo.
Además, apuntó que para evitar irregularidades las mineras pasan por dos controles. Uno en la mina, cuando salen los cargamentos, y otro en la Aduana.
Los registros de la Arcom revelan que han tenido reportes negativos por seguridad y salud en el ámbito minero. Esos hechos “han generado la suspensión de actividades focalizadas”.
La Cámara de Minería informó que Ecuacorriente se desafilió del organismo. Esta empresa no informó sobre los controles que han superado ni las seguridades en sus exportaciones.
Sospechas en el transporte al puerto
Inteligencia policial es otra entidad que investiga la salida ilegal de minerales. Un agente detalla que han centrado sus operaciones en la contaminación de cargamentos legales por parte de grupos delictivos. Especialmente en el trayecto desde las minas hasta el puerto.
Las autoridades de Fruta del Norte informaron que el transporte del concentrado de oro se hace en “big bags” (fundas grandes) en contenedores cerrados, con precintos codificados. Lo mismo hace Ecuacorriente, con el concentrado de cobre.
Pero estas seguridades no son completamente fiables, pues Arcom ha debido pedir el apoyo de la Policía y FF.AA. para custodiar el transporte del material. Sin embargo, estas dos entidades señalan que el acompañamiento no es permanente, sino solo cuando lo requieren.
En el Puerto, la Arcom tampoco verifica todos los cargamentos con la Aduana. No tienen puestos de control unificados. Los controles son aleatorios.
Estas falencias, vacíos, desconexiones y riesgo de corrupción explican porqué el Gobierno aún no descifra ni ha podido explicar cómo salieron los USD 263 millones de oro que llegaron a China sin ser reportados. Ilegalmente.