Balacera en hospital de Quito deja dos funcionarias heridas y la fuga de un recluso: ¿Qué pasó con el "Gordo Lucho"?
Este lunes 10 de junio de 2024, una balacera en los exteriores del Hospital Pablo Arturo Suárez de Quito resultó en la fuga de un recluso y dejó a dos personas heridas. El incidente ocurrió durante el traslado de tres personas privadas de libertad (PPL) desde la cárcel de El Inca para recibir atención médica.
El ataque se produjo al llegar al hospital, resultando heridas una servidora del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria y una funcionaria del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).
Una cámara de seguridad registró el momento en el que un grupo de desconocidos disparó al vehículo que transportaba a los presos, entre ellos alias "Gordo Lucho", cabecilla de la banda terrorista Los Lobos, quien se mantiene bajo custodia.
Dos de los presos fueron detenidos por la Policía Nacional, mientras que el tercero, identificado como Jairo Z., evadió los controles de seguridad y logró escapar.
En respuesta inmediata, la Policía Nacional y el Ministerio de Salud activaron los protocolos de seguridad correspondientes, y las personas heridas están recibiendo atención médica urgente para salvaguardar sus vidas.
El SNAI expresó su compromiso en determinar las causas y responsabilidades de este incidente, iniciando los procesos legales pertinentes para llevar a cabo las investigaciones necesarias. Además, se ha desplegado un operativo para recapturar al recluso que se dio a la fuga.
Las cárceles de Ecuador son uno de los epicentros de la crisis de violencia que afecta al país, que ha pasado a figurar entre los más violentos de Latinoamérica con una tasa de homicidios de 47 por cada 100.000 habitantes en 2023, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO).
Hasta la militarización de las cárceles ordenada por el presidente Daniel Noboa a inicios de año, estos centros de reclusión estaban controlados muros adentro por las bandas criminales, y entre 2020 y 2023, se registraron más de 500 presos asesinados, la mayoría de ellos en una serie de masacres carcelarias por disputas entre mafias rivales